Los riffs de Eddie Van Halen están en la banda sonora de varias generaciones

Fundador de la mítica banda que lleva su apellido, el guitarrista autodidacta se convirtió en una leyenda incluso entre los músicos más virtuosos

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De acuerdo a creencias de culturas prehispánicas, las personas nunca mueren mientras queden vivos que los recuerden. Si tenemos fe en esto, Eddie Van Halen será uno de esos privilegiados que seguramente consiguió la inmortalidad de su alma gracias a su talento musical. Más allá de las consideraciones caprichosas que lo colocan entre los 10 mejores guitarristas del mundo, según eruditos que se esconden detrás del prestigioso nombre de alguna publicación famosa, el músico holandés-estadounidense fue el creador de (entre muchísimos otros) un solo de guitarra que estará por siempre en la banda sonora de la vida de varias generaciones, la canción “Jump” (Salta) de la agrupación de hard rock Van Halen, de la que fue cofundador.

Y es que muchos de los que crecieron en la década de los 80 del siglo pasado, y otros de generaciones posteriores, incluso aquellos que no tienen entre sus preferencias musicales el rock y menos esa vertiente conocida como hard rock, se emocionan al escuchar aquel tapping (técnica de punteo que por cierto se le atribuye a Eddie Van Hallen) frenético de “Jump” que tiene el potencial de levantar los ánimos del más deprimido.

Ya a esta hora dejó de ser noticia que Eddie Van Halen falleció el pasado 6 de octubre a los 65 años, luego de complicaciones causadas por un cáncer de garganta contra el que luchó durante la última década.

Su hijo, el también músico Wolf Van Halen, fue el encargado de trasmitir la lamentable noticia vía redes sociales, tal como corresponde en estos tiempos, «No puedo creer que tenga que escribir esto, pero mi padre, Edward Lodewijk Van Halen perdió esta mañana su larga y ardua batalla contra el cáncer», escribió Wolf en un primer tuit harto difundido por diversos medios de comunicación social.

«Fue el mejor padre que jamás pude pedir. Cada momento que compartí con él dentro y fuera del escenario fue un regalo. Mi corazón está roto y no creo que nunca me recupere por completo de esta pérdida», agregó el hijo de Eddie.

En 2007, Eddie Van Halen fue incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll. No obstante, esa comprensible manía que tenemos los seres humanos de calificar y etiquetar todo no se compara con el impacto y la influencia que ejerció y seguramente continuará ejerciendo Eddie Van Halen con su condición de artista.

Su expresividad artística, sostenida por cualidades técnicas como la velocidad de sus manos y el dominio del instrumento que adquirió en buena medida de forma autodidacta, le permitió crear varios de los riffs de guitarra más reconocidos y admirados en la historia del rock.

Si bien aprendió por su cuenta, en un momento estudió piano clásico aunque no llegó a leer partituras. Aun así, su talento se desplegó de tal manera que muchos lo creen el inventor del tapping, una técnica de punteado por medio de pequeños golpes a las cuerdas contra el mástil. Esta paternidad fue desmentida por el mismo Van Halen, pero sin duda fue quien más la popularizó.

Varias de las interpretaciones de Eddie Van Halen, mucho más allá de la súper popular “Jump”, son objeto de culto entre los más empedernidos amantes de la guitarra eléctrica. Es obligatorio mencionar el soberbio solo de aproximadamente un minuto y más de 40 segundo del tema “Eruption”. Para Mike McCready, de Pearl Jam, esta intervención es como escuchar a Mozart, según confesó este último a la revista Rolling Stones.

“Logra sonidos que no son necesariamente de guitarra. Muchas armonías, texturas, que ocurren solo por el modo en que toca las cuerdas”, describió McCready la hazaña de Eddie Van Halen en “Eruption”.

«Eddie le devolvió la sonrisa a la guitarra del rock en una época en la que se estaba volviendo un poco aburrida. También asustó a un millón de guitarristas alrededor del mundo, porque era tremendamente bueno y original», declaró por su parte el también virtuoso Joe Satriani.

Todos estos aportes a la música popular, a nuestro entender, superan con creces las “travesuras” que a fin de cuentas afectaron, cuando mucho, a su entorno íntimo. No obstante, esos mismos excesos fueron los que le causaron múltiples padecimientos que muy probablemente limitaron de alguna manera su capacidad de creación.

En fin, ya físicamente Eddie Van Halen no está entre nosotros, pero nos queda una considerable discografía que no solamente da cuenta de su talento, sino que nutren el alma con ese alimento celestial que es la música.

«Cambiaste nuestro mundo, eras el Mozart de la guitarra de rock. Viaja seguro rockstar», mencionó Nikki Sixx, bajista y principal compositor de Motley Crue, al enterarse de la muerte de Van Halen.

Nacido en los Países Bajos, Eddie creció en Pasadena, California, Estados Unidos. Y fue en ese lugar donde en 1972 fundó la banda de rock Van Halen con su hermano mayor, el batería Alex. A los hermanos se unieron el vocalista David Lee Roth y el bajista Michael Anthony.

Eddie fue el compositor de la mayor parte de las canciones del álbum de estreno del grupo, el cual los lanzó al estrellato del rock mundial en los años 80 y contribuyó a desplazar la popularidad de la llamada música disco que marcó la década de 1970. Más tarde, el éxito de la banda se consolidó con el disco 1984, donde figuran los clásicos “Jump”, “Panama” y “Hot for Teacher”. La revista Total Guitar lo colocó entre los cinco mejores guitarristas de la historia del rock junto con Brian May, Jimi Hendrix, Jimmy Page y Eric Clapton, mientras que la ya mencionada publicación Rolling Stones lo ubica en el octavo lugar en ese mismo renglón.

David Lee Roth dejó la banda en 1985 para emprender una carrera en solitario. Sin embargo, Sammy Hagar asumió su puesto y la banda lanzó una serie de álbumes con canciones que encabezaron las listas musicales mundiales.

T/ L.J.G.C. -Agencias
F/ Archivo CO
Caracas
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