Este domingo 13 de febrero, se cumplen 95 años desde que Los Teques fue nombrado como capital del estado Miranda, ciudad que recibió a artistas, políticos, empresarios nacionales y extranjeros quienes residieron en esta zona e hicieron grandes aportes a la historia local, dándole fama a la ciudad en el resto del país.
Rescate de una ciudad capital
Hoy, casi un siglo después, Los Teques, perteneciente al municipio Guaicaipuro, continúa avanzando para mantener firme su historia, así como el rescate de una Ciudad Capital, labor que emprenden sus autoridades locales, encabezados por el alcalde Farith Eduardo Fraija Norwoord, quien junto a un equipo de hombres y mujeres comprometidos, han decidido devolver ese valor, rango e importancia que representa la capital de cualquier estado.
“Para mí Los Teques es la ciudad de los sueños, la ciudad de los mitos y leyendas. Desde muy pequeño me conecte con la ciudad, su frío, el amor de la gente, y el reflejo de sus calles y avenidas. Hoy acompaño desde la alcaldía a mi pueblo, desde la gestión y una Plan de Gobierno puesto en marcha para garantizarles a cada uno de ellos una mejor Ciudad Capital”, expresó Fraija.
El nombramiento de la capital mirandina
El cronista Manuel Almeida Rodríguez deja ver en su sitio web «Rieles y Neblina», una amplia y minuciosa recopilación de lo que fue la historia y el acontecer de ese domingo 13 de febrero de 1927, cuando se llevó a cabo el nombramiento de Los Teques como capital del estado Miranda.
«El 13 de febrero de 1927 cayó domingo, que era el día de más movimiento turístico para la ciudad. Cientos de personas llegaban por el tren o carretera a los centros de distracción familiar como las plazas, los parques ‘El Encanto’ y ‘Los Coquitos’; también eran concurridos los bares, restaurantes y posadas del Llano de Miquilén, El Club social Guaicaipuro, Villa Teola, el Teatro López o el Cine Apolo. Es decir, que la ciudad tenía mucho movimiento, más aún cuando se preparaba para una fiesta pública de tal envergadura», explica Almeida.
Aquel día, los actos oficiales contaron con las palabras de David Gimón (Hijo) y del Secretario General de Gobierno Juan Vicente Rodríguez, que evocaron a Juan Vicente Gómez y también a Guaicaipuro y su gesta heroica.
«Desde esa fecha comenzó un gran movimiento urbanístico para transformar la ciudad y darle el carácter y condiciones necesarias de servicios, vialidad e infraestructura que se esperaba para una capital del Estado Miranda», relata el cronista.
Entre los personajes emblemáticos que hicieron vida en Los Teques o que frecuentaban la ciudad se encuentra Arturo Michelena, quien vivió en la calle Ayacucho, también Dionisia Bello, madre de los hijos de Juan Vicente Gómez, quien vivió en su mansión ubicada donde está hoy las Residencias Tamarí, mientras que su hijo, José Vicente Gómez Bello inauguró su quinta «Gómez», ubicada en los que es hoy el Ateneo de Los Teques.
Los guaicaipureños mantienen sus expectativas ante una nueva Ciudad Capital
Diversos son los cambios y aportes que muchas personas que residen en Los Teques aplicarían en la ciudad, tal es el caso de Indira Leal, quien a su juicio, aportaría esfuerzos en el tema turístico «para que tengamos más lugares atractivos y de recreación y así vengan más visitantes a conocer la ciudad».
Por su parte, Gladys de Villanueva señaló que «cambiaría las calles y aplicaría un poco más de seguridad», mientras que Alberto Serrano opinó que un gran aporte sería brindar más conocimiento y sentido de pertenencia a las personas para que cuiden y valoren cada espacio.
Starlin Márquez considera que «es necesario un cambio de mentalidad de cada habitante ya que a través de los valores y la cultura se puede construir una mejor ciudad». Por su parte, Luis Machado afirmó que no le cambiaría nada pero si «mejoraría los servicios públicos ya que es algo que está afectando seriamente a los guaicaipureños».
Finalmente, para Moisés Ortuño, es necesario reforzar y hacer cumplir el ordenamiento municipal y como habitante de Los Teques «aportaría el buen ejemplo, el ser un buen ciudadano, colocando la basura en su lugar, respetando las normas públicas y todo lo que se debe hacer para mantener un buen funcionamiento de la ciudad».