Luis Britto García y el coronavirus: “Estamos en los umbrales del reino de la libertad”

Confinado en su casa por la cuarentena, con tiempo para retomar proyectos literarios aplazados, Luis Britto García responde una serie de sugerencias planteadas por el Correo del Orinoco. Aquí están.

-¿Cómo evalúa usted esta pandemia que en pocos meses puso el mundo a correr y globalizó el pánico?

-Es una amenaza seria, sobre todo por su potencial propagación. Pero solo podemos apreciarla en perspectiva apreciando las estadísticas mundiales de causa de muerte en los dos primeros meses de 2020. Por coronavirus, 2.360. Pero en el mismo lapso ocurrieron 69.602 muertes por resfriado común, 140.584 por  malaria, 153.696 por suicidio, 193.479 por accidentes de tráfico, 358.471 atribuibles al alcohol. Altísimos saldos de víctimas por enfermedades o fatalidades que aquejan a la humanidad hace años, en su gran mayoría evitables, y que deberían también poner al mundo a correr para erradicarlas.

-¿Imaginaba usted esto? Nos habían dicho que el mundo se acabaría en candela y entonces un bichito que viaja en avión, en barco o a pie nos coloca contra la pared.

-Como aficionado a la ciencia y también a la ciencia ficción, manejo siempre un repertorio de potenciales fines del mundo que el desenfreno de las grandes potencias ha convertido en más que posibles. Recuerdo siempre que siguen armadas más de 16.000 cabezas nucleares a la merced de cualquier accidente o ataque de locura de quienes las manejan. El cambio climático y la contaminación pueden desencadenar una catástrofe ecológica irreversible. Las grandes potencias tienen enormes laboratorios para la guerra bacteriológica y viral, vulnerables al accidente, la mutación o a la manipulación perversa. La hiper concentración urbana y el transporte aéreo facilitan la difusión de pandemias. Para los dueños del mundo, parte considerable de la población global sería “sobrante” porque se la podría sustituir por máquinas más económicas que no plantearían reivindicaciones sociales ni económicas.

-¿Concuerda usted con que el coronavirus ha dejado al desnudo la inmoralidad del mundo capitalista? En Italia, España, Estados Unidos, Inglaterra esperaron a que las reglas del mercado de la salud actuaran. Ahora hay una mortandad y no hayan cómo pararla.

-En gran parte del mundo capitalista la salud se gerencia mediante pólizas de seguro, lo cual significa que una porción notable de la población carece de asistencia médica, por lo general las clases sociales más vulnerables. La meta de las empresas que manejan la atención médica no es la salud, sino la ganancia. El mercado niega medicinas y cuidados médicos a quienes no tienen dinero; a veces retrasa hacer disponible una cura efectiva porque la terapia incompleta que venden les reporta mayores beneficios, dura más y permite la prolongación de la enfermedad. Comparemos la rápida respuesta a la epidemia que dirigieron los gobiernos de China y de Cuba, con las acciones dispersas y contradictorias de Estados Unidos y de algunos países europeos.

La vida ante todo

-Los países con gobiernos de corte humanista o socialista han confirmado que están mejor preparados para enfrentar esta pandemia. ¿Cómo evalúa las medidas tomadas por el presidente Nicolás Maduro?

-Pues bastante bien. Sin la menor vacilación ha suspendido las reuniones educativas y las laborales, salvo en servicios indispensables, como los sanitarios, de seguridad, de comunicación, los financieros del sector bancario y algunos otros. Estas medidas tienen un algo costo económico, pero lo compensan las vidas que se salvan al evitar el contagio por transmisión de persona a persona. Hasta el presente, que yo sepa, hemos detectado 70 casos de coronavirus, y también, hasta donde sé, no ha habido ni una sola víctima fatal. Por contraste, en España habría 20.309 casos y 1.002 fallecidos, en Estados Unidos, 14.631 y 210 fallecidos, en Alemania 18.361 y 52 fallecidos, en Francia 10.831, con 371 fallecidos, Canadá, 923 casos y 12 fallecidos, Brasil, 621 con 6 fallecidos, Cuba, 16 casos y un fallecido. Son cifras que aumentan día a día, pero las diferencias saltan a la vista.

-¿Y la madurez, la solidaridad, y el comportamiento de los venezolanos en contraste con las cadenas farmacéuticas que aumentaron y escondieron el alcohol, la vitamina C, los tapabocas, el gel antibacterial?

-Es la misma falta de solidaridad que mostraron al esconder los bienes de primera necesidad al comienzo de la crisis, y luego al seguir los dictados de Dolar Today para destruir premeditadamente el signo monetario y abrir paso a la divisa imperial mediante la cual el narcotráfico y los legitimadores de capitales están adquiriendo activos fundamentales en nuestro país. El ataque contra la salud económica es un preámbulo de la agresión contra la salud fisiológica, que ellos esperan que desencadenará una ofensiva contra la salud política. En todos esos ámbitos podemos y debemos defendernos; la respuesta al coronavirus demuestra que ello es no solo deseable sino posible. Mientras los empresarios cuenten con la impunidad para todas las tentativas de destruir el país que emprendan, continuarán haciéndolo. Si se los detiene con medidas drásticas, desistirán.

Realidad y ficción

-Estados Unidos nos continúa imponiendo sanciones, al igual que a Irán y Cuba. El FMI nos niega un préstamo para afrontar la pandemia y prosigue el “bullying” mediático contra nuestro país. ¿Qué puede hacer Venezuela?

-No hay que llamar “sanciones” a vulgares agresiones de latrocinio y bandolerismo, cuando no de ratería, como la confiscación de bienes y reservas internacionales de nuestro país en el extranjero, conductas prohibidas expresamente por la Convención de Naciones Unidas sobre bienes de los Estados en el exterior. Debemos demandar ante la ONU el fiel cumplimiento de esa convención, suscrita por la mayoría de los Estados miembros. En cuanto al FMI, todos sabemos que es un organismo usurero cuya finalidad es anular la soberanía de los Estados miembros a cambio de préstamos y, de ser posible, aniquilar también al gobierno del país receptor. También sabemos que en 1989 el FMI entregó a Carlos Andrés Pérez un préstamo a cambio de la soberanía de Venezuela, sabemos también que ese préstamo condujo al genocidio del 27 de febrero de ese año, y a la caída definitiva de Carlos Andrés y de Acción Democrática. El FMI y sus medidas neoliberales es el beso de la muerte de países y organizaciones políticas. Quizá mejor que hayamos evitado ese contagio personal.

“En cuanto al acoso mediático”, prosigue, “los cinco mayores megamonopolios de la información son financiados por el capitalismo. Atacar a Venezuela es su oficio, su razón de ser, y para eso les pagan. No podemos modificar ni su financiamiento ni la orientación que responde a él. Lo que hay que hacer es refutar sus falsedades con hechos, divulgar esas respuestas, y más que ser reactivos, crear material afirmativo que divulgue nuestras razones y puntos de vista. Como ejemplo, un lamentable artículo de The Washington Post, que fue inteligentemente criticado por Néstor Francia, pinta como caótica la situación de Venezuela, en donde, que yo sepa, todavía no tenemos una sola defunción por coronavirus, pero no dedica una línea a Estados Unidos, donde hasta ahora van 14.631 contaminados y 210 fallecidos. Igualmente, un documental de la Australian Broadcasting Corporation califica de medida dictatorial la indispensable cuarentena e intenta pintar como desesperada la situación de China, pero no dedica ni un fotograma a la situación en otros países. Para ellos solo habría enfermedad en China, lo que es una burda mentira.

-En Italia la gente canta desde los balcones; en varias partes del mundo prohíben los acompañamientos de los cortejos fúnebres hacia el cementerio y el funeral puede seguirse por Skype, Periscope e Instagram. En el Vaticano el Papa bendice, Urbi e orbi, en la plaza de San Pedro, a una multitud ausente. ¿La realidad supera a la ficción?

-Vi un video en el cual un vehículo de la fuerza pública italiana circulaba de noche por calles desiertas con altoparlantes que decían: no salgan a la calle. Todo muy parecido a una película de Steven Soderberg de 2010, Contagion, sobre un virus cuya propagación empieza a minar el orden social, provoca saqueos de farmacias y automercados, mientras farsantes tratan de enriquecerse vendiendo curas falsas. Con frecuencia la realidad supera la ficción, esperemos que esto no suceda en el presente caso.

– Aunque suene a lugar común, ¿el mundo será igual después del coronavirus? ¿Se avecinan cambios?

-Hay que tener en cuenta las declaraciones de Noam Chomsky, quien sostiene que el coronavirus fue elaborado en Estados Unidos porque, cito textualmente, “USA necesitaba imperiosamente parar y retrasar la locomotora china, para no perder su supremacía mundial económica y su papel de gendarme planetario”. A tal efecto, seguimos citando a Chomsky, “la CIA, Bildeberg, Israel y demás poderes mundiales, acuerdan hacer estallar una guerra bacteriológica de baja intensidad propagando en territorio chino un virus de laboratorio, el Covid-19”. Misteriosamente, el segundo gran foco de infección es Italia, país que se había mostrado favorable a la iniciativa china de la Ruta de la Seda. Chomsky añade que los estadounidenses tenían ya una vacuna preparada para aparecer como salvadores del mundo cuando la pandemia se hubiera propagado y, qué casualidad, hace poco Trump anuncia que ya tienen lista la vacuna, y que en abril terminarán las pruebas en humanos .y se la difundirá. De ser ciertas las acusaciones de Chomsky, es de presumir que China no se quedará con los brazos cruzados, y retaliará contra Estados Unidos, por ejemplo, cobrándole el tercio de la deuda externa que dicho país debe a China, haciendo valer las acciones que ha adquirido en las compañías informáticas estadounidenses y reforzando la hegemonía que ya tiene por el dominio de las plataformas 5 G. eso, por decir lo mínimo.

-Algunos  análisis  inteligentes sostienen que el desplome económico actual de los países desarrollados capitalistas no es consecuencia del coronavirus, sino que la plaga está siendo utilizada como cortina de humo para disimular la crisis.

-En fin, si la cuarentena se prolonga y gran parte del sistema sigue funcionando con las personas trabajando desde su casa en computadoras, se comprobará lo que vengo afirmando hace tiempo: estamos en los umbrales de un nuevo modo de producción, en el cual la información es el bien más valioso y su procesamiento el trabajo más productivo. Cerca del 70% del PIB del mundo es generado por el sector terciario, de información, administración, educación, investigación, producción estética y servicios. Casi todo este producto puede ser elaborado a distancia, en casa, con computadoras propiedad del usuario. Ello haría innecesaria la concentración de administradores en el centro de las ciudades, el derroche de tiempo, vehículos y combustible, y atenuaría el efecto invernadero. A diferencia del pan, la información puede ser multiplicada casi infinitamente con un costo insignificante. Estamos en los umbrales del reino de la libertad.

-¿Qué hace Luis Britto García en casa en tiempos de cuarentena?

-En la semana anterior a la cuarentena estuve en una reunión del capítulo venezolano de En Defensa de la Humanidad y di cuatro conferencias, algunas de más de tres horas. Ahora puedo escribir sin interrupciones para concluir varios libros en preparación: una novela sobre la inteligencia artificial, un libro de relatos ultrabreves, un ensayo sobre el capitalismo, una Historia de la Cultura en Venezuela y un ensayo sobre las tendencias de la economía y la sociedad en el siglo XXI llamado El reino de la libertad. Lo único que puedo decir es: coronavirus, no pases, estoy ocupado.

 

 

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Recuadro

Unión cívico-militar

-¿Qué tal esta difamada unión “cívico militar”?

-La unión cívico-militar tiene una importancia decisiva en el control y la erradicación de la plaga. Tanto el ejército como la milicia y la reserva se han distribuido tareas exigentes y riesgosas para el mantenimiento de la cuarentena y del orden público. Desde que Chávez asumió la Presidencia dispuso que las Fuerzas Armadas desempeñaran también tareas de apoyo y colaboración con el resto de la población, tales como defensa civil en caso de catástrofes naturales, apoyo en reparación de vías, transporte de alimentos, vialidad, educación, en infinidad de otros menesteres. Una vez más se demuestra lo acertado de este cambio.

-Un crucero turístico con pasajeros contaminados a bordo deambula por los mares y es rechazado en los puertos de muchos países. Una isla como Cuba, satanizada durante más de 50 años, le ofrece ayuda humanitaria, ¿qué tal ?

-El auxilio a los navegantes es regla universal que respeté mientras yo mismo era navegante deportivo y submarinista. Pero los puertos y los aeropuertos pueden y deben imponer restricciones al acceso de pasajeros y mercancías que pudieran portar un contagio. Al mismo tiempo, las autoridades no pueden negar los auxilios indispensables a una nave a la cual aplican medidas de cuarentena, ello sería una virtual condena a muerte.

T/ Manuel Abrizo
F/ Archivo CO
Caracas