Cuando falta muy poco para que anuncien el ganador del premio Mánager del Año, que se otorga al mejor dirigente de la presente temporada de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional Venezolano (LVBP) los candidatos más fuertes son Luis Dorante, de Cardenales de Lara, y Lipso Nava, de las Águilas del Zulia.
Las y los periodistas acreditados y autorizados para votar para todos los premios que otorga la LVBP, tendrán que dirimir entre los dos mejores managers de la presente zafra, que contó en un principio hasta con ocho dirigentes nativos, lo que habla del nivel de los estrategas venezolanos.
Los ocho equipos que integran la LVBP, contaron con sus respectivos dirigentes nacionales quienes dieron su mejor esfuerzo por llegar a la “fiesta de enero”.
LOS FINALISTAS
Los candidatos más fuertes para obtener el galardón son Luis Dorante, quien dejó el mejor récord de la liga al mando de los pájaros rojos con 39 victorias. Los Cardenales son los grandes favoritos para alzar el título de la LVBP. Dorante fue el primero en conseguir el pase a los playoffs.
“Fue un gran año para nosotros. Hicimos los movimientos necesarios para conseguir las victorias. Todo el crédito debe ser para los jugadores, quienes se juntaron para buscar la fórmula ganadora y sobre todo para salir a ganar todos los juegos”, dijo Dorante.
Por su parte, Nava, quien debutó este año como estratega en la liga, logro clasificar de segundo, pero tuvo la particularidad de que estuvo todo el año entre los dos primeros lugares, con un equipo en el que no habían grandes figuras, hasta las últimas semanas de competencia.
“Si no logramos ganar el título, de nada habrá servido tanto esfuerzo. Siempre le dije a mis jugadores que hay que salir al terreno de juego a darlo todo y sobre todo a batallar en cada uno de los compromisos”, explicó Nava.
LOS ESTRATEGAS
Durante el desarrollo de la pelota rentada de la nación, se pudo ver a dirigentes de la talla de Oswaldo “Ozzie” Guillén, ganador de la Serie Mundial de las Grandes Ligas en 2005, al frente de los Medias Blancas de Chicago, y que dirigiendo a los Tiburones de La Guaira, solo pudo llegar en el quinto lugar.
“Definitivamente dirigir en Venezuela es más complicado que hacerlo en las Grandes Ligas, porque allá solo te enfocas en los juegos, acá hay que hacer cambios todas las semanas y eso en una locura”, agregó Guillén.
Entre tanto Henry Blanco, quien llegó casi a mitad de campaña para estar al frente de los Bravos de Margarita, agarró el equipo en el segundo lugar de la tabla y logró clasificar en el sexto puesto, eliminando a los Navegantes del Magallanes.
LO MALO
En la liga estuvieron estrategas de la categoría de Alfredo Pedrique, quien fue el primer venezolano en dirigir en las Grandes Ligas, y que en su segundo año al frente de los Leones del Caracas, fue despedido en la recta final de la compaña, tras una mala jugada por parte de los peloteros que no lo querían en la cueva.
“Es muy duro saber que pudiste haber ganado muchos juegos, en los que los peloteros entregaron los compromisos”, afirmó Pedrique en su salida.
Otro que corrió con la misma suerte fue Carlos García, quien fue despedido de la nave turca, por un boicot por parte de los jugadores.
Mientras que Eduardo Pérez, actual campeón de la LVBP, también dejó su cargo a la orden al no poder controlar un club house lleno de egocentrismo.