Un movimiento contrarrevolucionario “se está nucleando en América Latina”|Luis Navarrete: La derecha promueve la falsa idea de un socialismo democrático nuevo

El profesor Luis Navarrete denunció que la derecha venezolana está promoviendo la falsa idea de un socialismo democrático nuevo, debido a que el chavismo visto como fuerza política ha ganado mucho terreno en la opinión pública y en los sectores populares.

Entrevistado por el Correo del Orinoco el catedrático (jubilado) de la Universidad Central de Venezuela (UCV) señaló que desde el mismo instante de su nacimiento, el fascismo al cual intentan parecerse cuenta con una tendencia natural para enmascararse, “porque ese es un movimiento terrorista que recurre a la violencia de todo tipo”.

De hecho, recordó que por medio del impulso de ese sector político se han desatado guerras en todo el mundo. Además insistió en que el mismo tiene una marcada posición colonialista.

En el contexto del lanzamiento del Programa Nacional de Formación en Historia que adelantan los ministerios del Poder Popular para Cultura, Educación Universitaria, Comunas y el Centro Nacional de la Historia, Navarrete indicó que inicialmente el fascismo pretendió hacerse pasar por socialismo, engañando a los pueblos con esa gran mentira.

Como ejemplo, refirió que el movimiento político al que pertenecían los nazis fue llamado Partido Nacional Socialista. “Ahora, en Venezuela, no se identifican abiertamente como socialistas porque ya sería demasiado, pero en cambio se hacen llamar progresistas, creyendo que con esa terminología conquistarán a todo el mundo”, asintió.

SE DISFRAZAN DE AVANZADOS

La palabra progreso, ilustró el profesor Navarrete; la puso de moda la oligarquía latifundista del siglo XIX en América Latina. En su opinión, es contradictorio que los grupos que atentan contra la Revolución Bolivariana se asuman ante la gente como progresistas, cuando “en realidad son retardatarios, reaccionarios y de ultraderecha”.

Al respecto, criticó que precisamente desde ese sector han tratado de manipular al pueblo, imitando al presidente Hugo Chávez Frías en su gesticulación y en la cercanía que este mantuvo con el pueblo.

Incluso, consideró que estos “se disfrazan de avanzados” para aparentar ser amigos de los pobres. Asimismo, señaló que usurparon el uso de la indumentaria tricolor, que inicialmente comenzó a ser utilizada por las y los bolivarianos, con el firme propósito de generar confusión.

El docente denunció que “la campaña mediática de la ultraderecha es tan incisiva, continua y profunda, que han llegado a conquistar sectores de las capas medias que se sienten burgueses, siendo, si acaso, pequeños burgueses”. De igual forma, indicó que han mantenido engañadas y engañados a algunos trabajadores “que no tienen conciencia política”.

Al respecto, destacó que precisamente la labor que tendrá el Programa Nacional de Formación en Historia puesto en marcha el pasado miércoles, es “estimular y desarrollar una conciencia en torno al riesgo que están corriendo, no solamente Venezuela y Latinoamérica, sino la humanidad entera, frente a la amenaza del fascismo”.

ULTRADERECHA REAGRUPADA

Advirtió el profesor universitario que el fascismo está tomando mucha fuerza en el mundo. En su disertación, recordó esta ideología política nace como una respuesta inmediata del capitalismo transnacional y del gran poder imperialista, cuando resurgieron los movimientos revolucionarios en el mundo.

Dijo que Venezuela ha sido el país que ha tomado con mayor fuerza las grandes ideas del socialismo moderno, continuando con el proceso de la Revolución Cubana en otras dimensiones, y tomando en cuenta la experiencia de la Unidad Popular en Chile con Salvador Allende.

“Esa idea no había muerto como quizás se pensaba, sino que se mantenía recesiva, estaba latiendo en el espíritu de los pueblos de América el cauce del socialismo”, acentuó.

En la medida en que fue llegando una nueva oleada progresista y revolucionaria al continente, la ultraderecha también empezó a reagruparse, recalcó Navarrete, quien fue perseguido y torturado por la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.

Ahora, reconoce el experto, “todo ese movimiento contrarrevolucionario que se está nucleando en América Latina busca precisamente detener este proceso de cambios que reinició la Revolución Bolivariana”.

ALERTA ANTE NUEVAS ARREMETIDAS

Los avisos sobre esta nueva arremetida contra el proceso bolivariano son muchos, alerta el profesor, quien reconoció que desde el mismo momento en que el presidente Hugo Chávez asume el poder comenzaron a llegar a la Patria de Bolívar las amenazas del fascismo.

Seguidamente, prosigue Navarrete, cuando el Mandatario opta por aplicar un programa auténticamente revolucionario en el país, vienen el golpe de Estado, el paro petrolero, las guarimbas y una serie de actos terroristas contra las embajadas de países amigos, entre otros actos deleznables.

“Lo más reciente se suscitó cuando la ultraderecha desconoció los resultados de las últimas elecciones, provocando 16 muertos y casi 100 heridos”, explicó el catedrático, para quien los elementos acaecidos durante los últimos 14 años permiten detectar con claridad que el fascismo pudiera estar renaciendo en Venezuela.

Asegura que esta corriente política está representada en el país básicamente por el partido político de derecha Primero Justicia (PJ). “No es que los demás partidos no tengan alguno de sus componentes,  porque si vamos al caso, toda la oposición es fascista, la diferencia está en que el resto de los partidos están manipulados y hegemonizados”, precisó.

INTERÉS POR EL CAPITAL

En opinión del ministro del Poder Popular para la Cultura, Fidel Barbarito, las acciones del fascismo, vistas como la perspectiva radical e irracional de una derecha contrarrevolucionaria que aspira nuevamente al poder, han dejado en evidencia que van en contra del pueblo venezolano.

“Ellos se dicen contrarios al modelo político de la Revolución, pero efectivamente lo que son es contrarios a los intereses del pueblo”, declaró el alto funcionario, aclarando al mismo tiempo que esas corrientes ideológicas totalitarias tienen su interés no en el Estado o en la nación, sino en el capital, en la mercancía, porque a su juicio, esa es su energía movilizadora.

“No es la instalación de un Estado soberano, independiente, libre y democrático lo que los mueve, sino la dictadura del capital”, fustigó. En contraste, señaló que a las y los revolucionarios “los mueve el amor a la patria, la libertad, la democracia, la formación y la organización popular”.

CONSTRUYENDO CONCIENCIA

Explicó Barbarito que el Programa Nacional de Formación en Historia está orientado a la salvaguarda  y recuperación de nuestra memoria histórica y patrimonial. El mismo tiene como fundamento la relectura de la historia desde una perspectiva crítica y busca formar hombres y mujeres que, basados en el ejemplo del comandante Hugo Chávez, construyan la conciencia y la sensibilidad necesaria para liberarse de la colonización cultural, de la historia dominante y del secuestro de nuestra memoria. A su juicio, la conciencia florece del conocimiento y la sensibilidad del amor.

Sostuvo que el líder revolucionario fue quien transformó la lectura de la historia al develar la manera en que la historia dominante, que a su criterio es una estrategia imperialista, nos espolia el conocimiento de materias primas, de recursos y aplana nuestras culturas.

El ministro de Cultura dijo que, adicionalmente, “el legado del Comandante Supremo también nos vincula con la dignidad de nuestros pueblos originarios, con la profundidad humanista de nuestras propias culturas y con la capacidad que han demostrado las mujeres y los hombres nuestroamericanos de la condición y voluntad irrenunciable de ser libres a toda costa”.

FASCISMO Y DERECHA SON DISTINTOS

Para Oscar León, director de operaciones del Centro Nacional de Historia, no es lo mismo hablar de fascismo que de derecha. Consultado también por el Correo del Orinoco, apuntó que la Revolución Bolivariana está enfrentando a la derecha, no al fascismo como tal.

Describió el experto que la característica fundamental del fascismo es que es un movimiento de masas. Adolfo Hitler y Benito Mussolini, ilustró, llegaron al poder en Alemania e Italia “como un movimiento de masas que emerge de abajo y la gente los siguió entusiasmada por las razones concretas de la guerra”. En contraste, refirió que Pinochet no tuvo ningún apoyo popular en Chile.

“Las dictaduras de derecha son la e-+xpresión de la oligarquía que manda en las sociedades capitalistas burguesas, en cambio, el fascismo y el nazismo son expresiones de una visión popular que luego de instaurarse en el poder traiciona a su movimiento de masas”, precisó.

Por esta razón, el especialista asegura que “no se debe separar de una manera mecánica al fascismo de la democracia burguesa”, dado que se estaría incurriendo en un grave error pues “el fascismo forma parte de la misma historia del capitalismo”. Esa etapa histórica, señaló, tiene una dimensión mundial y sus particularidades en cada nación.

DEMOCRACIA BURGUESA

De acuerdo con el director de operaciones del Centro Nacional de Historia, “la democracia burguesa busca desmarcarse del fascismo para aparecer como la democracia per se, pero nosotros tenemos que pensar en una democracia que no es la burguesa”.

Señaló, en ese sentido, que una cosa es ver la democracia burguesa como un problema institucional y otra en su dimensión estratégica. “Si se confunde lo institucional con lo estratégico, la Revolución Bolivariana se equivoca”, advirtió. Amparado en esa teoría, León insiste en que “la guerra no es entre liberales y dictatoriales como nos quieren hacer creer, en realidad la guerra es entre ricos y pobres”.

CUIDADO CON LAS ELECCIONES

Sostuvo León que las y los revolucionarios se han preocupado mucho por la actitud violenta de los fascistoides, pero se han descuidado cuando van a las urnas. “En Europa, el fascismo y el nacismo llegaron al poder por la vía electoral, legítima y constitucional, ahora, los dirigentes de la burguesía amarilla pueden hacer lo mismo en Venezuela”, avisó.

Detalló que el fascismo es un proyecto histórico que por suerte ha fracasado a mediados de siglo, pero lo que se ve en Venezuela es más bien una derecha con conducta fascistoide, “porque en cierta forma tienen algún parecido y hasta se identifican en cierta gestualidad”.

El historiador enfatizó que a la burguesía no hay que ponerle una máscara llamándola fascista, ésta simplemente es la burguesía de la derecha. “Si Acción Democrática y Copei, antigua social democracia y social cristianismo, siguen a esta derecha extrema, ya no tenemos derecha moderada”, apuntaló.

Para ilustrar esta hipótesis, Oscar León citó el caso de Europa, “donde en este momento los partidos supuestamente socialistas están apoyando los planes del neoliberalismo internacional”.

Concluyó, a ese respecto, que la socialdemocracia moderada y extremista están haciendo causa común, por lo que exhortó al pueblo venezolano a “no sumarse a la fiesta del antifascismo sin saber de qué se está hablando”.

Identificar las diferencias entre la derecha y el fascismo

Oscar León, del Centro Nacional de Historia, considera importante que las venezolanas y los venezolanos sepan identificar las diferencias que existen entre la derecha y el fascismo. “Cuando un derechista trata al pueblo de chusma, es derechista, pero cuando un derechista halaga al pueblo, esa es una actitud fascista”, diferenció.

El máximo dirigente de la Alemania nazi, acotó el historiador, planteaba conquistar el mundo, mientras que la burguesía venezolana no quiere conquistar al mundo sino que sea Estados Unidos quien lo conquiste y ella hacerle el favor aquí.

“Él venía del ejército, nombra el Partido Nacionalsocialista Alemán y comienza como un movimiento popular, desde abajo, y eso es distinto a lo que sucede aquí, porque estos son niños de la burguesía que vienen de arriba”, refutó.

T/ Héctor Escalante
F/ Miguel Romero