El economista Yldefonso Finol alertó que el “germen”de esta ideología está en las personas que se creen superiores a otras|Luis Navarrete: El fascismo es una respuesta de la ultraderecha capitalista contra los procesos revolucionarios

Muñecos con franelas rojas colgados de los árboles, guayas en las vías públicas para asesinar motorizados y manifestaciones violentas protagonizadas por grupos opositores al Gobierno en algunos municipios de Venezuela desde el pasado 12 de febrero, han prendido las alarmas en la población que ve con preocupación estos hechos y expresiones calificadas como fascistas.

Para el profesor jubilado de la Universidad Central de Venezuela, Luis Navarrete, “el fascismo es una respuesta de la ultraderecha capitalista contra la emergencia de procesos revolucionarios”. El intelectual aseguró que esta ideología política de extrema derecha está viva en la patria de Bolívar.

El docente, que acaba de publicar el libro El fascismo, vanguardia extremista del capitalismo (UBV. Ediciones del Rectorado), señaló que esta ideología se caracteriza por ser contrarevolucionaria, antimarxista, antisocialista y busca imponerse con “métodos extremos de represión”.

Por su parte, el economista Yldefonso Finol Ocando coincide con Navarrete en que el fascismo rechaza todo postulado que provenga de la izquierda. Indicó que es un movimiento político que surgió hace un siglo, en Italia, que tiene como precepto la negación del otro, de quien no se afilia con sus ideas. Adicionalmente, recalcó que tiene como práctica la instauración de una hegemonía política a partir de la violencia, de la agresión al otro para tratar de destruirlo.

“A garrotazos, y liderados por Benito Mussolini, asesinaron a miles de personas estando en el poder y antes de tomar el poder asesinaron a dirigentes sindicales, militantes socialistas y comunistas”, contó.

Luis Navarrete describió que el fascismo en Venezuela es ejercido por “una vanguardia extremista” y consideró algo “novedoso” que este sector se encuentre en la oposición. “Aquí tenemos un núcleo fascista constituido por Primero Justicia (PJ), Voluntad Popular (VP), se han apoderada de la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y tienen arrinconado al resto de los sectores que fueron progresistas en el pasado como AD y Copei”, puntualizó.

El profesor cree que los dirigentes de PJ y VP son “la gente más peligrosa” que tiene actualmente Venezuela. Consideró que estas dos organizaciones están distanciadas por una “fisura circunstancial” por las pugnas en la conducción del liderazgo, pero “la ideología de Leopoldo López es la misma que la de Henrique Capriles”.

Por otra parte, el académico sostiene que AD y Copei se han mantenido en silencio durante esta coyuntura de manifestaciones violentas porque apoyan la salida del presidente chavista Nicolás Maduro, esa es “su única consigna”.

Además, Navarrete criticó que este sector se llama a sí mismo progresista y hasta se dice de centro izquierda, con el fin de conseguir votos, porque “para derrocar al chavismo hay que tener votos y ellos no los tienen”.

Por su parte, Finol Ocando opinó de forma similar al docente, sostiene que hoy el fascismo se expresa desde un sector político que no ha podido derrotar electoralmente al chavismo desde 1999. Los actos violentos son calificados de fascismo porque intentan además “restaurar los privilegios” que perdió la derecha.

ENTRE GUARIMBAS

Rememoró que la primera guarimba contra Maduro la convocó el candidato perdedor de las elecciones del 14 de abril de 2013, Henrique Capriles, cuando desconoció los resultados legítimos del Consejo Nacional Electoral y llamó a descargar la rabia. Ese llamado dejó un saldo de 17 personas fallecidas en circunstancias relacionadas con el discurso del actual gobernador de Miranda. “Esto es una forma de fascismo, cruel y criminal”, asentó.

Finol Ocando explicó que no se trata solo de los hechos violentos y que se deben tomar en cuenta todas las acciones y la campaña previa para desestabilizar al país desde lo económico, lo social, lo cultural y lo político: “Son fases previas para buscar una explosión violenta y asaltar el poder”.

Aunque hay sectores de la derecha que se dicen demócratas, a decir de Finol Ocando, todo este conglomerado político “esta chantajeado por el mismo modelo violento”. Además, se observa en la ausencia de sus proyectos, sin una consigna clara. “Su política es el antichavismo pero sin proyecto”, sentenció.

Por eso quien “es más antichavista capta la atención de las personas llenas de odio, que lamentablemente son un grupo grande”. Igualmente, esto se aprecia en la competencia por el liderazgo por ser el más extremista entre figuras como el gobernador Henrique Capriles, la diputada María Corina Machado, el coordinador de VP, Leopoldo López y el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, entre otros, analizó Finol Ocando.

Ejemplificó que en el debate de la Asamblea Nacional de la semana pasada se pudo ver como la derecha fue nuevamente indiferente ante denuncias como la que hizo la diputada Tania Díaz, quien presentó un supuesto audio con voz de María Corina Machado instando al golpe y a las acciones de calle, incluso violentas. “Todos han salido a defender la guarimba, porque es el plan para tumbar a la Revolución Bolivariana”, resaltó.

Finol Ocando, autor del libro La nueva cara del fascismo (Editorial Cacique Nigale), alertó que el “germen” de esta ideología está en la actitud discriminatoria y prepotente de las personas que se creen superiores a otras: “Siendo minoría quieren tener el poder. Ahí está el sustrato, para ellos los votos chavistas no cuentan porque son niches, pata en el suelo, mestizos, indios y ahora los llaman colectivos violentos, cuando son ellos quienes embochinchan al país”.

Los jóvenes que protagonizan algunas de las manifestaciones violentas son una “máscara de las bandas pagadas” por la ultraderecha, con la intención de crear un estado de conmoción nacional y el Presidente se vea obligado a renunciar, apuntó Navarrete.

EL PASADO

Yldefonso Finol Ocando cree que siempre ha existido el fascismo en Venezuela, mediante diferentes manifestaciones que incluso se tradujeron en algunas políticas de Estado de la Cuarta República. “No olvidemos que el Partido Social Cristiano Copei fue creado por unos muchachos que en la época gomecista pertenecían a la llamada Unión Nacional Estudiantil, que entre otras cosas, con unos garrotes, parecidos a los garrotes de los Fasci di combattimento (fasces de combate) de los fascistas italianos, apalearon a un humorista que tenía unas publicaciones críticas y de izquierda, Leoncio Martínez. Esa es una historia que las nuevas generaciones no conocen”, contó.

El profesor Luis Navarrete dijo que en el pasado Copei tuvo relaciones con sectores del franquismo en España y del régimen pinochetista de Chile.

¿QUÉ HACER?

Para combatir el fascismo, Finol Ocando recomienda actuar con inteligencia y con conciencia, particularmente, porque se tiene clara la “anomalía social”. Igualmente, el pueblo debe estar preparado para enfrentarla si es necesario y evitar que logre sus objetivos y se fortalezca.

Insistió en que el fascismo en Venezuela está financiado por el imperialismo estadounidense y tiene el componente del “santanderismo”, una terminología que describe en su libro, en el cual establece históricamente como el prócer colombiano Francisco de Paula Santander se alineó con la doctrina Monroe, “América para los americanos”. “Santander dijo que este mensaje era un alivio para la región, eso está documentado por investigadores, no es un arrebato anticolombiano”, reseñó el intelectual.

Afirmó que el “santanderismo” se expresa en las políticas para convertir a Colombia en una nación servil a los Estados Unidos, por ello, figuras como el expresidente Álvaro Uribe Vélez están vinculados con la desestabilización de Venezuela, según denuncias del canciller Elías Jaua y la titular del despacho de Comunicación e Información, Delcy Rodríguez.

Navarrete consideró que el fascismo no se elimina, solo puede reducirse y obligarlo a entrar en los parámetros de la democracia, las instituciones, la Constitución y las leyes. “Hasta el momento, han estado en el marco legal cuando les conviene para ir a elecciones y ganarlas. Cuando pierden dicen no, que aquí no hay democracia”, agregó.

Demandó además que los sectores fascistas deben ser vigilados constantemente “porque no van a dejar de conspirar nunca”. Adicionalmente, las trabajadoras y los trabajadores deben tomar consciencia y señalarlos.

Finalmente, apuesta a que el Gobierno se mantenga en la calle con el pueblo.

DEL SUR AL NORTE

El economista Yldefonso Finol Ocando, quien acaba de presentar su libro La nueva cara del fascismo (Editorial Cacique Nigale), reconoció que esta ideología no siempre se manifiesta de la misma manera e históricamente ha tenido sus variaciones.

En el contexto latinoamericano, el fascismo sacudió fuertemente en los años setenta a los países del Cono Sur con el regímen de Juan María Bordaberry en Uruguay, el derrocamiento de Salvador Allende por el régimen de Augusto Pinochet en Chile (1973), el golpe de Jorge Videla en Argentina (1976) y la dictadura durante 35 años de Alfredo Stroessner en Uruguay. “Fue una conspiración transnacional para destruir a la izquierda, causar violaciones masivas a los derechos humanos, se llamó Operación Cóndor. Esa es una forma de fascismo”, ilustró.

Allende, que avanzó a la Presidencia con un programa socialista mediante la elección popular, fue derrocado en menos de tres años por parte del sector más radical del Ejército con el apoyo de los Estados Unidos. “¿Y qué se instaló? Un régimen netamente fascista”, acotó por su parte el profesor jubilado de la Universidad Central de Venezuela, Luis Navarrete.

El docente agregó que el fascismo también se manifestó en la región con el “boicot económico oficializado” contra Cuba, desde que triunfó la Revolución en la isla hasta el presente.

SIN SUTILEZAS

Pese a que muchas personas consideran muy dura la palabra fascismo, cuando una terminología se vuelve de uso común no se le puede pedir al pueblo y a los líderes políticos –que no son académicos— que hablen con refinamiento y elegancia sobre hechos que se inscriben dentro de esta ideología de extrema derecha, aclaró el profesor jubilado de la Universidad Central de Venezuela, Luis Navarrete.

Texto/Várvara Rangel Gil
Foto/Archivo CO