No se entregó bajo los términos del juez Moro
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A las 5 de la tarde de ayer (4 pm hora venezolana), venció el plazo otorgado por el juez Sergio Moro al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva para que se presentara ante la comisaría principal de la Policía Federal en la ciudad de Curitiba. Sin embargo, no hubo entrega, Brasil ayer había amanecido de lucha.
En toda la geografía brasileña se efectuaron movilizaciones y cortes de ruta. El coordinador del Movimiento de los Sin Tierra, Joao Paulo Rodrígues, afirmó que en total registraban 80 carreteras y autopistas interrumpidas por movilizaciones en todas las capitales del país. En el centro de Río de Janeiro el acto unitario en defensa de la democracia contó con la participación de miles de ciudadanos. Mientras tanto, el epicentro de batalla del pueblo brasileño era la sede del emblemático Sindicato Metalúrgico ABC en la localidad de San Bernardo, estado de Sao Paulo.
Decenas de miles de personas se concentraron para escuchar las intervenciones de los principales dirigentes de los movimientos y partidos de la izquierda brasileña. Allí se hicieron las 5 en punto de la tarde y la multitud gritaba “Lula no se entrega”. Esperaban por la intervención del líder. Lula se asomó en compañía de la dirigenta comunista Manuela D’Avila para saludar a los presentes, quienes lo aclamaron como si tratase de Brasil anotando en un campeonato mundial de fútbol. Se especulaba que entrada la noche, luego de finalizadas las reuniones con su equipo político y de abogados, se dirigiría a la concentración popular.
«El sindicato tiene una dirección pública y conocida por todo el mundo. Es aquí que estamos. Es aquí que nos quedaremos. El presidente Lula está adentro y aquí se quedará», expresó la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, ante los presentes en San Bernardo. También les trasladó un mensaje del expresidente: «Voy a convertirme en un símbolo de la resistencia de los trabajadores».
Quedaban las interrogantes sobre qué ocurriría. Con una élite dispuesta a todo para impedir que Lula sea nuevamente candidato y presidente de Brasil, cualquier cosa se podía prever. Pero la jornada fue una especia de primer round de estudio entre boxeadores. Los abogados del exmandatario dieron algunas respuestas sobre el asunto.
NO LO HARÁ CON LA CABEZA BAJA
“No habrá resistencia, pero él no irá al matadero con la cabeza baja, por libre y espontánea voluntad”, dijo uno de los juristas de su equipo de defensa, José Roberto Batochio. Mientras llegaban caravanas de ciudades cercanas para engrosar la vigilia en el sindicato ABC, dirigentes del PT confirmaron que Lula dormiría una noche más en la sede de los metalúrgicos. Otros daban por sobreentendido que el líder popular no se entregaría, tendrían que ir a buscarlo.
Batochio subrayó que la decisión del exmandatario “no es rebelión”, porque es un derecho de la persona preservar su libertad y no contribuir con cualquier acto que se la suprima, argumentó el abogado.
Pero seguían las dudas sobre qué pasaría. La manifestación popular que está en San Bernardo no parece fácil de convencer de que la policía efectué allí la detención de Da Silva.
Lo cierto es que según el propio tribunal que integra el juez Moro, Lula no se encontraría en calidad de “fugitivo”. La asesoría del décimo tercer juzgado federal de Curitiba informó ayer a la prensa que el horario estipulado para la presentación de Lula fue un “plazo de oportunidad”, por tanto hasta ahora no hay incumplimiento o desacato judicial. Bastará saber cuál será la nueva instrucción que dará el organismo o la oportunidad política de las autoridades para ordenar la actuación de la Policía Federal, que ya tiene la orden de detención del exmandatario.
RECURSO TRUNCADO
El relator oficial del Supremo Tribunal de Justicia, Félix Fischer, anunció ayer, poco antes de que culminara el plazo de Moro, que dicho organismo rechazó ayer un recurso de último minuto introducido por la defensa de Lula.
La defensa también ejecutó otro recurso para solicitar al Supremo Tribunal Federal una declaratoria de constitucionalidad sobre la decisión de enviar a Da Silva a prisión sin que se hubieran agotado todas las instancias de apelación. El magistrado Marco Aurelio presentaría como un asunto urgente dicho recurso para que f
uese tratado por el pleno jurídico el próximo miércoles.
La solidaridad con Lula también ha estado presente en el gremio judicial: al menos cuatro pedidos de habeas corpus hechos por abogados independientes fueron introducidos ante el STF para garantizar el derecho a la defensa del exjefe de Estado.
ANTE LA ONU
El equipo de abogados del expresidente también presentó ante el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) una medida cautelar, con la finalidad de que dicho organismo actúe frente al Gobierno brasileño para impedir que Lula sea apresado. Todo ello basado en que la Constitución y las leyes brasileñas privilegian la presunción de inocencia y la no prisión antes de que se agoten todas las instancias.
COMO EN EL 64
El portavoz del Partido de los Trabajadores en la cámara del Senado comparó la situación política actual que vive Brasil con la dictadura que se inició en Brasil en el año 1964. “Si querían matar políticamente a Lula, lo están transformando más bien en un gigante, en un mito”, indicó en la tribuna en San Bernardo.
