Una fuente presidencial turca ha revelado este sábado que ambos mandatarios trabajarán juntos para intentar persuadir a Estados Unidos de que reconsidere su decisión de reconocer Al-Quds (Jerusalén) como capital del régimen israelí y de trasladar la embajada estadounidense de Tel Aviv a Al-Quds.
Los dos líderes coincidieron en un intercambio telefónico que la polémica medida anunciada el miércoles por el presidente estadounidense, Donald Trump, es un foco de preocupación para la región, por lo que Ankara y París realizarán un esfuerzo conjunto para tratar de revertir la decisión, según ha indicado la fuente.
Añade que Erdogan, que amenazó con cortar sus lazos diplomáticos con Israel si Trump cumplía su palabra sobre Al-Quds, también ha mantenido esta jornada una conversación telefónica con los presidentes de Kazajistán, Nursultan Nazarbayev; El Líbano, Michel Aoun, y Azerbaiyán, Ilham Aliev, para invitarlos a una cumbre de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) en Estambul el próximo 13 de diciembre para discutir este tema.
El anuncio de Trump ha despertado, como es natural, la ira de los propios palestinos y provocado el rechazo de los que simpatizan con su causa, los países de la región e incluso de los aliados de EEUU en el Occidente. La Organización de las Naciones Unidas (ONU), Francia, Italia, Alemania, Irán, Irak y varios países latinoamericanos ya han expresado su disconformidad.
Los palestinos salieron a las calles después de que Trump anunciara su decisión. Multitudinarias manifestaciones también han tenido lugar en otros lugares del mundo como Irán, Jordania, Túnez, Somalia, Yemen, Malasia e Indonesia, y también en Berlín, Alemania.
Macron tachó de ‘lamentable’ y contraria al derecho internacional la decisión del mandatario estadounidense, mientras que Erdogan, con un lenguaje menos moderado, alertó de que la decisión de EE.UU. sobre Al-Quds pone a la región ‘en un círculo de fuego’.