Tres meses después de abandonar uno de los confinamientos más estrictos del mundo, la capital de España inició un nuevo aislamiento -aunque más flexible- para contener el avance descontrolado de la pandemia de Covid-19.
Casi cinco de los 6,6 millones de habitantes de la comunidad autónoma (región) de Madrid, en cuyo territorio se encuentra esta urbe, no podrán salir a partir de este viernes de sus zonas de residencia, decisión que se extenderá en principio dos semanas.
Ante el preocupante aumento de positivos a la Covid-19, la enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2, el Gobierno español ordenó la víspera a esta comunidad proceder en un plazo de 48 horas al encierro perimetral de Madrid y nueve municipios vecinos.
Estas restricciones, rechazadas por el ejecutivo regional, en manos de la oposición de derecha, afectarán a 4,7 millones de ciudadanos, quienes estarán autorizados a salir de sus barrios por razones esenciales como trabajar, ir al médico o llevar a los niños a la escuela.
El decreto es aplicable a todas las ciudades del país que superen los 500 contagiados por cada 100 mil habitantes, unas circunstancias que apenas se dan en esta capital y sus alrededores, convertidas en el epicentro del mortífero virus en Europa.
En un recurso presentado este mismo viernes ante la Audiencia Nacional, el gobierno autonómico de la conservadora Isabel Díaz Ayuso pidió la suspensión cautelar de la orden ministerial con las nuevas limitaciones.
No obstante, el aislamiento de Madrid y su periferia entró en vigor a las 22:00, hora local, pues la administración de Díaz Ayuso renunció a solicitar medidas cautelarísimas para su paralización urgente.
En su escrito presentado ante el alto tribunal, la Comunidad de Madrid alegó que las decisiones tomadas por el Gobierno de coalición progresista de Pedro Sánchez son una ‘agresión’ y una ‘invasión’ de sus competencias sanitarias.
Aparte del control a la movilidad, las medidas vigentes desde esta noche limitan a seis personas las reuniones familiares o sociales, tanto en lugares públicos como privados.
Además, se reduce al 50 por ciento el aforo máximo de los locales comerciales y servicios abiertos al público, que cerrarán no más tarde de las 10 de la noche como norma general.
De cualquier manera, los madrileños podrán moverse libremente dentro de sus municipios, y no se verán confinados en sus casas, como ocurrió entre marzo y junio en toda España.
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