Maduro

DE TROVA Y PROSA

POR: FREDDY FERNÁNDEZ

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A Maduro le tocó lo más difícil, lo que nadie en su sano juicio querría hacer, colocarse en las responsabilidades que había tenido el comandante Hugo Chávez desde 1992. No lo decidió él, no lo buscó y jamás lo hubiese previsto.

Chávez fue rotunda y reiteradamente claro al entregarnos, a él y a nosotros, esta responsabilidad: “mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total —dijo el 8 de diciembre de 2012—, es que, en ese escenario que obligaría a convocar como manda la Constitución de nuevo a elecciones presidenciales, ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Yo se los pido desde mi corazón”.

Aún así, algunos aparentan no entender la amplitud y vigencia del mandato, acompañado por la advertencia de que “No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas difíciles para, bueno, mantener ese empeño de la restauración del capitalismo, del neoliberalismo, para acabar con la Patria”. Y las coyunturas difíciles ya estaban en frente, multiplicadas por la guerra económica.

Otros pregonan, haciendo invisible al enemigo, que la explicación de los problemas reside en nuestros errores, nuestra falta de eficiencia y, por lo tanto, pretenden señalar a Maduro como responsable directo.

Otros van más lejos, quieren que sintamos que Chávez ha desaparecido, que ya nada puede decirnos o que su lucha y su visión tenían valor en otro momento.

En este escenario, como ocurrió también con Chávez, la élite política y empresarial ha menospreciado a Maduro. Pensaron que el poder estaba ya en sus manos y apostaron a que permanecería muy poco en Miraflores.

Para lograrlo, han sometido a la Revolución Bolivariana a una agresión económica y financiera permanente y a campañas internacionales y nacionales para destruirla. En ellas ha sido central el ataque virulento a la personalidad de Nicolás Maduro para intentar quebrarlo.

El Presidente ha sabido conducir al país y a las fuerzas revolucionarias a través de todo este tramo de adversidades. Lo ha hecho sin menoscabar la democracia y potenciando la capacidad de victoria de las fuerzas populares.

Aquél 8 de diciembre de 2012 recibimos un mandato claro de unidad de los patriotas y de apoyo a Maduro para seguir construyendo la vía venezolana al socialismo, con amplia participación y con amplias libertades.

Asumo, sin ninguna duda, este mandato.

@filoyborde
Caracas