Manifestantes aguardaron este sábado la renuncia del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, con gritos de «ladrón», «vete de aquí», a la salida del palacio de Gobierno, en un clima de tensiones y júbilo.
Sendas concentraciones de detractores se desarrollaron frente a la residencia del controvertido político y ante el Palazzo Chigi, sede del Consejo de Ministros, en coincidencia con la aprobación en la Cámara de Diputados de la Ley de Estabilidad, que contempla las medidas adicionales de austeridad, acordadas con la Unión Europea (UE).
Berlusconi prometió que dimitiría una vez quedara aprobada la iniciativa de la coalición de centro derecha, que gobernó Italia desde 2008, bajo la batuta del magnate de los medios.
Mientras el mandatario se reunía a puerta cerrada con Mario Monti, excomisario europeo y posible sucesor en el Ejecutivo, los gritos de «Ladrón, vete, vete de aquí» se acrecentaban, con una multitud enardecida, según los reportajes televisivos que describían las escenas.
Similar demostración de repudio recibió Berlusconi a su llegada a la sede del Gobierno, donde presumiblemente anunciaría su salida anticipada, antes del plazo previsto en 2013.