La palabra que te (d)escribe|Manuel Bandeira: “Yo ya tomé tristeza, hoy tomo alegría»

Se consideraba a sí mismo un autor menor y ya por ese simple detalle, en este escenario de engreídos y echones, podría ser considerado un autor mayor. Pero además, además de los ademases, lo era. El poeta brasileño de Recife era, es, un grande. Considerado como el decano del modernismo brasileño, vivió alejado de las celebraciones académicas a sus versos, pero muy cerca de todo festejo propiciado por la cercanía de las mujeres, de todas las mujeres. Obviamente, todo un poeta, todo un maestro.

1.

Los amigos, si son morfológicamente, anatómicamente, proteínicamente, estructuralmente y caprichosamente amigos, suelen ser despiadados con el trabajo de uno. Y suelen serlo en defensa precisamente de eso, de la amistad. El elogio corto, la crítica larga. Ante el texto del amigo recurren, cual demonios encendidos, al lanzallamas. La tarea del bombero es cosa del enemigo. El amigo, el verdadero amigo, es incendiario.

2.

Los amigos, y para que quede bien claro este concepto, son aquellos que enérgicamente nos agarran de un brazo en la acera para detener la marcha, en su justo momento, y así evitar que pisemos el excremento. Pero también son amigos aquellos que, una vez pisado el excremento, se pueden reír de la mínima desgracia de uno por horas. Y en ambas escenas, en ambas situaciones, son necesarios y bienvenidos los amigos.

3.

Esta página tiene cerca, cerquita, algunos de esos demonios. Uno de ellos, lector de primera línea, no posterga ni un día sus agudas observaciones: puntualiza errores, señala excesos, manifiesta extrañar recursos propios de quien escribe bien, -con clara exposición de ejemplos, vivos o fallecidos-en claro contraste con el esfuerzo de quien reseña, desde el afecto, siempre desde el afecto, la palabra que lo (d) escribe.

4.

“¿Y para cuándo Manuel Bandeira, eh?”, sugiere/reclama/ pide, táchese lo que no corresponda, el amigo Avilio, certero, fulminante. Y, afortunadamente, toda la razón del universo acompaña su llamarada que no es más, pero tampoco menos, que un toque de atención.

5.

NEOLOGISMO

Beso poco, hablo menos todavía.

Pero invento palabras

Que traducen la ternura más honda

Y más cotidiana.

Inventé, por ejemplo, el verbo teadorar.

Intansitivo:

Teadoro, Teodora.

6.

El libro Estrella de la vida entera (Ed. Adriana Hidalgo, Argentina, 2003) reúne, con selección, traducción y prólogo de Rodolfo Alonso, nada más ni nada menos, una amplia muestra de su poesía y, además, un texto maravilloso: “Flash autobiográfico de Manuel Bandeira”, donde el propio poeta se retrata en oraciones sueltas, unidas por su genialidad.

7.

FLASH AUTOBIOGRÁFICO

“Nombre: Manuel Carneiro de Sousa Bandeira Filho- Nació en Recife, en la calle Joaquim Nabuco, en 1886. Soltero, sin hijos- Altura: 1,68m, sin zapatos- Cuello núm. 40 (¡cogote grueso!)- Zapatos núm. 39- Es miope, usa anteojos y se siente feliz por eso- Ha quedado bastante sordo con la edad y se siente muy infeliz por eso”.

8.

Poco conocido, poco visto, poco leído, el también poeta, el argentino Alonso, sentencia: “Bandeira no es sólo un poeta original, sino que puede ser considerado con justicia el padre de la moderna poesía brasileña.

Juicio unánime, otro poeta y crítico, el brasileño Horacio Costa lo llama en Mar abierto. Ensayos sobre literatura brasileña, portuguesa e hispanoamericana (Ed. FCE, México, 1998), “el decano del modernismo brasileño” y destaca que haya inaugurado la cátedra de literatura hispanoamericana en la Universidad del Brasil, en Rio de Janeiro.

Por su parte, Sergio Buarque de Holanda, de más fácil ubicación por ser el padre de Chico Buarque y, además, fundador del Partido de los Trabajadores junto a Lula, distingue al poeta como un perturbador de “nuestro concierto literario” y destaca “su aversión al ‘buen gusto’ canónico”.

9.

FLASH AUTOBIOGRÁFICO

“Ya dejó dos veces de fumar y no se enorgullece de eso, porque cree, como Pedro Dantas (Prudente de Morais, nieto), que es más fácil dejar de fumar que fumar poco- Se levanta a las siete y media, se acuesta a medianoche- Agradece los libros que recibe y responde las cartas; rabioso, pero responde- Le gustan los niños y los animales, sobre todo el perro- No le gusta el caimito ni el caqui, tampoco la sandía”.

10.

POEMA DEL CALLEJÓN

¿Qué importa el paisaje, la Gloria, la bahía, la línea del horizonte?

-Lo que yo veo es el callejón.

11.

FLASH AUTOBIOGRÁFICO

“Está en contra de los regímenes totalitarios, de derecha o de izquierda, contra la ley de inquilinato y contra la mano única en las calles Marqués de Abrantes y Senador Vergueiro- Sus oraciones: el Padrenuestro y el verso de Verlaine ‘Seigneur, délivrez moi de l’orgueil toujours béte’- Cada vez admira y estima más al poeta Carlos Drummond de Andrade, y dice: ‘Quien no está de acuerdo conmigo, por favor que no hable más conmigo’”.

12.

NO SÉ BAILAR (VERSO)

Yo ya tomé tristeza, hoy tomo alegría.

13.

FLASH AUTOBIOGRÁFICO

“Pertenece al Partido Socialista Brasileño- No es delicado: le gusta el jiló*, el cine sonoro, la radio, aún con ‘friture’ y los poetas de segundo orden- Detesta escribir para periódicos y hablar en público- No tiene ninguna religión, pero la de su simpatía es la católica- Si pudiese recomenzar la vida, le gustaría ser lo que no puedo: arquitecto- Arte de su predilección: la música”.

*N. de la R.: Planta brasileña.

14.

Si son amigos uno del otro, es que son de alguna manera parientes, decía Platón. Cuando cambiamos, si cambiamos, nuestros amigos que no han cambiado se convierten en fantasmas de nuestro propio pasado, decía Nietzsche. “Mis amigos, mis enemigos, sepan todos que el viejo bardo está ahora, entre mil peligros, comiendo, en vez de rosas, cardo”, escribió Manuel Bandeira.

FLASH AUTOBIOGRÁFICO

“Tiene miedo de tener miedo a la hora de morir- Le gusta más visitar que ser visitado- No tiene secretario ni sirviente, y prepara su desayuno; sabe hacer muy bien helado de café y dulce de leche- Le gusta soledad- Ríe con mucha facilidad porque es dientudo-Hombre de muchos amigos- Cree en la rehabilitación del lugar común- Guarda por Recife su ternura de infancia- No se consuela de haber estado tres días en París sin ver París- Tocó la guitarra y sabe ejecutar al piano dos preludios de Chopin, un número del Carnaval de Schumann y una piecita de Mac-Dowell- Aprecia a los nuevos y novísimos de la poesía brasileña, leídos o no- Le gustaría morir de repente, pero en casa*”.

*N. de la R.: A pesar de su deseo, creemos que, lamentablemente, no pudo cumplirlo, ya que según apunta la historia murió debido a una hemorragia gástrica, a la edad de 82 años de edad. Es de suponer, entonces, que recibió sus últimos cuidados en un centro hospitalario.

15.

No será hoy definitivamente domingo hasta que reciba los mensajes de los amigos en torno a este papel. Encomendado a Manuel Bandeira, la salvación estará en parafraseo, cual químico apagafuego: “Vamos a vivir de brisa, Anarina, vamos a vivir de brisa”.

T/ Rubén Wisotzki