Este viernes | Marchan por retraso en entrega de cuerpos de reos muertos en cárcel hondureña

Familiares de los reos muertos en el incendio registrado en la cárcel hondureña de Comayagua, ubicada a 90 kilómetros de Tegucigalpa, marcharon este jueves, por segunda vez, para reclamar los cuerpos de las víctimas del siniestro y darles santo sepulcro.

La marcha se llevó a cabo en las calles de la capital hondureña, Tegucigalpa, a fin de exigirle a las autoridades que aceleren los procesos de identificación y entrega de los cuerpos de las víctimas a sus respectivos familiares.

“Nos movilizamos hacia la iglesia de Suyapa para tener un momento de reflexión y para invocarle a Dios que ayude a través del gobierno y de las autoridades civiles y militares, así como a instancias internacionales, para que brinden apoyo logístico y así poder tener una pronta entrega de nuestros familiares”, manifestó Miguel Castellanos, mientras caminaba por el anillo periférico de la capital.

Este hondureño recibió los restos de su hermano, Antonio, de 30 años, quien llevaba cinco años en prisión, de 15 a los que había sido condenado, por un delito que no precisó.

Castellanos, quien dirige un movimiento de familiares de las víctimas del incendio de cárcel de Comayagua, añadió que en el campamento que les instaló la Copeco «hay ancianos, madres, hijos y otros familiares que necesitan reintegrarse a su trabajo y a la sociedad para aminorar tanto dolor causado».

El Ministerio Público ha informado que 157 cadáveres han sido entregados a sus dolientes, de las 361 víctimas fatales que dejó el incendio ocurrido el 14 de febrero pasado. La entrega de nueve más está en espera de confirmación.

Según la prensa local, un total de 247 cadáveres han sido identificados.

Los familiares de las víctimas también se movilizaron hace una semana, para exigir justicia a las autoridades de Honduras, pues según ellos hubo mano criminal en la muerte de los 361 compatriotas.

Estas familias esperan en un campamento instalado por la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) en Tegucigalpa tras el día del incendio.

Otros de los parientes permanecen a diario en la Academia de Nacional de Policía, hacia donde se trasladó hace más de una semana el proceso de identificación y entrega de los cuerpos, ante la incomodidad que había en los predios de Medicina Forense, que se localiza en una zona comercial y residencial de la capital.

Al respecto, un informe preliminar del organismo Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por su sigla en inglés) de Estados Unidos, expone que el incendio fue «accidental».

«La causa del fuego se cree (pudo) haber sido una llama abierta (el origen del cual podría incluirse, pero no se limita a un cigarro, un encendedor, fósforos etc.), aunque la fuente real de la ignición no fue recuperada», señaló el informe preliminar del organismo, que hizo la investigación a pedido del gobierno hondureño.

Sin embargo, la embajada de ese país ha advertido que el informe no libera de responsabilidad al Estado por las graves violaciones a los derechos humanos observadas.

«En la celda 6 (donde los expertos ubican el origen del incendio) había 105 personas, solo sobrevivieron cinco ¿y no iban a poder apagar el fuego cuando empezó? Un cigarro no puede hacer eso», aseguró el activista de los familiares de los reos fallecidos.

Fuente/TeleSUR-AFP-EFE-informe21-elheraldo-laprens