El creador mexicano inauguró en el MBA la muestra Habitar la oscuridad|Marco Antonio Cruz encontró en la fotografía social “lo mejor y lo peor” de la condición humana

Foto/Cortesía Marco Antonio Cruz

“Me interesa que la gente que yo retrato tenga voz”, sentenció el fotógrafo mexicano Marco Antonio Cruz, quien en su primera visita a nuestro país, inauguró la exposición Habitar la oscuridad en el Museo de Bellas Artes (MBA), muestra que registra la vida cotidiana de los invidentes.

“Mi vida se divide en dos, una como fotógrafo de prensa y otra como fotógrafo documental, que investiga temas y la cuestión social”, comentó sobre la labor que ejerce desde los 20 años, que le ha valido reconocimientos como el canadiense The Grange Prize, en 2009, y el premio de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, en 2001.

“No me interesa el arte por el arte”, argumentó. Y es que la iniciativa de este fotógrafo lo ha llevado a documentar episodios de la vida cotidiana en las ciudades mexicanas, a los invidentes y al subterráneo de la populosa capital azteca.

“Creo que los proyectos son como navegar en un mar de experiencias”. “He encontrado lo mejor y peor de la condición humana” aseguró sobre el registro social en imágenes, esas que expuso en España, Francia, Canadá, Paraguay y Perú.

EL PERIODISMO EN MÉXICO

Sobre el oficio periodístico en su país. Cruz denunció que “lo que sucede con el narcotráfico es impresionante”. Comentó que incluso la autocensura ha influido en la cobertura de lo que sucede en el escenario urbano. “Hay estados como Tamaulipas, donde han decidido no meterse, ni cubrir lo que pasa en las calles”. Los medios y periodistas están “bajo amenaza constante”.

Consideró que el trabajo reporteril en su país “tiene tintes heroicos” por la magnitud del problema del narcotráfico.

Cruz relató que en el semanario Proceso, en el que ejerce como coordinador de fotografía, han denunciado esta situación. “No podemos quedarnos callados”. “Por esta necesidad nuestra publicación se agota”, y tiene un tiraje de que supera los 150 mil ejemplares.

“Hay una violencia de ejecución quirúrgica con un promedio de 10 a 15 personas al día”, aseguró sobre las experiencias para realizar un número especial sobre Ciudad Juárez, epicentro de una violencia sin límites. “Es una situación inédita, nadie está entrenado para lo que iba a suceder”. “Proceso es una de las pocas publicaciones que ha estado informando sobre Ciudad Juárez, una de las más peligrosas en el mundo”, opinó Cruz.

-¿A qué se deben esos brotes de violencia?

-Han nacido organizaciones muy sanguinarias como los Zetas que llevan a romper el esquema. Antes eran respetados, pues llegaban a cumplir cosas que el Gobierno no hacía, como construir escuelas, llevar autobuses y electricidad. Eran hasta queridos, pero se perdió el respeto a la vida. Se han metido con la piratería, tráfico de mujeres, son sanguinarios, son los que han polarizado mucho y provocan la muerte de gente inocente.

El reportero gráfico dijo que la popularización de la fotografía en dispositivos como celulares, cámaras de juguete, entre otros artefactos, permite el surgimiento del periodismo ciudadano. “Se muestra el video y empiezan a circular esa imágenes. He ahí, la importancia de la fotografía para informar y apropiarse de la imagen”.

Marco Antonio Cruz presagió sobre el porvenir del trabajo del reportero gráfico. “El perfil del fotógrafo va a cambiar, forzosamente, va a ser más multimedia y le toca aprender a escribir, a contar historias con videos”. “El futuro va a estar en internet, no solo para la prensa escrita, sino para la radio y la televisión”.

A LA IZQUIERDA

“Yo siempre he estado trabajando en publicaciones de la izquierda”, afirmó el reportero gráfico a propósito de su participación en la fundación del diario progresista La Jornada, que se edita en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Cruz rememoró los esfuerzos para la fundación de esa publicación impresa. En 1983, las y los periodistas independientes convocaron a la sociedad civil a adquirir bonos y una reunión para fundar el periódico”. Enalteció esos tiempos como “entusiastas” pues “había una libertad enorme para proponer”.

El reportero gráfico relató que en La Jornada “el apoyo a la fotografía era importante, por primera vez un fotógrafo participaba en la mesa de edición del diario, donde nosotros defendíamos nuestro trabajo junto con los editores y subdirectores, era algo inédito”.

“Fui fotógrafo del Partido Comunista Mexicano (PCM), que tiene una gran cultura por el periodismo”, contó de los tiempos cuando participó en el tabloide El Machete, fundado por los muralistas David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera. “Ahí aprendí mucho sobre la cuestión social y mi afinidad con otros países de la izquierda”.

Texto/Heberto Hernández
Foto/María Isabel Batista-Cortesía Marco Cruz