Historia Nevado | Marco y Tuertica: mucho más que dos (Opinión)

Pudieron haber nacido en uno de los tantos basureros improvisados que abundan en una ciudad como Caracas. Quizás no fue así y alguna persona inescrupulosa los separó de su madre arrojándolos cerca de una quebrada o de un drenaje donde las condiciones de insalubridad afectan a cualquier ser vivo, sobre todo si son un par de gatos con pocas semanas de vida. Lo cierto es que una infección le arrebató los ojos a Marco y le quitó la visión en un ojo a Tuertica.

Un hombre que pasaba por la calle advirtió su existencia y se compadeció de ellos. Pensó que en esas condiciones era imposible que sobrevivieran y que era un gesto de “humanidad” sacrificarlos. Los metió en una caja y los llevó al Centro Veterinario Integral de la Misión Nevado en Nuevo Circo para que –con una inyección– acabaran con su “sufrimiento”. La persona que lo recibió intentó convencerlo de que que les diera un hogar y la oportunidad de tener una vida digna. El hombre se dio la media vuelta y salió del lugar, dejando la decisión y la vida de esos dos gatitos a cargo del personal del CVI. Los nevadistas los acogieron, curaron y les están brindando el amor y el cuidado que necesitan hasta que logren darlos en adopción.

Hoy en día, a cuatro meses de su rescate, Marco y Tuertica gozan de perfecta salud física y mental. Les gusta jugar y hacen sus necesidades en su caja de arena como cualquier otro gato que cuenta con sus cinco sentidos. Además, como Tuertica tiene un ojo sano le sirve de lazarillo a Marco, quien la sigue a todos lados con confianza y alegría. Son la expresión viviente del poema “Te quiero” del uruguayo Mario Benedetti: “En la calle, codo a codo, somos mucho más que dos”.

Todos los 20 de febrero se celebra el Día Internacional del Gato con el fin defender y promover sus derechos frente a los abusos que sufren. Sería hermoso que a Marco, Tuertica y a los miles de gatos que se encuentran en las calles les regalaran un hogar donde puedan disfrutar del amor y de la dignidad que se merecen.

T/ Equipo Editorial Misión Nevado