La prensa francesa consultó al jefe del Estado Mayor de la Marina de Francia, el almirante Bernard Rogel, sobre el posible destino de los portahelicópteros Mistral construidos por encargo de Rusia. El militar rechazó rotundamente que pueda estar interesado en su incorporación.
«Si la pregunta es: ‘¿Espera la Marina estos barcos?’, la respuesta es no», dijo tajantemente el almirante, citado por el periódico ‘Le Monde’. A continuación explicó que los dos buques de asalto anfibios solo podrían ser incorporados a la Marina francesa en detrimento de lo que más necesita: «Una fragata nueva, por ejemplo».
El pasado abril el presidente François Hollande designó al secretario general de Defensa y Seguridad Nacional de Francia, Louis Gautier, como uno de los negociadores de París en la transacción de los Mistral. El funcionario propuso anular el contrato a cambio de la devolución de 785 millones de euros de los 1.163 que había desembolsado Rusia para construir, equipar y probar estos dos buques (sin los costos adicionales y las multas previstas por el acuerdo bilateral). Y pidió también que Moscú autorizara por escrito la venta de las embarcaciones a terceros países.
París busca de esta manera a un comprador en el extranjero. «Exportarlos permitiría restringir el coste político del asunto», explica ‘Le Monde’, ya que los buques son considerados una de las joyas de la industria francesa.
Según admitió la líder del Frente Nacional de Francia, Marine Le Pen, no entregar los buques construidos «tendrá graves consecuencias para la reputación de Francia y afectará negativamente a la imagen de París en materia de comercio». La decisión de cancelar el contrato, dijo, demuestra que Francia actúa «al dictado de la diplomacia estadounidense».