Mario Calderón quiere fundar el museo nacional del juguete

Sólo los verdaderos artistas son capaces de crearse un mundo propio, una mirada transformadora desde un elemento de tradición. Así es como Mario Calderón se adentra al encanto de los sueños infantiles, donde la magia y la tradición ocupan el mismo espacio. Él y sus juguetes son ciertamente un tesoro nacional, que nos llenan de orgullo al ser reconocida su labor y trayectoria con el Premio Nacional de Cultura 2016-2018, mención artesanía.

“Siempre he pensado que no hay una opinión distinta a un reconocimiento que no sea el agradecimiento. Y por este premio tengo mucho respeto, por ser el máximo galardón en el hecho cultural. Además, los premios recibidos me han tomado por sorpresa, nunca he tenido el objetivo involucrarme en el hacer creativo fundamentado en un reconocimiento, sino más bien con fe y compromiso con el oficio”, esbozó con humildad.

Mario Calderón le comentó a la periodista Cristina Salazar que “después del pecho materno, el juguete es una de las primeras referencias que tenemos en la vida y, es una representación de la vida cotidiana -en pequeño- a través de los tiempos; reinventarlos y abrirles un espacio más allá del entretenimiento”, fue el fundamento más importante para la creación de su taller La Casa del Juguete en el estado Mérida.

Con esta fundación crea una verdadera mitología lúdica de fábulas plásticas, nacidas de una contemplación de la realidad corriente que nos conduce a su mundo propio, a objetos tradicionales en movimiento que evocan un pasado infantil, tan presente, que transfigura con su armonía multicolor en movimiento, según le relató a Salazar.

Para la investigadora en arte tradicional, Victoria Mota, este maestro artesano crea un mundo de juguetes que le pertenece por entero, y entra a formar parte de la gran tradición plástica americana que introducen al niño en la comprensión del mundo que lo rodea: «Transforma la madera en figuras multicolores, carruseles, domadores de leones, payasos y acróbatas, recreando un mundo de fantasía y otro vinculado a manifestaciones culturales como los Diablos Danzantes de Yare, la Parranda de San Juan, los Giros de San Benito, la Burriquita y el Velorio de la Cruz de Mayo».

Traspasa

El mundo de Mario Calderón traspasa todas las fronteras y, estas fronteras de la creación abarcan su expresión personal, su simplicidad, armonía y color, que son los que dominan su arte. Mario trabaja como artista y artesano en la creación. Sus juguetes saltan, bailan, se mecen y giran por poleas, manivelas, péndulos y engranajes que estimula nuestra imaginación porque sus juguetes nos maravillan e invitan a entrar en su mundo.

Los juguetes de Calderón se representan las tradiciones venezolanas en su donde percibimos la reafirmación de la identidad nacional. En ellas logramos entender la mezcla de cultura indígena con aquellas importadas de África y Europa, las cuales produjeron danzas, costumbres y creencias verdaderamente venezolanas.

Para Mota, este maestro artesano no es solamente un hacedor de juguetes, sino también es un maestro de la técnica y un artista del color; su trayectoria constante lo perfila como un artesano representativo, integral, tradicional, pero a la vez, innovador. Las piezas de este artista radicado en Mérida, buscan ser únicas para las manos que las reciba: En esto consiste el juguete artesanal, teniendo la misma esencia, cada modelo tendrá sus detalles únicos.

Mota nos explica que este caraqueño radicado en Mérida, quien hace casi 30 años descubrió que su vocación era ser juguetero artesano, se le reconoce por su trayectoria constante que es un trabajo de toda una vida. Quién además de ser creador de innumerables piezas de madera, es un coleccionista que atesora piezas que datan desde 1890.

La fundación fue creada por Calderón para exponer lo mejor de las creaciones del juguetero, así como muchas de las piezas que ha coleccionado en todos sus años de trabajo, además, allí continúa su labor como formador de nuevos talentos mientras asegura dar continuidad a su trabajo con las nuevas generaciones.

Para Mario Calderón fundar el museo nacional del juguete es uno de sus objetivos inmediatos, con la muestra permanente de la historia del juguete universal y, un taller escuela para la formación de nuevos hacedores.

Entre otros reconocimientos, recibió el Premio al mejor Taller de Juguetes en 42va Feria de Artesanía Juegos y juguetes de la Universidad Católica de Chile, 2016; y el reconocimiento de Excelencia UNESCO para la Artesanía, 2014. Otras distinciones con Patrimonio Cultural de la Nación y Patrimonio Cultural de la Nación, Colección Casa del Juguete. La publicación del libro Casa del Juguete, colección Mario Calderón, editorial Editemos B.O.D., 2015. en el siguiente año se publica el libro Grandes Maestros del Arte Popular Iberoamericano, Fondo Cultural Banamex, México 2016.

Para noviembre y por invitación de la embajada de Venezuela en Turquía y el Museo del Juguete de Estambul, dictará chalas, talleres y exposiciones de su trabajo en Ankara y Estambul. Asimismo, antes de finalizar este año, tendrá actividades en la embajada de Venezuela en Jordania y, en diciembre participa en la 46 Feria de Artesanía de la Universidad Católica de Chile.

T/Redacción CO
F/Cortesía F.B.