La Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca, declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco en 2008, es uno de los tesoros del centro de México y un santuario para estas peregrinas.
Vienen desde muy lejos y se instalan exhaustas en la Sierra Chincua, El Rosario o Piedra Herrada.
Las primeras colonias de la Danaus plexippus, su nombre científico, aparecen a fines del mes de octubre hasta principios de abril, fecha en que emprenden su viaje de retorno al norte.
Se les nombra santuario porque son el lugar preferido para algunos animales silvestres. Según expertos, 13 estados mexicanos forman parte de su ruta migratoria.
Asimismo, plantean que las que hibernan en el país viajan más de cuatro mil kilómetros desde Canadá y Estados Unidos para establecer sus colonias en los bosques templados, en los límites de los estados de México y Michoacán.
Para conservar su presencia, así como la de otras especies, cada año en el sitio de hibernación se lucha contra la tala ilegal.
Su ruta más conocida es un área que comprende a los estados de Tamaulipas, Nuevo León y el este de Coahuila, al norte de la nación.
También se conoció que el próximo día 18 se relanzará una campaña de comunicación para el monitoreo ciudadano de esta mariposa.
Por otra parte, se continuará con la caracterización de los sitios donde pernocta, alimenta y reposa, a través de su ruta migratoria en México y ante la inminente llegada de millones de monarcas.
Mientras, en noviembre se prevé presentar el Plan de Acción de México para la conservación del fenómeno migratorio de esta singular mariposa, caracterizada por ser una de las de mayor tamaño y por sus colores naranja y negro que adquiere cuando es adulta.