Maritza Cabello: “Busco ser yo misma con mis muñecas”

El trabajo de muñequería de Maritza Cabello refleja en formas y escogencia de sus personajes una experiencia de más de 50 años vinculados a moldear materiales tan nobles y cotidianos como la tela, junto a otros muy diversos, que le permiten desarrollar propuestas de tipo artesanal al más nivel alto con potencialidades de representarnos con su trabajo en otros países.

La tejedora comenzó a crear animalitos en tela a los 16 años por el estímulo de una amiga, María Angélica Campos, quien luego de dirigirla en una propuesta teatral, la invitó a representar estas habilidades en la muñequería de especies como monos, tigres, hasta abarcar toda la fauna nacional; incluyendo los de tipo doméstico y exótico.

Cabello participará junto a un colectivo de artesanos en la Expoferia Manos creadoras de El Hatillo, evento que tendrá lugar en la sede principal de la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU), a una cuadra de la estación del Metro La Hoyada en Caracas, desde el 15 al 19 de diciembre de 10:00 am a 4:00 pm. También se expondrá la bebida tradicional del cocuy pecayero de Lara, aparte de dulcería y comida típica navideña.

En la actividad participarán un total de diez expositores que vigorizan esta propuesta de comercialización y de intercambio de saberes, con una diversa variedad de artesanía y con un programa de actividades complementarias como un bautizo de muñecas a cargo de la artesana invitada, Elva Villegas, quien leerá la declaratoria que acompañará la propuesta para que, a partir del 2021, el 2 de febrero sea seleccionado como el Día Nacional de la Muñeca de Tela.

En el evento, aparte de Cabello, estarán presentes las hermanas Urbina, Maritza y Gladys, creadoras de variados accesorios tejidos e intervenidos con diversos materiales y piedras; Luisa Nieto, creadora de carteras, correas y collares a partir de la tripa de caucho; María Linares, ceramista que ostenta varios premios municipales en cerámica; la orfebrería de Aurora Lily Falcón, destacada orfebre con piezas en macramé y esmalte; y William Martínez con sus tallas en madera de las aves de Venezuela e instrumentos musicales.

Desde 1985, Maritza Cabellom madura la idea de crear, a partir de las telas, un negocio de tipo familiar junto a su padre, en el bulevar de Sabana Grande; mientras en simultáneo, continua su formación profesional como actriz de teatro y estudios de educación superior en el área de Literatura en la Universidad de Los Andes, estado Mérida.

A partir de 1987, Cabello logra consolidar de manera independiente su labor en la muñequería; momento que destaca como madurez en los propósitos de desarrollar personajes -que aún conserva- y posee características físicas reales, para reconocernos en sus formas y ser portador de nuestros valores identitarios: es el tema dual de lo femenino y los rasgos que son propios en la vestimenta de las venezolanas.

TRIDIMENSIONALES

Ante la interrogante de si es Mérida el lugar donde amplía su campo creativo, responde que fue allí donde desarrolló un trabajo de caricaturas tridimensionales; también complementó sus estudios formales en las artes escénicas al interpretar uno de sus famosos monólogos “Me han dicho que han dicho, un dicho” escrito especialmente para ella por el pibe León y, dirigido en su estreno por Franklyn Tovar.

“Busco ser yo misma con mis muñecas y busco también la naturalidad en sus formas al representar a otras mujeres”, por tal motivo, Maritza ve en su propio entorno referentes para desarrollar su labor, al personificar a sus compañeras maestras que “enriquecen con sus formas y manera coqueta, la singularidad de la mujer venezolana”.

En esta etapa de los ochenta crea diversas muñecas voluptuosas, de piernas contorneadas y con colores que destacan su formación dramática: cabelleras de tonos rojos, azules con diversas combinaciones en cortes asimétricos, vanguardistas; estilo propio que mantiene en sus creaciones en la actualidad.

Cabello, en la década de los noventa, comparte su trabajo actoral sobre las tablas con el desempeño profesional como educadora en el área de literatura, cuentacuentos y le sobra tiempo para dictar talleres de muñequería.

En el año 2000 se aviva la pasión por crear diversos personajes en tela, desarrollando las más diversas técnicas: como cuerpos enrolados en su tronco, cabeza y extremidades; cabelleras confeccionadas con material reciclado y crea a su similar, llamada Mary, de su hechura física y valores (conservacionista, budista y profundamente revolucionaria) que viene con un certificado de adopción que avalan su presentación: “Mi imagen es el pelo y los lentes, pero sabes que en algún momento casi me opero y comienzo a usar lentes de contacto (risas)”.

Ante la pregunta de si algo le queda pendiente por hacer en su proceso creativo, responde sin duda “hacer cine, pero he hecho miles de audiciones para determinar ‘que soy muy blanca para personificar a negras y muy negra -por mis rasgos- para ser una blanca dentro de la dramatización del personaje”.

En la actualidad, Mary es su muñeca emblemática que representa a la mujer, a su esencia, con identidad y aceptación de sus rasgos “como belleza real sin ningún artificio”.

En su acogedor taller de dimensiones reducidas como casita de muñeca, desarrolla un personaje inspirado en su hijo unigénito, Moisés Alejandro, quién inspiró al personaje “Moi, superhéroe Venezuela”.

Este personaje además de tener atributos de admiración por su honestidad, puntualidad y sinceridad; ama profundamente a este país, porque cree que en la tierra donde nació tiene los paisajes más bonitos, que su gente es la más alegre, cordial e inteligente. Y estará presente en la Expoferia Manos creadoras de El Hatillo, evento a efectuarse en la OPSU, a una cuadra de la estación del Metro La Hoyada.

T/ Redacción CO
F/ Cortesía CS
Caracas