Martínez se vistió de Tiburón

José “Cafecito” Martínez, quien se ha convertido en una de las máximas figuras de la novena de los Tiburones de La Guaira, no aguantó las ganas y adelantó su estreno en la presente campaña de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP).

José Alberto, que pertenece a la dinastía de los Martínez, junto a su hermano Teodoro, son los herederos de Carlos “Café” Martínez, figura emblemática del equipo en la década de los 80, hizo su debut el pasado jueves por la noche frente a las Águilas del Zulia, y logró disparar un doble en cuatro visitas al plato.

“Siempre quiero jugar en Venezuela. Todo lo que sé lo he aprendido en este terreno de juego y cada vez que pueda me voy a uniformar con los Tiburones”, dijo José Martínez a los medios presentes.

Capitán

En una reunión sostenida entre Martínez y el mánager Oswaldo Guillén, en Chicago. Se dedicaron un rato a hablar de los Tiburones de La Guaira. Ambos se conocen mucho antes de que el jardinero, y ahora inicialista, firmara para el beisbol profesional, pues el mánager fue compañero por muchos años de su padre, “Café” Martínez.

No obstante, la reunión realizada en mayo fue determinante para los escualos. Guillén le dio una responsabilidad a Martínez: ser el capitán del equipo. El título implica liderazgo, tanto dentro como fuera del terreno.

“Cafecito es mi capitán. Yo le dije a todos mis muchachos que tienen que respetarlo por ser pelotero de los Tiburones por muchos años, por ser quien es y por la tradición que tiene su familia aquí”, dijo Guillén.

Guillén también agregó que: “Ahora Martínez, tiene una responsabilidad muy grande y no es que tiene que batear .300 de promedio o sacar 10 pelotas, sino de tener liderazgo en el clubhouse, en el terreno, en los hoteles, en el autobús. Es fácil que te amen o te odien, pero es difícil que te respeten. El es mi capitán, venga quien venga”.

Su trabajo

Martínez es un pelotero mucho más maduro que aquel que debutó con los salados en la campaña 2006-2007, incluso más que el que conectó seis vuelacercas e impulsó 30 carreras en la campaña 2014-2015.

Ahora sabe lo que es estar en las Grandes Ligas durante gran parte del año. Ayudó a San Luis en 106 encuentros y pudo batear para un promedio de .309 y un OPS (embasado más slugging) de .897 en 272 turnos legales. Sus casi dos metros de estatura, antes acompañados de una figura enjuta, se ha desarrollado por el trabajo en Estados Unidos. Y sus capacidades en el terreno de juego ahora abarcan la defensa de la inicial. También posee una visión clara de su nuevo rol en el dugout litoralense.

Además de darle una mano a La Guaira con su bate, pues en las tres campañas anteriores ha logrado impulsar 30 o más rayitas, y actualmente el equipo solo ha anotado 72 carreras, la cifra más baja de la liga, “Cafecito” tiene la tarea de mejorar su defensa en la primera base.

Este año, con los pájaros rojos, jugó casi tanto la inicial como los jardines. En la almohadilla estuvo 259.0 innings, mientras que en las praderas 280.1.

“Todavía debo aprender. Necesito trabajar en una base en donde hay posibles chances de juego. Mientras más trabajas más oportunidades tienes, ese es mi lema. En enero del año pasado fue a Estados Unidos, hice un trabajo con pesas, también tuve una dieta y aumenté 15 libras (siete kilos) en menos de un mes, eso me ayudó muchísimo con los Cardenales”, señaló Marínez.

El pelotero aseguró que jugará hasta donde pueda con el club del litoral central, pero no descartó que su organización en las Grandes Ligas no les permita estar hasta donde lleguen los Tiburones.

T/ Jhondeni Jaramillo C.
F/ Cortesía LVBP
Caracas