Ante el choque de las fuerzas polarizantes, la socióloga, analista y experta en medios de comunicación, Maryclen Stelling, afirmó este domingo que la Mesa de Diálogo Nacional, que cuenta con la participación de los representantes del Gobierno venezolano y de los partidos políticos de oposición, es una alternativa que responde a la necesidad social de un reencuentro.
Entrevistada por el periodista venezolano José Vicente Rangel, la también profesora universitaria condenó la postura del G-4 (organización integrada por los partidos de ultraderecha Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo), puesto que se ha encargado de atacar a la referida inicitiva política que busca estabalecer puntos de encuentro en diversas áreas que van desde la economía, el cumplimiento de garantías electorales, la soberanía e integridad territorial, los Derechos Sociales, el equilibrio institucional y político, la atención a las víctimas de la violencia política, así como el rechazo colectivo a las brutales sanciones financieras impuestas por el Gobierno de los Estados Unidos y la Unión Europea contra nuestro país.
«Yo, por mi parte, participo en varios espacios que buscan procurar el diálogo desde la gente, desde la sociedad civil, y hemos encontrado gran acogida a estas inicitivas. Esto demuestra que nuestra intuición es acertada: La necesidad de reencontrarse, de reconocerse como venezolanas y venezolanos, de dialogar, es una necesidad que debemos atender», ratificó la analista.
Igualmente, Stellin apuntó que el país necesita una oposición nacionalista. «La gente está demandando castigo a la corrupción, está demandando producción”, el rescate de las empresas nacionalizadas», acotó.
Por su parte, el sociólgo y analista Oscar Shemel expresó lo siguiente: «El contexto internacional -más allá de lo que ocurre en nuestros países- está revuelto, está convulsionado. Las sociedades se están transformando. Hay señales que demuestran el fin de una época; el fin del ciclo neoliberal. Es diverso, es ideológico, es financiero, es simbólico y cultural. Como diría el psicoanalista Sigmund Freud: ‘Hay un profundo malestar en la cultura’ y, en ese sentido, pareciera que el liderazgo político y sus partidos no están liderando ni conduciendo estas transformaciones. Hay un protagonismo vital de los movimientos sociales y de la ciudadanía, incluso, más allá de los partidos, de las ideologías y de las divisiones de izquierda y derecha».
Finalmente, el director de la firma Hinterlaces puntualizó que el signo de esa época es de caos, reconfiguración social y nacimiento de nuevas realidades.
T/Luis Lovera Calanche