El vicepresidente de la República, Jorge Arreaza, informó del descomisó de más de 16 mil artículos y material para los acabados en construccion en una bodega de Materiales Brasil, ubicada en la urbanización Valle Abajo, de la ciudad de Caracas.
Explicó que la bodega resultó ser , “muy sospechosa, con muy poca rotación ni movimiento de gandolas”.
Se encontraron productos importados como manillas para las puertas, discos para las sierras, martillos, cerraduras, bisagras, seguetas, pistolas para el pegamento, destornilladores, mechas de los taladros, remachadoras, serruchos, “cantidad de herramientas necesarias para las viviendas venezolanas”, expresó Arreaza.
“Estos materiales serán distribuidos de manera controlada para los proyectos de la Gran Misión Vivienda Venezuela y en el programa Barrio Nuevo, Barrio Tricolor”, anunció.
Resaltó que el negocio que había de fondo, no era el de los materiales de construcción, “sino el de la divisa, porque estos son productos que fueron adquiridos con dólares del pueblo, que se dieron a través del sistema de Cadivi, fundamentalmente. Es decir, a 4.15 o a 6.30”.
El vicepresidente de la República informó que la primera ‘gran’ irregularidad, es que no se encontraron facturas de ninguno de los materiales y herramientas decomisados, “nada de esto tiene factura”.
“Pero además, en las tiendas que comercializan los productos de esta empresa. Tampoco tienen estos productos en las cantidades que se corresponden con lo que hay en este galpón y mucho menos en los precios que se corresponden con el dólar a 4.15 o 6.30, que es en cuánto se compró, que es el tipo de cambio que se les asignó”, añadió.
El ministro de Vivienda y Hábitat, Ricardo Molina, señaló que las manillas que se encontraban en el galpón, que deberían venderse en 300 bolívares, “se la quieren vender a la Gran Misión Vivienda Venezuela en 10 mil o 11 mil bolívares”.
“Este evento es una señal”, indicó el ministro Molina, y agregó que lo que quiere la derecha es llevar a todos los que trabajan en el ámbito de la cosntrucción, “a una fase ultra especulativa”, en esta materia.
Según el representante de la Superintendencia de Precios Justos, la intervención fue gracias a una llamada de un ciudadano al 0-800-lojusto, preocupado porque no veía movimiento de gandolas o transporte que estuviera entrando o saliendo del galpón.
Los dueños fueron multados por la cantidad de 2 mil unidades tributarias.