Un intenso temporal sumió este martes a parte de Buenos Aires en el caos, provocó ocho muertes, interrumpió el transporte, la red eléctrica y afectó a más de 350 mil personas.
Entrevistados por la televisión, vecinos de las zonas afligidas, critican al gobierno capitalino del conservador Mauricio Macri por la ausencia de asistencia y socorro.
Una intensa lluvia durante dos horas en la madrugada dejó 155 milímetros en los pluviómetros, un récord histórico, y generó crecidas en nueve repartos. En varios sitios la crecida alcanzó el metro y medio.
Meteorólogos recordaron que no se recuerda una inclemencia climática de esta dimensión desde 1906, pero de la cual no se tienen registros.
El agua inundó viviendas, comercios, destruyó vehículos y obstruyó líneas del metro, avenidas, retrasó vuelos nacionales e internacionales, así como vías férreas lo cual afectó el transporte urbano. Varias zonas están aún sin electricidad y se reportan los primeros hechos de saqueo.
Ciudadanos y líderes comunales denunciaron la ausencia en las áreas afectadas de las fuerzas del orden, de la defensa civil y del servicio de asistencia médica de emergencia.
«¿Dónde están los planes de contingencias prometidos?», imputó un vecino entrevistado por el Canal 5, en tanto otro demandó que «Macri deje de hacer promociones y ponga la plata donde el pueblo y la ciudad la necesitan».
El gobernador porteño, del derechista partido Propuesta Republicana (PRO), culpó al cambio climático por el desastre urbano que generó la tormenta. Macri estaba de vacaciones en el exterior cuando ocurrió la tragedia.
La vicegobernadora María Eugenia Vidal salió en defensa de la autoridad local y negó que se haya incumplido el plan de obras hidráulicas en la ciudad.
El senador nacional por el gobernante Frente para la Victoria Daniel Filmus llamó a que «es urgente organizarnos solidariamente para ayudar a los damnificados».
Pero fustigó al gobierno porteño porque después de seis años en el poder «no resolvió los problemas estructurales en las obras de canales que evitarían una crisis como la que vive hoy Buenos Aires.
El temporal provocó graves inundaciones en los repartos Núñez, Saavedra, Belgrano, Palermo, Villa Urquiza, Liniers, Lugano, Soldati y Mataderos.
Las líneas A, B y D del metro circularon de forma limitada; el servicio del Premetro quedó interrumpido, así como los tres ramales del Ferrocarril Mitre.
El ministro capitalino de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro, dijo al Canal 5 que se comenzó a repartir comida y colchones a unas 700 personas más afligidas.
El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó que el mal tiempo continuará hasta el viernes y se prevén nuevas tormentas y lluvias fuertes en la capital y el Gran Buenos Aires.