El comisionado de los derechos humanos en Honduras, Roberto Herrera, lamentó hoy al celebrar el Día Internacional de los Derechos Humanos las condiciones de pobreza en las que viven miles de hondureños, que también son víctimas de la violencia que afecta al país.
«La realidad imperante en Honduras evidencia una gran distancia entre lo dispuesto en la Constitución y la situación actual de la mayoría de la población que vive en condiciones de indignidad humana, producto de la pobreza y la exclusión social», subrayó Herrera en un comunicado.
Destacó que «es irrefutable» que más del 65 % de los 8,5 millones de habitantes que tiene Honduras viva en «situación de pobreza y exclusión social.
Herrera también denunció «la violación histórica y sistemática de los derechos humanos» de los grupos vulnerables, especialmente la niñez, la mujeres, pueblos indígenas, negros, adultos mayores, personas con discapacidad, homosexuales, portadores del VIH y migrantes.
Enfatizó que esa «vulneración persistente» de los derechos humanos en Honduras se «ha agravado» por la violencia, el crimen organizado y la impunidad que imperan en el país centroamericano, donde a diario se registra un promedio de catorce muertes.
«La realidad de Honduras está impregnada de violencia delincuencial, desconfianza, corrupción e impunidad» y esos problemas solo pueden solucionarse con «el esfuerzo conjunto de las instituciones del Estado y la sociedad», explicó.
El comisionado indicó que en Honduras prevalece «un clima de inseguridad» debido al aumento de la criminalidad común, así como por «la desconfianza» en los operadores de justicia y la percepción de crecimiento de la corrupción y la impunidad.
Prueba de ello, según Herrera, es que la mayor parte de los asesinatos de abogados, jueces, fiscales, periodistas, policías, mujeres, homosexuales y empleados del transporte público «están en la impunidad» por la falta de investigación de las autoridades.
El Gobierno de Honduras necesita reducir los altos niveles de criminalidad que imperan en el país, la conflictividad social, la ocupación ilegal de tierras y combatir la corrupción para que el país se «desarrolle en democracia», precisó.
Además instó al Gobierno a trabajar por recuperar la credibilidad de los operadores de justicia, fortalecer el trabajo de las autoridades encargadas de la seguridad, crear un sistema penitenciario eficiente, atacar las causas de la violencia y fomentar la prevención de la criminalidad.
El comisionado de los derechos humanos en Honduras dijo que aspira a «una nueva sociedad» que conviva de manera pacífica y aseguró que el no respetar los derechos humanos de una sola persona es «una violación en contra de la humanidad entera».