Mataron al hombre, pero la idea no ha muerto: «Tierra y hombres libres»

Un 10 de enero, hace 160 años, una bala cobarde asesinó al “General del Pueblo Soberano”, Ezequiel Zamora, recordó este viernes el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.

A través de su cuenta en Twitter, el jefe del Estado venezolano señaló que la Revolución Bolivariana continúa el legado de la lucha zamora en defensa de los campesinos y las campesinas de la Patria.

«A 160 años del vil asesinato del General y Héroe campesino que se hizo pueblo, exaltamos su gesta y memoria. Las y los zamoranos tenemos la tarea y el deber histórico de continuar por su camino, en unión cívico militar, luchando por la justicia social. ¡Ezequiel Zamora Vive!», escribió por la referida red social.

CONTEXTO

De acuerdo con el historiador venezolano,Néstor Rivero, la muerte de Ezequiel Zamora en San Carlos el 10 de enero de 1860 -y quien el año anterior había sido reconocido por el pueblo de Barinas como “General del Pueblo Soberano”-, significó un corte programático en las potencialidades revolucionarias que desencadenó la Guerra Federal.

La Guerra Federal fue una movilización social y política en términos de contienda armada que mostró el descontento y llamado reivindicador del campesinado venezolano bajo la esperanza de justicia, reparto de tierras y políticas gubernamentales que cerrasen para siempre las brechas del desarraigo en que se mantenían los antiguos esclavos manumitidos, el peonaje enfeudado y gruesas capas del artesanado urbano, que padecían los efectos del antiguo orden de castas heredado de la Colonia.

EL PROGRAMA DE ZAMORA

A partir del desembarco de Ezequiel Zamora en La Vela de Coro, el campesinado del centro y occidente del país se incorporó a la Guerra Federal con miras a un programa reivindicador y de redistribución de tierras, alentado por el pasado revolucionario de quien en 1846 proclamó “Tierras y Hombres Libres”.

DOS POSTURAS

Respecto a la actuación pública del caudillo agrario en la Venezuela del siglo XIX se conocen dos posturas en la historiografía venezolana: la de quienes lo adversan de modo terminante, sin avenirse al contexto histórico y el drama social de los días de la Federación y, quienes destacan su papel como reivindicador de las clases expoliadas en la Venezuela agraria y de los terratenientes, que sucedió a la Guerra de Independencia, muerto ya el Libertador Simón Bolívar.

¿JEFE DE MALHECHORES?

En la primera postura militan los albaceas ideológicos de la oligarquía conservadora, algunos con sillones en las academias y cátedras universitarias del país. Y entre los segundos cabe nombrar al biógrafo liberal Laureano Villanueva, quien asienta que Zamora se puso a la cabeza de la contienda federal “…no para acaudillar partidas…como jefe de malhechores, sino para disciplinarlos en las filas de la revolución popular y convertirlos soldados; y de soldados, en hombres útiles”.

“¡OLIGARCAS TEMBLAD!”

En comunicación del 22 de diciembre de 1859, Manuel Herrera, un comandante del ejército centralista vencido en Santa Inés, al tildar de “malhechores” a los hombres de Zamora, afirmaba que estos “…pasaban a cuchillo a toda notabilidad que se opusiera a sus criminales designios de igualdad absoluta”. En el fondo, el odio contra el héroe de Santa Inés -que permeó algunas capas del liberalismo de aquellos días- expresaba el miedo a los cambios en el régimen de propiedad. Los heptasílabos “La espada redentora/del general Zamora” y “Marchemos federales/en recia multitud”, que se escuchan en el Himno Oligarcas Temblad, ciertamente atemorizaron a los grandes terratenientes.

“…UNA BALA COBARDE»

“El pueblo venezolano se mantiene combatiendo en los campos y en las ciudades en procura del cobro de la vieja deuda social acumulada desde los días de la Independencia. Por casi dos décadas el campesinado ha sostenido una lucha a sangre y fuego contra la oligarquía, aquella que ha preferido conservar para sí sus privilegios y pactar con terratenientes y extranjeros. Juan Crisóstomo Falcón condujo a las fuerzas federalistas al fracaso en Coplé y a asumir una modalidad de resistencia: la guerrilla. Zamora ha caído por una bala cobarde. La muerte del General del Pueblo Soberano cambia el rumbo de las luchas populares. Zamora, que logró adaptar a nuestra realidad las propuestas alternativas que se predicaban desde el liberalismo y ponerlo en la boca y pensamiento de las masas, queda como símbolo: tierra y hombres libres [http://i200.cnh.gob.ve].

T/CO
F/@NicolasMaduro