Los médicos integrales comunitarios se pronunciaron este lunes en rechazo a la agresión del Gobierno de Estados Unidos, país que declaró a Venezuela una «amenaza inusual y extraordinaria» para su seguridad.
Desde la Plaza Bolívar, en Caracas, el coordinador de los Médicos Integrales Comunitarios, José Gregorio Hernández, manifestó el apoyo del grupo a la Ley Habilitante Antiimperialista para la Paz, aprobada este domingo, y que permitirá que el presidente de la República, Nicolás Maduro, ejerza acciones para la defensa de la nación.
«Estamos en contra de la política agresiva de los Estados Unidos, también en contra de los ataques mediáticos, de la intervención que Estados Unidos pretende contra nuestro país. Nosotros somos un país de paz, de armonía y ejercemos políticas socialistas de inclusión», destacó, en declaraciones a los medios de comunicación.
Por su parte, Anthony Moreno, también médico integral comunitario, leyó, en representación de sus compañeros, un pronunciamiento en apoyo a las políticas socialistas del Gobierno Nacional y en repudio al intervencionismo del país del norte en los asuntos internos de la nación.
«Al imperio norteamericano le decimos que nosotros somos un pueblo de paz y mientras ustedes llevan muerte, terrorismo y destrucción, nosotros llevamos amor, salud y vida. Pero, no se equivoquen también somos un pueblo preparado, unido y dispuesto a darle la batalla. Somos descendientes del Libertador Simón Bolívar y del cacique Guaicaipuro y somos los hijos de (Hugo) Chávez», leyó el galeno.
En el texto suscrito por el ejército de batas blancas, como lo denominó el comandante Chávez, también se recuerda que a lo largo de la historia el gobierno de Estados Unidos ha participado de manera directa e indirecta en la desestabilización de pueblos soberanos, como sucedió en Granada en 1983 y en Nicaragua entre 1985 y 1990, cuando el gobierno estadounidense autorizó un embargo económico en contra del gobierno Daniel Ortega.
Además en Haití entre 1991 y 1994, cuando el gobierno de Bill Clinton apoyó el gobierno militar de Raoul Cédras que derrocó a Jean-Bertrand Aristide; y el caso concreto de Panamá, en 1988, que terminó con la invasión de tropas estadounidenses para detener al presidente Manuel Antonio Noriega, una acción denominada por el expresidente George Bush (padre) como «Operación Causa Justa».
«Vemos cómo pretenden causar en nuestra nación las mismas fórmulas y tienen el descaro de declararnos peligrosos a su gobierno. Recuerde, presidente (Barack) Obama, que no nos despojará jamás de nuestra libertad, soberanía y riquezas. Por eso, decimos no al intervencionismo extranjero malsano, no a la violencia, no al terrorismo que pretenden instaurar en nuestra Venezuela y en América», enfatizó Moreno al culminar la lectura del pronunciamiento.