Con piezas venezolanas la Sinfónica Juvenil de Caracas conquistó al público de Viena|Mediodía en el llano y Santa Cruz de Pacairigua sonaron por primera vez en el teatro Musikverein

El viernes por la noche las obras venezolanas Mediodía en el llano y Santa Cruz de Pacairigua sonaron, por primera vez en la historia, dentro del mundialmente famoso escenario del teatro Musikverein. Este espacio es la residencia principal de la Filarmónica de Viena, inaugurado en 1870 y considerado por algunos medios especializados como el recinto con mejor acústica en el mundo.

Así, con este recital en una de las principales  capitales mundiales de la música, las chicas y chicos de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Caracas (OSJC), guiados por la batuta de Dietrich Paredes, rindieron un merecido tributo a la música venezolana en general y más directamente a lo grandes maestros nacionalistas, autores de las piezas, Antonio Estévez y Evencio Castellanos, respectivamente.

Quiso el destino que dentro del público estuviera el hijo de uno de los autores, el director Pablo Castellanos, quien acompaña como organista a la OSJC en la gira Europa 2014 que se inició el 31 de octubre en Zurich y finalizará el próximo lunes 17 de noviembre en Gotemburgo, luego de visitar también Hamburgo, París, Zagreb y Budapest, ciudades en las que a orquesta nunca antes había tocado.

Para el hijo del compositor de Santa Cruz de Pacairigua, la OSJC hace una interpretación extraordinaria de esta pieza inspiradas en las tradicionales fiestas de la Cruz de Mayo en Guatire, estado Miranda, donde nació Vicente Emilio Sojo, maestro del autor y fundador del movimiento nacionalista.

De tal manera que con esta presentación la OSJC le ofreció al público vienés tener un acercamiento desde la música a la tradición venezolana de la Cruz de Mayo reflejadas en la pieza de Evencio Castellanos, conformada por cuatro movimientos perfectamente delimitados pero al mismo tiempo fusionados en la continuidad de la obra.

Pablo Castellanos recordó que la composición, finalizada en 1954, fue el resultado de la influencia que tuvo en su padre, nacido precisamente un 3 de mayo (día de la Cruz), las fiestas patronales de Santa Cruz de Pacairigua, a donde asistía regularmente en su cumpleaños, junto al maestro Sojo y el equipo de músicos de la Orquesta Sinfónica de Venezuela para tocar misa como parte de la tradición de carácter religioso.

En opinión del organista y director, las y los integrantes de la Sinfónica Juvenil de Caracas “le ponen mucha devoción” a lo que hacen, a diferencia de muchas agrupaciones consagradas europeas que si bien cumplen con un riguroso programa de ensayos, “no se entregan a la música” como lo hacen las agrupaciones venezolanas.

“Por eso es el enloquecimiento del público de Europa con todas las orquestas del Sistema. Ellos se entregan a las obras, le ponen mucha pasión y sangre a la música” consideró Pablo Castellanos.

JÓVENES MADUROS

El día antes del concierto, en un encuentro con medios de comunicación venezolanos el maestro Dietrich Paredes declaró que los repertorios escogidos para esta gira se correspondía con una nueva etapa de madurez de la orquesta, y ajustados además a la solemnidad de los escenarios como la sala dorada del afamado teatro neoclásico de la capital austriaca, donde se han presentado las orquestas más renombradas del mundo entero.

En esta oportunidad el espectáculo se inició con la obra del compositor mexicano Silvestre Revueltas, Sensemayá, a la que siguieron, en orden, Mediodía en el llano y Santa Cruz de Pacairigua, dosis suficiente para cautivar al público local que ovacionó las piezas, primero con cierta reserva seguida de un progresivo entusiasmo.

Tocados por la magia de la orquesta venezolana, el público volvió para disfrutar de la interpretación de la Consagración de la primavera, obra de Ígor Stravinski que la Sinfónica Juvenil de Caracas es capaz de tocar incluso sin partituras.

Ya completamente emocionada, la audiencia comenzó a tronar aplausos, primero desde sus asientos que fueron abandonando poco a poco hasta quedar la sala completamente de pie.

Tanto el público como los músicos, redoblaron los aplausos cuando Dietrich Paredes señaló dentro del público al maestro José Antonio Abreu, fundador del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles de Venezuela.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Cortesía Nohely Oliveros – FundaMusical Bolívar