Debido a la feroz campaña de desinformación incluida en la agresión de amplio espectro, con fines desestabilizadores, contra el Gobierno Bolivariano, hemos visto aparecer en distintos países actitudes de xenofobia y rechazo contra el venezolano que por una u otra razón ha decidido establecerse en otro territorio.
Así como la derecha venezolana en el pasado azuzó el odio y el rechazo contra los colombianos que cruzaban la frontera huyendo de las penurias del conflicto civil armado en ese país, ahora los sectores más conservadores de la burguesía binacional pretenden cambiar los papeles.
Desde Colombia se genera el mito de que debido a la “crisis humanitaria” millones de venezolanos buscan migrar hacia ese territorio ocasionando más problemas sociales para una nación que de por sí vive un profundo panorama de desigualdad.
La Cancillería lo ha aclarado: “Hay un problema muy grave, lo dicen las Naciones Unidas, (Colombia es) el país con mayores refugiados del mundo y de gente que huye de la guerra: 6 millones, 7 millones (…) es lo más grave que hay”, señaló hace pocos días el ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores (Jorge Arreaza). Afortunadamente Venezuela no tiene ese problema”.
Hace poco, un conocido medio bogotano aseguró que el Gobierno de Santos prepara “campos de refugiados” para venezolanos ante “eventual conflicto”.
Como sabemos, el Ejecutivo nacional y el mismo presidente Nicolás Maduro han advertido que la administración de Juan Manuel Santos se está convirtiendo en cabeza de playa de la agresión por cuenta gotas que lleva a cabo Estados Unidos contra Venezuela, con el fin de disolver el Estado y apoderarse de sus recursos naturales.
Para este objetivo, sin duda, acrecentar el odio y las tensiones entre los pueblos es fundamental. Por ello, vimos con tristeza la politización del partido que se desarrolló el pasado 3 1 de julio en San Cristóbal, Táchira, donde la selección venezolana y la colombiana jugaron un inolvidable encuentro donde ambas dieron lo mejor de sí y culminaron con un empate cero a cero.
MEMES Y MÁS MEMES
Los días previos al encuentro y en especial el mismo día de la contienda deportiva, las redes sociales estallaron en “memes”. En internet este término se usa para describir una idea, concepto, situación, expresión y/o pensamiento manifestado con humor a través de una foto o un video que se publica en las redes sociales.
Obviamente, la fanaticada es libre de expresar lo que siente y un juego entre selecciones siempre trae rivalidades sanas entre las camisetas. Sin embargo, medios como El Tiempo de Bogotá y el portal Deporte. Com, de Colombia se dedicaron a seleccionar y a difundir aquellos memes que fuesen más agresivos, especialmente contra el Gobierno Bolivariano y contra los venezolanos que cruzan la frontera. Una galería de ellos, algunos muy ofensivos, fueron publicados como “los mejores memes que dejó el partido entre Colombia y Venezuela. Aquí colocamos una muestra de los mismos.
¿La intención? Sin duda acrecentar en territorio colombiano un sentimiento antivenezolano quizás con el fin de inculcar a la población neogranadina la idea de la necesidad de involucrarse en un conflicto con el vecino país que se ha convertido en una “amenaza” para la seguridad interna, tal y como dice la tesis establecida en el Decreto Obama y ahora enarbolada por la administarción Trump y el Comando Sur, para propiciar una intervención.
UN EMPATE QUE FUE COMO UN TRIUNFO
Sin lugar a dudas, Colombia tenía mucho más que perder en este juego. Disputaba 3 puntos para su clasificación para el próximo mundial. El empate solo le otorgó 1. También en ese ámbito, comentaristas y fanáticos fueron mezquinos y arrogantes con de la Vinotinto al tratarla como una oncena de segunda categoría. Para muchos de ellos, la disputa sería pan comido. Pero las cosas no resultaron como lo esperaban quienes hicieron ese comentario. La Vinotinto criolla demostró estar a la altura de cualquier equipo mundialista, pese a que aún no ha podido clasificar para un evento de esta envergadura. En ese contexto, un empate para Venezuela fue como un triunfo, y como dijo el director técnico de la selección nacional Rafael Dudamel: “Los Sub-20, subcampeones del mundo, se han ganado un espacio para la convocatoria y se han ganado el respeto de los más experimentados”. Los jóvenes deportistas pusieron freno a un bullying mediático contra los venezolanos con su desempeño.
UNA CUESTIÓN HISTÓRICA
Como dato curioso, los medios colombianos indican que existe una suerte de “estigma” del seleccionado colombiano cada vez que juega en territorio venezolano. Desde hace más de dos décadas, cuando los encuentros han sido en estadios venezolanos, la denominada Tricolor no ha cosechado éxitos. En 21 años, cuando esa ha sido la circunstancia. Muchos recordaron con este juego al Venezuela 1-Colombia 1, del 2 de agosto de 1969 y destacaron que la última avictoria de Colombia en San Cristóbal fue el 15 diciembre de 1996, con los goles de Jorge Bermúdez e Iván René Valenciano.
EL ORINOCO Y EL MAGDALENA SE ABRAZARÁN
“Nuestra sangre derramada es petróleo para el yanqui”, canta Alí Primera en una hermosa canción en la que habla de la amistad entre el pueblo venezolano y el colombiano. Y es que a ambos los une una historia de solidaridad y unión para enfrentar los dolores de las guerras imperialistas, la primera por librarnos del yugo español, con el padre Libertador Simón Bolívar a la cabeza, y otra por librarnos del imperialismo que alimenta el paramilitarismo, el narcotráfico, las guerras intestinas y la desestabilización política en nuestra región.
Debemos rechazar estas expresiones de odio que buscan enfrentar a dos pueblos hermanos y justificar una agresión que puede significar la “balcanización” de Suramérica. Justamente ayer, se cumplieron 27 años del bombardeo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) con uranio empobrecido a Serbia, antigua ex-Yugoslavia, para supuestamente “intermediar” en un conflicto donde el elemento étnico fue manipulado para generar un enfrentamiento entre los pueblos.
Esta misma semana, Venezuela solicitó a Colombia que “deje de provocar” a los militares nacionales para generar un incidente fronterizo, como dijo el presidente Maduro durante la reunión preparatoria de los ejercicios militares de la semana pasada.
«Le pedimos al Gobierno de Colombia que cese en las provocaciones con falsos positivos para que nuestra Fuerza Armada reaccione de alguna manera», dijo el canciller Jorge Arreaza, en referencia a la denuncia que hiciera Bogotá el lunes, cuando aseguró que una veintena de militares venezolanos irrumpió en el poblado limítrofe de Paraguachón el pasado fin de semana.
“Qué lamentable que el presidente de Colombia, a quien conocemos y tenemos mucho respeto, diga que en Colombia hay una democracia y en Venezuela una dictadura”, recordó Arreaza.