Medios de EEUU reconocen infamias y falsas evidencias para inculpar a Tareck El Aissami

“Allá ellos con sus falsos positivos, nosotros seguiremos venciendo”, ratificó el vicepresidente sectorial

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Autoridades capturaron al piloto venezolano Alejandro Javier Marín, agente del Gobierno de Estados Unidos (EEUU) que le mintió a la Agencia de Seguridad Nacional de dicho país para involucrar al vicepresidente de Economía de Venezuela, Tareck El Aissami, en una presunta “trama de lavado de dinero”.

“El entramado de infamias y falsas evidencias se les derrumba. Ni los medios al servicio del imperialismo pueden ocultar la gravedad sobre la construcción de acusaciones sustentadas en mentiras, delincuentes y mercenarios protegidos para estos criminales propósito”, sostuvo el ministro del Poder Popular de Petróleo, Tareck El Aissami, en la cuenta de Twitter @TareckPSUV al responder a una publicación del Diario Las Américas.

“Allá ellos con sus falsos positivos, nosotros seguiremos venciendo”, ratificó El Aissami, quien destacó que “las infamias y falsas evidencias” en su contra se derrumban. Ni los medios pueden ocultar la gravedad sobre la construcción de acusaciones sustentadas en mentiras, delincuentes y mercenarios protegidos para estos criminales”, agregó el vicepresidente.

En el portal del Diario Las Américas se asevera: “La detención de Marín podría dañar el caso contra el ministro y darle oxígeno a la élite socialista sobre que USA recurre a acusaciones inventadas”.

El agente del Gobierno norteamericano fue capturado en Miami el 19 de septiembre de 2020 y es acusado en la Corte del Distrito Sur de Nueva York por haber mentido a los agentes, en el contexto de una investigación en la que “vinculan” a El Aissami.

La acusación federal contra Alejandro Marín incluye tres cargos porque de manera deliberada habría falsificado, ocultado y encubierto hechos materiales usando trampas, planes y dispositivos como teléfonos celulares.

También fue acusado por las autoridades del Distrito Sur de Nueva York, el 18 de agosto de 2020, por haber hecho declaraciones y representaciones materialmente falsas, ficticias y fraudulentas a un agente de Seguridad Nacional.

La actuación de Marín forma parte del entramado internacional que se ha cernido contra Venezuela con acusaciones infundadas contra altos funcionarios del Gobierno Bolivariano.

Según un reportaje de Associated Press (AP), un “informante clave” de los fiscales estadounidenses que buscan enjuiciar a Tareck El Aissami por narcotráfico, “falsificó, ocultó y encubrió” su testimonio ante agentes federales, además de robar aproximadamente 140 mil dólares en una tarea a la que fue encomendado.

De este modo, las propias acciones del Gobierno estadounidense han vulnerado el caso contra El Aissami en una corte federal de Manhattan, Nueva York, basado en una frágil acusación de “utilizar compañías chárter con sede en Estados Unidos para organizar vuelos privados en aviones con matrícula estadounidense a Rusia, Turquía y dentro de Venezuela durante la campaña presidencial de Maduro en 2018”.

EL CASO DE ALEJANDRO MARÍN

En enero de 2018, el piloto Alejandro Marín fue captado por la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés) para servir de “fuente confidencial” en la trama judicial armada contra Tareck El Aissami.

Indica Goodman en la publicación de AP, que Alejandro Marín es un empresario venezolano radicado en Estados Unidos. Tiene un negocio de vuelos fletados en el aeropuerto de Opa Locka, en Miami, Florida.

Marín se había comprometido con el HSI a “ayudar en una investigación relacionada con transacciones ilícitas y otras actividades ilegales de coconspiradores ubicados en los Estados Unidos y en el extranjero”, cita en una nota la periodista Maibort Petit.

Pero este informante, en vez de obtener alguna evidencia que robusteciera las acusaciones contra el Gobierno venezolano, cometió actos de corrupción y falsificó su testimonio, haciendo imposible que los fiscales a cargo del caso esquivaran la situación.

MENTIRAS DESGASTADAS

La insistencia en fabricar pruebas que señalen al alto Gobierno de Venezuela como una empresa criminal ha derivado en pasos torpes de Washington que en última instancia socavan su legitimidad como acusador.

La más absurda de ellas, la de vincular a funcionarios venezolanos con el narcotráfico, a sabiendas de que las mafias que producen la droga en la región están concentradas en Colombia y los grupos que controlan el negocio están en las instituciones estadounidenses, es una de las “pruebas” que más repite la administración Trump en su arremetida contra Venezuela.

El giro del fraude de Marín no solo ha derribado el castillo de naipes judicial del caso forzado en torno a la figura de Tareck El Aissami, sino que, en general, ha desvelado cómo Washington emplea acusaciones falsas como un modelo para emprender una persecución agresiva contra altas autoridades del Estado venezolano.

T/ Redacción CO-VTV-Misión Verdad
F/ Cortesía
Caracas