La reciente actuación de los medios de comunicación privados venezolanos, los cuales se adhirieron a la política de agresión internacional en contra de Venezuela, pone de nuevo en tela de juicio su apego al ejercicio del periodismo y a la norma que rige el tan cuestionado gremio.
El Código de Ética del periodismo venezolano señala expresamente, en su articulo 40 del capítulo VI, que los profesionales del periodismo en el país tienen “el deber insoslayable de defender la Soberanía Nacional y la integridad territorial. En consecuencia, debe contribuir con su acción gremial en esta patriótica tarea, oponiéndose a toda prédica o campaña que contraríe el interés nacional, así como la paz y la amistad entre los pueblos”.
No obstante, distintos medios de comunicación privados de Venezuela mantienen una campaña de descrédito en contra del Gobierno Nacional y, mucho más, en contra de los intereses de la nación, tras la decisión del Ejecutivo de romper los vínculos diplomáticos con el gobierno colombiano.
Esta acción violatoria a la norma deontológica que rige el periodismo venezolano, se evidenció cuando las compañías mediáticas nacionales mostraron de manera irresponsable un apoyo a favor del gobierno uribista y en contra del país, tras las denuncias del embajador de Colombia ante la Organización de Estado Americanos (OEA), Luis Alfonso Hoyos, quien acusó al gobierno presidido por Hugo Chávez de refugiar a insurgentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) en territorio venezolano, acto que fue catalogado por el Ejecutivo como un show mediático que forma para de un plan para desestabilizar la región.
A través de diarios, radio, televisión e internet, los medios privados vinculados a la oposición venezolana iniciaron una arremetida mediática, descalificando e ignorando la actitud soberana asumida por el Ejecutivo.
Además, periodistas venezolanos que se desempeñan en diversos medios privados como El Nacional, El Universal, Tal Cual, El Nuevo País, 2001 (prensa), Unión Radio, Circuito Alianza, AM y FM Center, Circuito X (radio), además de Globovisión, Televen y Venevisión (televisión), han violado en reiteradas ocasiones el código de ética que juraron no violentar al momento de ejercer su profesión.
En ese sentido, estos “periodistas” se han convertido en grandes opinadores y actores políticos, violando casi en su totalidad la norma moral que insta, entre otras cosas, a luchar por un ambiente comunicacional sano, en el sentido de lograr un equilibrio de los mensajes.
Un ejemplo claro fue lo asumido por periodistas del canal de televisión Globovisión, quienes asumieron una actitud anti venezolana, una vez conocida la noticia sobre la ruptura de las relaciones entre ambas naciones, uniéndose a la línea editorial de medios estadounidenses y colombianos, dejando a un lado su función principal de ser garantes de “la verdad como norma irrenunciable”.
Este canal ha dedicado toda su programación a realizar entrevistas, en programas de opinión conducidos por “periodistas”, a internacionalistas y analistas políticos derechistas, que, sin argumentos, atacan constantemente al Ejecutivo y tildan como un “grave error” la postura soberana asumida por el Gobierno de romper los vínculos diplomáticos con la nación cafetalera.
Asimismo, diarios como El Nacional, El Universal, Tal Cual y El Nuevo País se han convertido en panfletos de la vocería colombiana, con una actitud anti-nacionalista que se pone de manifiesto cada día que sale a la calle una nueva edición. Con titulares como “Bogotá tiene 60 casos para demandar a Venezuela” (El Nacional, 24-07-10) o “Jaque mate a Chávez dieron Uribe y Santos” (El Nuevo País, 27-07-10), se demuestra la parcialidad política de los medios impresos privados venezolanos, quienes ahora representan los intereses de la oligarquía neogranadina.
Hechos como el anterior evidencian la clara actitud de algunas empresas de comunicación venezolanas, que, ante una crisis diplomática con otro país en la cual se juega la soberanía, se colocan del lado del gobierno agresor, desvirtuando su ética y compromiso con la Patria.
Cristina González, periodista y catedrática de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela (UCV), catalogó como una traición contra la Nación la actitud de los periodistas que ejercen sus funciones en los medios privados del país.
Recordó que durante los hechos de abril del 2002 los medios privados venezolanos jugaron un papel fundamental en la ruptura del hilo constitucional, por lo que aseguró que el plan se repite bajo la órdenes del imperio norteamericano.
“Es obvio que estamos frente a otro golpe de Estado. Sin embargo, este es el nuevo reto. Es una nueva estrategia de agotamiento. Es una guerra de desgaste, tal y como lo escribiera deliberadamente El Universal en el golpe de Estado del 2002”, sostuvo la profesora universitaria.
La también directora de Radio del Sur consideró que el ejercicio del periodismo no debe estar solapado por la linea editorial de un medio. Para la profesora, el Colegio Nacional de Periodista (CNP) ya no representa a sus profesionales y aseguró que el gremio en la práctica dejó de existir. “El CNP está muerto, porque durante la última elección, del 100% de colegiados, sólo votó el 10%, lo que equivale a un 90% de abstención. Es decir, eso ya no representa a nadie”, sentenció.
González expresó que ante la caída del CNP, han surgido en el país nuevos movimientos que buscan encaminar nuevamente el oficio del periodismo en Venezuela por la vía de la ética y la realidad de los acontecimientos por los que atraviesa el país. “Afortunadamente, esta situación ha dado paso a otros movimientos que han asumido esta batalla con valentía y decisión”, puntualizó.
MEDIOS PRIVADOS REPRESENTAN UNA IDEOLOGÍA ENTREGUISTA
Por su parte, Isidoro Duarte, miembro del Movimiento por el Periodismo Necesario (MPN), sostuvo que la actitud de los medios privados ante la agresión colombiana contra el país es “normal”, ya que los mismos “han venido ocupando los espacios de la derecha y a los que representan coherentemente esa ideología entreguista”.
“Era de esperar esta actitud y la respuesta de este tipo de medios. En estos últimos días ya venían manifestándose en forma constante porque hay una especie de lógica de coherencia, ellos representan unos intereses, una ideología y en función a esa ideología, representan unas políticas que son las de la oposición”, dijo.
“Hay que tener bien claro que la oposición, en términos de organizaciones políticas, en Venezuela no existe. Sus porcentajes son bajísimos , pero sí existen los medios: radio, televisión y prensa, que son los que han venido ocupando los espacios de la derecha y los que representan coherentemente esa ideología entreguista”, señaló Duarte, al tiempo que recordó la conducta de los medios privados, la cual a su juicio, es heredada “de las políticas de la IV República”, por lo que “van a seguir representando esa forma de ver el país, de ver nuestra América y a adocenarse con el imperio norteamericano”.
Sostuvo que la naturaleza de los medios privados en el país siempre ha sido la de representar los intereses de pequeños grupos empresariales, a los cuales jamás le ha importado el pueblo, ni la patria. En ese sentido, señaló que durante los últimos días “se ha manifestado de forma más clara la naturaleza de la derecha, que se expresa en nuestro país de la misma manera que se va a expresar en otros países de América, siempre en favor de los intereses que representan el neoliberalismo”.
También rechazó la posición de los medios privados y aseguró estar convencido de que estos se prestan para los ataques, las agresiones y la preparación de un pre conflicto bélico que arrasaría con toda la región. “No me cabe ninguna duda, a ellos (los medios) no les importa el país, no les importa la patria ni la nación, a esa derecha no le importa el pueblo, lo que le importa es cuidar y defender sus intereses”.
No obstante, el integrante del MPN aseguró que en la medida de que en el país se inicie un proceso de legislación que defienda al pueblo del permanente ataque mediático, se podría revertir ese escenario. “No se puede admitir que los medios de comunicación de cualquier naturaleza, pero muy especialmente aquellos que ocupan espacios que son del Estado, puedan ir cumpliendo esa función de traición de los intereses, no sólo los intereses soberanos de nuestros países, en este caso los de Venezuela, sino también los intereses populares”.
Para Duarte, el periodismo actual no está en tela de juicio, sin embargo, enfatizó que mientras el Estado siga siendo condescendiente y tolerante en permitir que aquellos espacios que son de la Nación, sean ocupados para defender pequeños intereses particulares que no benefician a los sectores populares, “ellos (los medios) continuarán haciendo el trabajo que han venido desarrollando, ya que es su naturaleza. Si es necesaria una dictadura sangrienta la aplican, si no es necesario aplican otra cosa, pero siempre son para defender esos intereses y esa visión que tienen de la riqueza y de la justicia social”.
“No creo que se pueda poner en tela de juicio al periodismo venezolano, porque en el periodismo venezolano hay respuestas muy coherentes, respuestas honestas, éticas, cumpliendo justamente con el código de ética”, dijo el profesional de la comunicación. Aún así, puntualizó que “si hay algo nefasto que pueda manchar el periodismo venezolano, es el periodismo que practican las empresas privadas de comunicación y algunos de sus mercenarios”.
UNA ESTRUCTURA ANTIPERIODÍSTICA
“La crisis del periodismo en Venezuela está en tela de juicio desde hace muchos años, porque una de las principales fracturas que ha tenido el periodismo venezolano es la desvinculación del ejercicio con la ética profesional, del apego a la verdad y de una serie de principios éticos que están consagrados en el código de ética del periodismo venezolano”, señaló el periodista venezolano Enrique de Armas.
De Armas aseguró que lamentablemente una gran parte de periodistas que trabajan para las empresas privadas de comunicación se desentienden de los problemas relacionados con su ética profesional y simplemente obedecen la línea editorial del medio, que, a veces, “consiste justamente en utilizar la información para manipularla, tergiversarla para inclusive mentir y colocarse en una estructura antiética y antiperiodística”.
Al comunicador venezolano no le asombra la actitud de estos periodistas, toda vez que los poderes oligárquicos dentro de las naciones latinoamericanas tienen una estrategia global para atacar los procesos de transformación y de cambio que se dan actualmente en la región.
“Es una estrategia geopolítica y de poder atacar desde dentro las decisiones que se toman ejerciendo soberanía y protegiendo el territorio de agresiones de potencias extranjeras, es una estrategia para encubrir la actuación directa de esos grandes poderes que descansan en el norte, en Israel y Europa”.
Aseguró que las empresas comunicacionales se han confabulado con la oligarquía nacional para presentar una falsa visión de lo que verdaderamente sucede en el país. “Estos grupos económicos y comerciales en posesión de medios, prácticamente no tienen ningún arraigo por el país, sino por sus intereses y lo que globalmente significaría un cambio en las relaciones de poder concretamente”.
Finalmente, De Armas señaló que los medios privados venezolanos son manejados por Estados Unidos a su antojo, ya que es parte del plan estratégico imperial. “Primero, coloca a esa nación mucho más cerca de los objetivos que las bases militares instaladas en Colombia persiguen. Y segundo, rompe un poco la estructura de la Unión Suramericana de Naciones (UNASUR), logrando el debilitamiento del plan estratégico continental inspirado en la doctrina bolivariana de la unión de los pueblos”, puntualizó.
VIOLACIONES FLAGRANTES AL CÓDIGO DE ÉTICA DEL PERIODISTA
La abogada especialista en derecho internacional, Eva Golinger, denunció hace dos semanas que más de 150 periodistas y medios venezolanos fueron entrenados y financiados por agencias de Estados Unidos, al recibir unos 4 millones de dólares, pago que ha sido canalizado por el Departamento de Estado norteamericano a través de tres entidades públicas de ese país: la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF por sus siglas en inglés), Freedom House y la Agencia del Desarrollo Internacional de Estados Unidos (Usaid).
La investigadora aseguró que entre las organizaciones que han sido financiadas por el Departamento de Estado, se encuentran Espacio Público e Instituto Prensa y Sociedad (IPYS). Además, la abogada denunció el financiamiento de unas 25 páginas web opositoras en el país, lo que se traduce en 700.000 dólares destinados a financiar “medios independientes” en Venezuela.
Texto/Ricardo Rojas, Sandra Izarra
F/Archivo CO
PERIODISTAS APEGADOS AL CÓDIGO EXIGEN REFORMA EN LA LEP
Ante tal crisis moral y ética del ejercicio del periodismo, un grupo de profesionales de la comunicación, apegados al Código de Ética del Periodismo, realizó un llamado a la Asamblea Nacional (AN) el pasado 17 de julio, con el fin de que evalúe la Ley del Ejercicio del Periodismo (LEP), de cara a las nuevas realidades que se vive en Venezuela.
La periodista Marialcira Matute, vocera del Movimiento Periodismo Necesario (MPN), señaló que la agrupación decidió por unanimidad “reiterar la solicitud a la Asamblea Nacional para que se convoque a una discusión amplia, muy participativa, de nuestra propuesta de la reforma a la Ley del Ejercicio del Periodismo, que no es más que la adecuación a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y a las nuevas realidades del país».