Por Emilio Hernández|La mentira constante (Opinión)

La piedra fundamental de la estrategia política de la derecha, no solo en Venezuela sino en todo el mundo, es la mentira continuada.

La razón es simple y es la misma en todas partes. El gran capital financia a los políticos de la derecha pero los votos tienen que venir de todos los ciudadanos, normalmente bajo la premisa “una persona, un voto”.

Los políticos de derecha tienen que convencer a sus votantes de que van a proteger sus intereses y no los intereses de sus financistas, cuando en realidad tomarán decisiones a favor de quienes les dan dinero. De otro modo, se acabaría la simbiosis entre política y capital. En resumen, deben mentir.

¿Qué se les habrá perdido a los políticos de la MUD, que viajan constantemente al exterior, especialmente a Estados Unidos y se reúnen con gente influyente? Evidentemente, se trata de un asunto de apoyo para su actividad política. Los financistas esperan retribuciones, por lo general inconfesables, si sus políticos llegan al poder.

Los mismos defensores del liberalismo dan argumentos que se les devuelven como un búmeran. Advierten que un capitalista no puede invertir en un país si no tiene garantías de renta acordes con la inversión. ¿Por qué ese mismo capitalista le daría dinero a un político sin esperar retribuciones del mismo tenor?

Para ser un político que, por razones estructurales y fundamentales, debe mentir, hay que desarrollar una gran habilidad en la falacia. Si el sofisma elaborado con finura y elegancia falla, entonces hay que recurrir a la más ramplona negación de lo evidente. Como ahora, que los políticos de la MUD afirman con cara de algarrobo que las primarias del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) casi no tuvieron votantes.

La mentira debe tener el terreno abonado para florecer. Ese es el trabajo de los medios de la derecha, sean informativos o de entretenimiento. El pueblo está sometido a un constante bombardeo de afirmaciones sin base que le preparan el terreno a la demagogia.

Es un sistema construido alrededor de la mentira que debemos socavar. No está claro que se puede lidiar indefinidamente con una masa de votantes que actúa bajo engaño.

emiliofhg@gmail.com