Un prospero mercado subterráneo de armas en Estados Unidos vulnera los esfuerzos para restringir cómo las personas pueden comprar y portar armas en el país, indica un estudio de prensa.
Según el diario The New York Times los efectos de las leyes aprobadas por unos 20 estados para enfrentar la violencia armada y el tráfico de armas se diluyen considerablemente por un mercado subterráneo próspero para las armas de fuego traídas de estados con pocas restricciones.
Agrega el informe que más dos tercios de esos artefactos conectados a crímenes en Nueva York y Nueva Jersey fueron traídos de otros estados, principalmente del Sur, mientras que en California los criminales emplean alrededor de seis mil armas de otros estados, principalmente de los que tienen pocas restricciones de compra como Arizona y Nevada.
Cerca de 50 mil armas de fuego son desviadas a los criminales a través de las fronteras estatales cada año, según datos federales, y muchos más es probable que pasen las líneas estatales sin ser detectados, añade el diario.
Muchos de los artefactos en las calles de Nueva York y Nueva Jersey, que tiene algunas de las leyes más estrictas del país, provienen de los estados del sur con las normas de armas más débiles, como Virginia, Georgia y Florida.
The New York Times examina el tráfico de armas a través del análisis de datos de nueve años recopilados por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, así como un índice de las leyes de armas estatales desarrolladas por investigadores de la Universidad Johns Hopkins.
Agrega el rotativo que muchas armas siguen un camino complejo desde la venta original al mercado subterráneo y precisa que la mayoría son originalmente compradas en tiendas al por menor, pero las personas que no pueden pasar una verificación de antecedentes suelen obtener estas de amigos, familiares o comerciantes ilegales.