Columna Reporteando ando|La mercancía en resistencia (Opinión)

Marx llamaba mercancía al elemento básico de la vida económica en la sociedad capitalista. Distingue dos tipos de valores en las cosas y en las mercancías: su valor de uso y su valor de cambio. El valor de uso de un objeto es su capacidad para satisfacer alguna necesidad humana, y el valor de cambio el valor que un objeto tiene en el mercado y que se mide en dinero, en términos puramente cuantitativos.

Hay objetos que tienen valor de uso pero no valor de cambio (el aire que respiramos, los sentimientos de las personas, hasta el propio cuerpo humano), lo ilustra muy bien la canción de Residente y visitante de la agrupación “calle 13”, llamada “Latinoamérica” que no es más que un grito ante el sistema capitalista, que a pesar de introducir en nuestras culturas toneladas de productos para el consumo humano, aún existimos millones de conciencias libres y resistiendo para preservar la libertad y combatir con la razón el consumismo que adormece la esperanza.

No podemos obviar que en las sociedades de explotación creadas e incentivadas por el sistema capitalista, del cual no escapamos aún. Los objetos están hechos para que sirvan de algo, para comprar y vender, por eso son llamados mercancía. E

El sistema ha logrado vender el talento y lo podemos ver en los deportistas, informáticos o artistas; el capitalismo se adueña de lo que no tiene para crear un producto y tener otro tipo de mercancía para nuestra especie que todo lo consume.

Cada jugada en este tablero político que se vive en Venezuela debe ser crucial, cada ficha revolucionaria debe estar preparada para dar el jaque certero a los que pretenden ser amos del juego. Subestimarnos ha sido el error más recurrente de la contrapartida, pero nosotros, los revolucionarios, no podemos caer en ese error.

Hemos y debemos seguir dando muestra de superioridad; de que la inteligencia y la razón es la mejor arma que tenemos para combatir, así que no nos queda otra opción que seguir triunfando ante el capital.

“Estoy seguro de que si esos empresarios le hubiesen cumplido al país, tendríamos los anaqueles llenos por tres meses (…) Si no fuese por la guerra económica nosotros tendríamos una inflación alrededor del 16 por ciento”, aseguró el presidente Nicolás Maduro.

Así que debemos concienciar que nosotros como especie no podemos transformarnos en un producto consumidor del producto colocado por el capital. Nosotros debemos tener la capacidad de razonar para qué necesito y con qué finalidad utilizo el papel moneda que también es creado por el sistema que sigue resistiendo.

T/ Loel Henríquez