Los mercenarios rebeldes respaldados por la OTAN están deteniendo a miles de inmigrantes africanos y llevándolos a campamentos de prisioneros como parte de represalias masivas que incluyen informes de asesinatos indiscriminados, maltrato y tortura, mientras la capa «humanitaria» de la intervención militar de occidente rápidamente se desmorona.
Inmigrantes africanos y subsaharianos comprenden un tercio del total de la población en Libia, y según rumores, los rebeldes los están tratando a todos como combatientes enemigos, con informes de abusos, asesinatos y arrestos masivos.
“Mercenarios rebeldes y civiles armados están deteniendo a miles de negros libios e inmigrantes africanos subsaharianos, acusándolos de luchar por Muammar Gaddafi y manteniéndolos en cárceles improvisadas en la capital», informa la agencia AP.
La historia de AP indica que virtualmente todas las víctimas son trabajadores inmigrantes inocentes y no lucharon por Gaddafi, pero los mercenarios rebeldes todavía están deteniéndolos e internándolos en estadios deportivos y otros campamentos de prisioneros simplemente por su color de piel.
Al menos 5.000 hombres han sido detenidos. Sin embargo, grupos de derechos humanos tienen una cifra más alta.
Según fuentes no oficiales, el abuso va más allá de las detenciones masivas. El presidente de la Unión Africana, Jean Ping, le dijo al Washington Post que hubo una clara evidencia de asesinatos en represalia. “Ellos están asesinando a la gente, a trabajadores normales, maltratándolos», indicó.
Investigadores de Amnistía Internacional también han presenciado abusos en el Hospital Central de Trípoli, “incluyendo a hombres que son sacados de las camas de los hospitales para ser detenidos”, mientras también presencian cuerpos no identificados de hombres negros siendo transportados a la morgue.
The Independent también informó que los representantes de Amnistía Internacional presenciaron cómo los rebeldes botaban los cuerpos descompuestos de 30 hombres, casi todos de piel oscura, luego de asesinarlos en las afueras de un hospital de campaña que llevaba el símbolo de la media luna islámica.
Los asesinatos han sido estimulados por rumores «al parecer exagerados o francamente falsos» de que Gaddafi había contratado mercenarios africanos de Chad y cualquier otro lugar para actuar como ejecutores de civiles libios”, escribió Rick Moran.
La posibilidad de que los abusos, torturas y asesinatos indiscriminados de negros inmigrantes y libios aumenten en un programa sustancial de limpieza étnica racial llevada a cabo por mercenarios rebeldes islamistas radicales, quienes son dirigidos por terroristas de Al Qaeda, es la razón por la que la Unión Africana ha rechazado apoyar el acto de la OTAN de cambio de régimen.
El ilegítimo Consejo Nacional de Transición de Libia (CNT), creado en París, ha advertido sobre los asesinatos por represalias, pero el CNT tiene “poco poder” para detener las atrocidades dado que los comandantes como Abd Al-Hakim Belhadj y sus mercenarios están aparentemente en control de las grandes ciudades incluyendo Trípoli.
El tratamiento de los mercenarios rebeldes a inmigrantes libios ofrece una prueba más para confirmar el hecho de que el pretexto “humanitario” de la OTAN para una intervención fue un completo engaño, lo que confirma que fuerzas occidentales han entregado un país entero a mafias de extremistas y racistas que continuarán discriminando y abusando de la población negra, a fin de expulsarlos del país por completo.