Este viernes, comenzó en el estado Mérida el capítulo local de la campaña para prevenir la extracción y comercialización de las plantas briofitas, conocidas de manera coloquial como musgo, que de manera errónea y por desconocimiento se utiliza para decorar los pesebres navideños.
«Estamos desplegando las labores de fiscalización, de vigilancia y control, para proteger especies como el musgo», informó el director de la Unidad Territorial del Ministerio para Ecosocialismo en Mérida, Oswaldo Ferrer, en una rueda de prensa efectuada en el mercado municipal Jacinto Plaza, municipio Libertador de la entidad andina.
Aseguró que la campaña nacional de protección Musguito 2018 tendrá presencia activa en toda la cordillera andina venezolana.
En mercados municipales y espacios de economía informal se vigilará el cumplimiento de la prohibición, que pesa sobre la extracción y venta de musgo, para protección de los espacios naturales y la biodiversidad andina.
En la fabricación del tradicional pesebre, típico de la temporada decembrina, ha de prevalecer la creatividad, el reciclaje y reutilización, teniendo en cuenta la necesaria protección del medio ambiente.
El musgo, es una planta no vascular, carente de hojas y con amplia presencia en el planeta, por su capacidad para colonizar rocas, crecer sobre ellas y modificar su superficie, estableciendo un sustrato para el arraigo de otras plantas y formas de vida.
En época de lluvia, el musgo es capaz de retener agua, en cantidad hasta 20 veces superior a su propio peso, para luego liberarla progresivamente en tiempos de sequía. También intercepta, absorbe y retiene minerales presentes en el agua de lluvia, facilitando su incorporación progresiva en los ecosistemas, siendo un factor coadyuvante en la regeneración natural de bosques y la protección de los suelos.