La canciller alemana, Angela Merkel, admitió este miércoles que el ascenso de Alternativa para Alemania (AfD) no es solo un desafío para su partido, sino para la política alemana en general, por lo que instó a las fuerzas parlamentarias a moderar su lenguaje a fin de evitar caer en una guerra partidista.
Así lo manifestó en su discurso ante el pleno del Bundestag (Cámara Baja) durante un debate de política general con motivo de la presentación de los presupuestos para 2017.
Merkel alertó de que buscar «pequeñas ventajas» partidistas sólo favorecerá a quienes ganan votos con eslóganes y respuestas aparentemente fáciles a los problemas del país, como la crisis de los refugiados.
La canciller le advirtió a los políticos presentes en el Bundestag que si no miden su lenguaje y permiten una escalada verbal como la que ellos (AfD) practican se la “estaremos poniendo más fácil”, por lo que los instó a “mirar su propia nariz y hacer autocrítica” a fin de recuperar la confianza de los ciudadanos.
«Si nos aferramos a la verdad, ganamos. Y recuperamos lo que es más importante, lo que necesitamos, la confianza de la gente», manifestó Merkel quien dijo que nunca es una buena respuesta «insultar» a los votantes.
El grueso de su intervención ante el pleno estuvo centrado en la crisis de los refugiados y el varapalo que sufrió su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), en las elecciones regionales celebradas el domingo en el estado de Mecklemburgo-Antepomerania, donde fue superado por la AfD, que se situó como segunda fuerza política en ese «Land», reseñó EFE.
Merkel rechazó las acusaciones que hay contra su Gobierno por la crisis de refugiados y aseguró que «La situación es hoy mucho mejor que hace un años, aunque, por supuesto, queda mucho por hacer».