La noticia de la firma de seis acuerdos entre el Gobierno Nacional y el sector moderado de la oposición política y la instalación de la Mesa Nacional de Dialogo por la paz y la convivencia, fue bien recibida por la mayoría de los ciudadanos consultados en el casco histórico caraqueño, en cuyas calles y espacios públicos se comentaba lo que para muchos constituyó una “buena nueva”. Algunos confiesan que los sorprendió gratamente el anuncio. Otros esperan que soplen vientos de benefactores, que el país se dirija por buen camino, que se logre un acuerdo que convenga al país. Carlos Peñaloza augura y vaticina que en diciembre se comerá unas buenas hallacas.
“El intento es bueno”, señala Miguel Pulido, sentado en uno de los bancos de madera de la plaza San Jacinto, que ayer, como el resto del centro capitalino, lucía con una gran cantidad de gente que deambulaba plácidamente bajo una mañana cálida en la que ya se van asomando los airecitos de diciembre.
“Eso es buenísimo que pase, ya está bueno de tanta perdedera de tiempo”, indica Jesús Ponte, a quien su madre, Eloína Graterol, ambos por la San Jacinto, ponía en autos sobre la mesa de diálogo.
Miguel Pulido señala que hay que buscar la manera de solucionar los problemas que tenemos, encontrar la paz que deseamos.
“Queremos que se resuelva todo en paz, que se logre un acuerdo que le convenga al país”, sugiere.
-¿Cómo percibe usted que un grupo radical se oponga al diálogo?
-Malo, hay que buscar la manera de solucionar los problemas que hay.
-¿Cuáles serían esos problemas?
-El alto costo de la vida. La comida está demasiado cara. La falta de medicinas en algunos sitios. El salario no alcanza para adquirir ni alimentos ni medicinas. Esperamos que con la mesa de diálogo se comiencen a solucionar los problemas que tenemos.
A Jesús Ponte le parece que es hora de que este país marche hacia adelante, ya que cuenta con muchas potencialidades. Considera que en la mesa de diálogo ambas posiciones deben ceder. Al país le urge una salida ya que la cadena de problemas es larga.
“Son muchos los problemas”, dice. “Hay que atender la parte alimentaria, la cuestión de la salud, la educación. Creo que hay muchas personas pasando “full” trabajo. Este encuentro me sorprendió, me estoy enterando por boca de mi madre. Se sentaron a conversar las personas que sí quieren este país, y que necesitan salir adelante igual que nosotros”, comenta.
Eloína Graterol confiesa que la noticia le sorprendió de buena manera y espera que sea para bien.
“Me contentó muchísimo; ojalá marchemos por buen camino y que queramos a Venezuela de verdad, verdad. Eso es lo importante. Si todos queremos, todos podemos. Todos ponemos para que el país salga adelante y se acabe esta crisis. Hay muchísima necesidad.
-¿A usted como mujer cómo la ha afectado?
-Muchísimo. No he pasado una necesidad muy fuerte, pero se entiende lo que es el problema de las medicinas, la situación de familias y hogares con tres, cuatro hijos. La emigración.
Gente que no tiene remedio
Luis Manuel Ochoa se abotona el cuello de la camisa, da buenos días a los camaradas y se presenta como un creyente en el “proceso”.
“Yo digo lo siguiente. El Gobierno hizo esa paz con la oposición porque tenemos que construir una mayoría y trabajar todos juntos para que el país salga adelante: que surjan proyectos, trabajos. Nosotros estamos con el pueblo venezolano, ayudamos a todo el país”, afirma.
Nelson Zapata considera que se trata de una oportunidad excelente y que es un comienzo para lograr el necesario entendimiento.
Considera que el principal problema que tenemos es el bloqueo de los gringos.
“¿Por qué razón tienen que bloquearnos a nosotros?”, se pregunta . “¿Por qué tienen que quitarnos empresas como Citgo? ¿Por qué nos prohíben comprar medicinas en el extranjero? Son crímenes de lesa humanidad.
-¿Qué le parece que el sector extremista de la oposición se niega a dialogar?
-Ese sector violento está enfermo. Ya no tiene remedio. Hay gente moderada como Claudio Fermín, que, aunque opositor, es una gente razonable. Lo que está haciendo la oposición aquí está fuera de lógica, y todo por el apoyo que le dan los gringos a ese señor Juan Guaidó que debería estar preso. Es demasiado. Él hace lo que le da la real gana y es intocable. Eso no puede ser posible.
-¿Usted es optimista?
-Soy optimista con esto que pasó el lunes, y creo que van a pasar cosas mejores. Tengo fe en que esto va a mejorar.
-¿Usted es caraqueño?
-No, yo nací en Colombia por desgracia. Vine en 1966. Tengo 52 años aquí. Lamentablemente Colombia es una colonia gringa. Colombia no tiene soberanía. Hay más de siete bases militares. Es un país invadido. Colombia es un país invadido. Es un estado norteamericano. Eso opino. En todo caso no son los colombianos, sino su Gobierno. Desde Francisco de Paula Santander para acá son la misma gente.
Carlos Peñaloza, por su parte, evalúa positivamente que se hayan iniciado las negociaciones aquí en Venezuela y que estas se hagan de manera pública.
“Según lo que dijo Claudio Fermín (uno de los dirigentes opositores participantes) lo que se hizo en Noruega fue a puerta cerrada. Me hubiese gustado que participaran todos los partidos políticos de oposición.
-Hay un sector violento que no quiere diálogo…
-Es verdad. Ese sector nunca ha querido el diálogo, pero al menos debieron haber mandado a alguien en su representación, pero lo que dan es la espalda. Estos que tuvieron la valentía de salir a la luz pública. Esperemos que sea para bien del país.
-¿Usted es optimista?
-Sí y espero buenos tiempos. Tengo fe en que vamos a mejorar. Ahora, como venezolanos tenemos que ayudar al presidente Maduro en todo lo que podamos. Como dice Diosdado Cabello: estar en los zapatos del Presidente es muy difícil.
-¿Como le ha ido a usted en estos tiempos de dificultades?
-Primero, yo soy católico. Luchando me ha ido bien. Estamos en un bloqueo económico que nos afecta a todos por igual, un poco más a los de bajos recursos como nosotros, pero ahí seguimos luchando, viento en popa.
-¿Crees que te vas a comer unas sabrosas hallacas en diciembre?
– Claro que sí. Soy optimista. Y pernil también.
El no de María Bolívar
Mirian Bolívar es al única de las personas abordadas que rechazó tajantemente la iniciativa de diálogo entre el Gobierno y el sector de la oposició,n que a su juicio incluye a algunas figuras que en el pasado alentaron posturas violentas. Bolívar se ubica como parte del ala radical de la “Esquina Caliente”, ubicada frente a la plaza Bolívar. Manifiesta no estar de acuerdo ni con diálogo, ni con pacto, ni con nada.
“¿Cuántas veces nuestro comandante eterno Hugo Chávez los llamó a un diálogo y que se aportaran soluciones para sacar el país hacia adelante? Pero ellos siempre tenían una carta debajo de la manga hasta que lograron matar al comandante Chávez. El presidente Maduro dijo que tenían dos meses hablando y nadie sabia nada. Yo por lo menos no estoy de acuerdo, así sea una oposición moderada.
-¿Y cuál sería la solución?
-Que aquí el Presidente tiene que poner mando dura, porque no puede haber un impostor que se juramentó en una plaza haciendo lo que le de la gana, reuniéndose con los paramilitares, “Los Rastrojos”, que son unas máquinas de matar. Yo no estoy de acuerdo. Yo lo siento. Con eso no estoy en contra de la Revolución. Este proceso se defiende con votos y ahí estaré votando por mi Revolución, pero no estoy de acuerdo con este diálogo, con este pacto. Y al presidente Nicolás Maduro le hago un llamado: por favor, Presidente, póngase las pilas. Aquí hay un pueblo que no tiene zapatos, no tiene medicamentos. No tiene comida. Y el CLAP llega cada dos meses.
-¿Y este diálogo no es para solucionar esos problemas?
-Yo no creo en ellos. Son los mismos siniestros personajes. Yo estoy leyendo Por qué fue derrotada la lucha armada en Venezuela 1960-970.
-¿Por qué fue derrotada?
-Porque había un pueblo que no tenia derechos, un pueblo que no tenía voz propia. Ahora la tenemos. Hay un pueblo participando. Esa es la “Esquina Caliente”. Aquí nos expresamos. Digo lo que siento. Lo que yo siento es raaaabia. Es lo que siento cuando los vi allí. No puede ser que los asesinos de la patria, los que salieron a quemar personas, los que quieren matar a Nicolás, entonces los vez ahí.
T/Manuel Abrizo
F/María Isabel Batista
Caracas