Mesas de trabajo con tenedores de bonos busca aliviar el servicio de la deuda

Las mesas de trabajo que la Comisión Presidencial de Reestructuración y Refinanciamiento de la Deuda estableció con los tenedores de bonos tanto de Venezuela como en el exterior busca aliviar el servicio de amortización de las obligaciones en divisas.

Analistas financieros coinciden en que este acercamiento busca establecer mecanismos que alivien la pesada carga que tiene el presupuesto en divisas de la República y Petróleos de Venezuela (Pdvsa).

Además será una oportunidad para intercambiar criterios sobre políticas macroeconómicas, fiscales, tributarias, monetarias y cambiarias que ayuden a corregir las distorsiones económicas, así como pagar unos bonos en mejores condiciones.

Los especialistas también consideraron que no está planteada una declaratoria de default (de impagos), por cuanto el presidente Nicolás Maduro insistió en que la República seguirá cancelando las obligaciones externas.

El Ejecutivo recientemente ejecutó una renegociación de deuda externa, cuando en el cuarto trimestre de 2016 se efectuó una operación de canje de los Pdvsa 2017 por el de Pdvsa 2020.

GUERRA FINANCIERA

El Gobierno ha sido sometido al recrudecimiento de sanciones económicas y financieras por parte de Estados Unidos y sus aliados. No obstante, en este escenario Venezuela ha cumplido con sus obligaciones y desde 2013 ha pagado la cantidad total de 71.700 millones de dólares.

El 25 de agosto de este año el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso sanciones económicas contra Venezuela, como parte de una arremetida sistemática que intenta limitar la capacidad operativa y financiera del Gobierno Nacional.

La deuda venezolana tiene clausulas de default cruzado y exigibilidad de la deuda, recordaron los analistas financieros. La primera de ellas implica que si uno de los títulos de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) entra en default, todos los demás bonos serán declarados de manera automática como impagados.

Mientras que la clausula de exigibilidad establece que en caso de default, los acreedores pueden exigir en cualquier momento el pago de los bonos sin importar la fecha de vencimiento.

ESCENARIOS DISTINTOS

La firma consultora Boungy, en artículos de opinión colgados en su portal, considera que se debería meter los bonos de la República y Pdvsa “en el mismo saco”, en vista de que ambas emisiones tienen condiciones distintas, por tanto, no son iguales.

Lo bonos de la República poseen CAC (cláusulas de acción colectiva), que brindan la posibilidad de que una mayoría calificada de tenedores pueda acordar una reestructuración de la deuda, la cual sería jurídicamente vinculante para todos los tenedores.

Además, los títulos soberanos poseen cláusulas de incumplimiento cruzado “cross default clause”, de forma que si un compromiso se incumple, los acreedores con otros títulos que tengan diferentes vencimientos pueden exigir inmediatamente el pago de sus bonos, coincidió Boungy en relación a la cláusula de exigibilidad.

Por el contrario, los instrumentos de deuda de Pdvsa no poseen las CAC, por lo que la estatal tendría serios problemas para hacerles frente a los tenedores de bonos que no acepten la propuesta de reestructuración, ya que no habría forma de agregarlos y negociar con un grupo que represente a la mayoría.

Al igual que los soberanos, los bonos de la estatal poseen cláusulas de incumplimiento cruzado, pero estas se activan cuando se incumple un compromiso mayor a 100 millones de dólares, acotó la firma consulttora en su trabajo.

Para Pdvsa, estas cláusulas representan un riesgo ya que al momento de caer en default los tenedores podrían ir por los activos de Citgo, que son el colateral del bono Pdvsa 2020, alertó Boungy.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

T/ Redacción CO
F/ Archivo CO
Caracas