En México recuerdan a Ernesto Miramontes, precursor de la píldora anticonceptiva

La mayor contribución de México al mundo es la síntesis de la noretisterona, ingrediente activo de la píldora anticonceptiva que toman millones de mujeres en todo el planeta. La creación de esta molécula, considerada uno de los descubrimientos más importantes de los pasados dos mil años y uno de los 60 hallazgos que han revolucionado a la humanidad, es obra de un mexicano: Luis Ernesto Miramontes Cárdenas, que obtuvo la sustancia cuando era estudiante en los laboratorios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Miramontes descubrió una ruta química que permitió sintetizar la sustancia activa de la píldora anticonceptiva en 1951, con lo que contribuyó a la liberación sexual en los años sesenta del siglo pasado. Su hallazgo ayudó también a catapultar a las mujeres en el mercado laboral, a empoderarlas, y contribuyó al cambio de la concepción social de la sexualidad.

A 15 años de su fallecimiento, que ocurrió el 13 de septiembre de 2004, la universidad nacional recordó ayer su legado en una conferencia de prensa a la que asistieron cuatro de sus hijos (Luis, Pedro, Gabriela y Ruth Miramontes Vidal), además de Blas Flores Pérez, jefe del Departamento de Química Orgánica de la Facultad de Química (FQ), y Ruth Jaimez Melgoza, coordinadora de investigación en el Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina.

El trabajo de Miramontes Cárdenas, alumno, académico e investigador de la UNAM, es equiparable al de quienes han logrado el Premio Nobel, aunque no obtuvo el galardón. Él fue consciente del cambio social que generó, por lo que se sentía muy orgulloso.

El poder de la mujer para decidir qué hacer con su cuerpo le dio gran satisfacción, comentó su hijo Luis en el edificio Mario Molina de la FQ. Él decía que no creó la píldora, pero sí la hizo posible.

Gabriela Miramontes añadió: Era una época diferente. La educación sexual no existía: recibíamos orientación de la madre, la abuela o las tías. Él manifestó su orgullo al ver que en muchos países las mujeres podían controlar su cuerpo y el momento de tener o no tener hijos.

Por su trabajo, Miramontes Cárdenas es considerado uno de los cinco investigadores latinoamericanos más sobresalientes de todos los tiempos en una lista de la BBC (2009) y uno de los ingenieros químicos que cambiaron el mundo, según otra relación de la revista TCE Today (2010).

En 2000, la noretisterona fue señalada como uno de los descubrimientos más significativos en los pasados dos mil años por personajes que incluían a varios premios Nobel. La oficina de patentes de Estados Unidos también consideró la píldora uno de los 60 inventos más importantes de la humanidad.

En 2005, la Academia Mexicana de Ciencias concluyó que la síntesis de la noretisterona es la mayor contribución científica del país al mundo.

Miramontes Cárdenas nació en Tepic, Nayarit, en 1925. Becado por el gobierno de ese estado, se trasladó a la capital del país e ingresó a la preparatoria en San Ildefonso. Se matriculó después en la Escuela de Ciencias Químicas, hoy Facultad de Química.

Como becario, estudiante de licenciatura aún, participó en los proyectos de investigación de los laboratorios Syntex, que tenía interés en la norestisterona, agente antiovulatorio que se podía obtener del barbasco o cabeza de negro, planta utilizada por mujeres indígenas en México por sus efectos en la reproducción.

 Aportación de la UNAM

Hacia 1949, Syntex integró un equipo de trabajo en México, en colaboración con la UNAM, para hacer estudios de síntesis de progesterona. En él fue incluido Miramontes, entonces alumno de posgrado, quien dos años después sintetizó la noretisterona.

En agosto de 1961 salió al mercado de Estados Unidos la píldora anticonceptiva y generó un cambio social.

Pedro Miramontes Vidal rememoró que para su padre sintetizar la noretisterona no representó ingresos adicionales, pero aun así siempre fue generoso, ayudaba a quien se lo pidiera. Mi mamá le decía que debía cobrar porque la iban a patentar, pero a él no le importaba. Hace falta gente como él, con su nivel de conocimiento, humildad y generosidad.

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