Internacionales|Milicianos ucranianos dudan ante complicidad occidental en masacres

La complicidad o tolerancia occidental ante los crímenes masivos en el sureste ucraniano de los gobernantes de Kiev y sus cómplices neofascistas provocan  que las autodefensas sospechen de cualquier mediador procedente de Occidente.

Ayer sospechamos de un grupo de la Cruz Roja por espionaje y lo detuvimos, declaró a RIA Novosti uno de los líderes de la República Popular de Donetsk, Serguei Tsypalov, tras dejarlos en libertad.

David-Pierre Marquet, portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja en Europa y Asia, confirmó que los nueve socorristas voluntarios fueron detenidos para un control en Donetsk y «los dejaron marchar bastante pronto».

Milicianos partidarios de un referendo sobre federalización y el estatus del idioma ruso en el sureste ucraniano detuvieron recientemente en Slaviansk durante una semana a siete «observadores militares», entre ellos cuatro ciudadanos alemanes.

Pese a que la prensa alemana habló de «observadores militares de la OSCE», esta organización aclaró que la misión no fue autorizada por ella.

De hecho, los tres soldados y un traductor alemanes, y tres soldados -de Polonia, República Checa y Dinamarca- fueron invitados por el gobierno de facto, se informó.

Una vez liberados, la prensa alemana resaltó que los tres supuestos observadores germanos trabajan en un centro que mantiene estrecha colaboración con la denominada BND, siglas del servicio de inteligencia de ese país.

Por otra parte, instituciones gubernamentales de Estados Unidos y la Unión Europea insisten en justificar la represión del Ejército de Kiev en el suroriente ucraniano con empleo de medios blindados, aviación, misiles y armamento pesado más la acción de escuadrones paramilitares.

Tras los crímenes de Odessa, con saldo de más de cien muertos según testigos, otra masacre ocurrió ayer en Mariupol, región de Donetsk, cuyas imágenes transmitidas en la televisión muestran a la población desarmada que trata de frenar a los blindados y es ametrallada.

Los audiovisuales corroboran el impacto de armas pesadas en edificios destruidos o huellas de cientos de disparos de fusiles automáticos en sus fachadas.

El Ministro de Interior interino, Arsén Avákov, admitió en Twitter la muerte de 20 personas, pero testigos dijeron a la televisión rusa que fueron muchos más.

Al respecto, el Departamento de Estado norteamericano indicó en un comunicado que Washington condena el brote de violencia en Mariupol «provocado por activistas prorrusos que condujo a numerosas víctimas».

El texto dado a conocer por la vocera Jane Psaki criticó a los grupos que amenazan el orden tomando armas en sus manos y ocupando edificios públicos en violación de la ley de Ucrania -la misma que fue quebrantada durante las protestas de Maidán- y los instó a desarmarse y desocupar las sedes.

La OSCE, por su parte, se limitó a condenar la violencia y llamó a la contención a todas las partes.

Fuente/Prensa Latina