Ministerios tendrán que salir de las oficinas e irse al barrio

Ricardo Menéndez, vicepresidente de Planificación y ministro del Poder Popular de Planificación, asoma que 2019 tendrá aspectos “interesantes”, no solo porque el presidente Nicolás Maduro asume un segundo mandato, sino porque, tal como se viene vislumbrando, se iniciará la transformación del Estado venezolano con el papel preponderante que se la dará a las comunas como célula fundamental de las políticas públicas y como puntales de la transformación del modelo económico productivo. En este sentido, teniendo como premisa los lineamientos del Plan de la Patria y la agenda programática que regirá 2019, el aparato de gobierno deberá adecuarse a estos postulados que son en si mismos una avance importante dentro de la Revolución Bolivariana.

Ricardo Menéndez

Menéndez tenía previsto ayer una reunión de trabajo con el sector comunas, vinculada a la agenda programática de 2019 del Plan de la Patria. Esta fue suspendida, por lo que aprovechó para contestar algunas preguntas de un reducido grupo de periodistas. Se refirió al pronóstico del FMI para 2019, que vaticina una inflación de diez millones. Para el ministro, estas cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI) más que un dato científico son expresión de lo que esperan que pase.

En relación con la agenda programática de 2019, en cuyo lineamiento el ministerio de Planificación viene trabajando desde hace tiempo en conjunto con otros ministerios y sectores, Menéndez enumeró una serie de temas vertebrales que tienen que ver con la optimización de los recursos, alineados de manera absoluta con el desarrollo del Plan de la Patria. En el esquema de desarrollo hay elementos priorizados, como la agenda de protección del pueblo venezolano en lo atinente a lo social, está la territorialización con respecto al Estado venezolano y luego lo que se refiere al desarrollo de una economía de mantenimiento, aunado a las áreas de infraestructura y los servicios.

“Son temas fundamentales que el presidente Nicolás Maduro ha venido orientando y que son parte de la plataforma, del énfasis que se va a generar durante el año 2019”, señaló.

En cuanto al tema del poder popular, las comunas, sostuvo que de este se desprenden temas fundamentales como la cuestión del arraigo de la Revolución Bolivariana y la transformación del Estado en sí mismo.

Detalló que del Plan de la Patria se desprenden tres vértebras transversales. La primera se vincula con el desarrollo de la economía local, la participación de la comuna, el espacio local en el sentido de la transformación del modelo económico y productivo, pero más aún, lo que se corresponde con los sistemas de distribución eficiente para combatir la guerra de precios que se ha generado en contra del pueblo venezolano.

“Es decir”, señalo el ministro, “que la bodega, la construcción de la economía local, la construcción de centros de producción y distribución, son parte precisamente de esa visión programática de la agenda de la economía local”.

Otro de los temas tiene que ver con la construcción desde la comuna como un espacio fundamental para la transformación del Estado revolucionario venezolano. No es solamente la comuna desde el punto de vista territorial, son los procesos que se vinculan al poder popular y la transformación del Estado venezolano.

El tercer punto tiene que ver con la territorialización del Estado, una nueva unidad de agregación de las políticas públicas, y esta unidad consiste precisamente es asumir que la comuna es la célula fundamental de las políticas públicas del Estado venezolano para la transformación integral de la sociedad.

“Esto se va a ver en temas concretos, en el desarrollo del Plan de la Patria por parte del poder popular, en lo que se vincula con las unidades de gestión en el barrio, la comunidad, del Gobierno Bolivariano. Es decir, no es el Gobierno en las oficinas, nos es el Gobierno en los ministerios, es el Gobierno metido en las comunas obedeciendo el Plan de la Patria que genera el pueblo, entre las instancias del poder popular. Estos son temas profundos de transformación del Estado venezolano y que por supuesto van a repercutir en el Estado, en la calidad de vida de todo nuestro pueblo”, aseguró Menéndez.

Territorializar los ministerios

Explicó el ministro que la la agenda programática del año 2019 se caracteriza por romper con el presupuesto con una visión burocrática, como una visión administrativa, desde la consideración del manejo de los recursos. Sostiene que los recursos tienen una visión vinculada con el manejo de la democracia.

Expuso que si no hay un manejo popular, un manejo directamente del pueblo de los recursos sencillamente no podría haber un esquema democrático. Al mismo tiempo se debe alinear con el desarrollo del Plan de la Patria, es decir, que el presupuesto vinculado a cada una de las fases, de cada uno de los años, tiene que ver con la agenda programática del Plan de la Patria.

Detalló que hay dos grandes componentes con respecto al desarrollo del plan. Uno tiene que ver con los actores, que son precisamente la mujer, la juventud, los afrodescendientes, los pensionados, los adultos mayores, los indígenas, es decir, los actores desde el punto de vista del plan y, por otra parte, los sectores de desarrollo, como el servicio de transporte, de agua, el equipamiento, la infraestructura, la economía, la industria, la minería y la agricultura.

“Y con ellos, la articulación de métodos de gestión, que lleva a que vamos a tener una visión interesante en 2019, y el tema más importante de todos es que arrancamos el segundo periodo del presidente Nicolás Maduro, reelecto constitucionalmente y con una agenda de ofensiva de nuestro pueblo”.

Asegura Menéndez que por primera vez se tendrá una visión del presupuesto de la nación formulado de manera estricta con el desarrollo del Plan de la Patria, es decir, que no se tendrán dos cabezas, dos puntos de vista de desarrollo de los recursos, sino una sola unidad con relación a los recursos, alineados de manera directa con el plan.

Indica que el “tema de la comuna, el tema del pueblo, tiene una importancia estratégica, que es el método de gestión, y el método de gestión en un gobierno revolucionario no puede ser otro que apegado al pueblo y la transformación radical de la estructura del Estado venezolano, territorializando los ministerios, y la territorialización de los ministerios es en el barrio, en el sector urbano, con los pies puestos en la tierra, donde están los problemas para resolverlos”.

Dólar y guarimbas

Menéndez asienta que probablemente uno de los temas que más “chocancia” le genera a los organismos multilaterales es que Venezuela no siga recetas del FMI ni del Banco Mundial (BM) y que asuma sus propios proyectos y tenga su propia visión del desarrollo.

El FMI y el BM, plantea el ministro, no avalan programas alternativos en los que se considera la protección del pueblo como hilo fundamental. De allí el celo de estos organismos con lo que ocurre en el país.

Señala precisamente a ese poder de las oligarquías, sus esquemas internacionales, como los cómplices del dólar paralelo, cómplices del sistema de agresión internacional contra Venezuela y actores del sistema de perturbación de la economía criolla.

Menéndez comparó los “ajustes” hechos por gobiernos de la Cuarta República en los 80 y los 90 y el programa de recuperación económica diseñado por Nicolás Maduro. En los primeros, liberaron los precios, congelaron los salarios, escamotearon las prestaciones sociales de los trabajadores.

El presidente Maduro, en cambio, aumentó el salario en cinco mil por ciento, mantiene la contratación colectiva y ofrece alternativas de ahorro a los trabajadores con los lingotes de oro. Es decir, todo lo contrario al recetario del FMI. En vez de botar trabajadores apuesta a la expansión del empleo y al Plan Chamba Juvenil. La propuesta de déficit fiscal cero no significa disminuir la inversión, sino mejorar la eficiencia del Estado.

“Parte de lo que decimos los que estamos en funciones de gobierno”, refiere el ministro, “es que viene el momento de la transformación en serio, y el proceso de la transformación en serio consiste en que los ministerios tienen que salir de las oficinas e irse al barrio, e irse a la comuna. Esa es la territorialización del Estado. La territorialización del Estado es una de las premisas fundamentales, es lo que hace irreversible un proceso revolucionario. El tema es que el poder lo ejerce el pueblo y para que el poder lo ejerza el pueblo son dos cosas: los actores son el pueblo. ¿Y dónde está el Estado? Territorializado desde el punto de vista del pueblo. Esos son aspectos que son irreversibles. Cuando el FMI dice esa cifra (la inflación en diez millones) lo que esta diciendo es lo que quisiera que pasara”.

Al referirse a la guerra económica y a los pronósticos del FMI, asegura que ellos, los factores de oposición, han soltado todo lo que tenían. Su premisa inicial era que la Revolución debía haber caído hace cinco años.

Para Menéndez la capacidad de resistencia del pueblo venezolano es una de las cosas más admiradas del mundo.

Dice que si agarras una curva, y que la oposición y el FMI pronostican diez millones de inflación, ajá, pero, se pregunta, ¿cuánto más le quiere poner? ¿En cuánto tenían el dolar paralelo cuando arrancaron las guarimbas? ¿En cuánto se incrementó el dólar paralelo desde allí a la fecha de la elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC)? ¿Qué paso desde la elección de la ANC hasta las elecciones regionales?

Explica que cuando la oposición decide no participar en las elecciones municipales, el dólar paralelo del 800 por ciento que se había incrementado de mayo a noviembre, pasó a tres mil por ciento de incremento. Esa fue la estrategia: como no puedo ganar en el plano político, voy a aniquilar la economía.

“En marzo, abril, mayo y junio la consigna era implosionar la economía venezolana. Eso es lo que hace que el Presidente tenga que lanzar el programa económico, ya que precisamente la intención de ellos es dolarizar todo y socavar todas las bases económicas, entonces, el Presidente decide ‘si van a jugar así, yo voy a jugar con esto, saco un petro, dolarizo el salario de las personas”, expone.

Menéndez cuestiona las mentiras sobre al aumento salarial y que se diga que el socialismo consiste en aplanar y que todos ganemos igual sueldo y salario. Con las tablas creadas, un profesional puede ganar el equivalente a 510 millones, 400, 380 millones de bolívares de los viejos.

T/ Manuel Abrizo
F/ María Isabel Batista-Archivo CO
Caracas