El flamante ministro de Salud de Honduras, Salvador Pineda, enfrenta hoy una difícil situación en medio de una epidemia de dengue y el desabastecimiento de los hospitales, una de las causas que le costó el cargo a su antecesora.
En declaraciones a la prensa, Pineda aseguró que en tres semanas estará concluida la licitación de medicamentos y con ello el sistema hospitalario quedará abastecido.
Ante la situación, el gobierno declaró el 18 de junio el estado de emergencia en el sistema sanitario a fin de legalizar compras directas de insumos debido a la carencia de esos productos.
El desabastecimiento, unido a un escándalo de corrupción, llevó al Presidente Porfirio Lobo a nombrar a una junta interventora en la secretaría de Salud, encabezada por Pineda.
Tras los 30 días de funcionamiento de ese grupo, el mandatario nombró a Pineda como ministro, en sustitución de Roxana Araujo, blanco de numerosas críticas y una investigación tras detectarse en una auditoria actos de corrupción en el Programa Nacional de Dengue durante su gestión.
El antecesor de Araujo, Arturo Bendaña también fue cesado de su cargo tras fuertes cuestionamientos y presuntos manejos inadecuados en la compra de medicamentos.
Junto al tema del desabastecimiento, Pineda enfrenta la epidemia de dengue, que afecta a más de 10 mil personas y que ya causó la muerte de otras 11.
Por el momento, el Sindicato de Trabajadores de la Medicina, Hospitales y Similares (Sitramedhys) mostró su confianza en el nuevo titular del sector.
Con el nombramiento del doctor Salvador Pineda se han creado expectativas entre la población hondureña y en particular entre los trabajadores de la salud porque él tiene una trayectoria limpia, manifestó el presidente de la organización sindical, Miguel Mejía.
Fue presidente del Colegio Médico, ese es un buen antecedente, y creemos que es una persona ponderada, ecuánime, conciliadora y que va a venir a bajar los niveles de confrontación que han existido en la secretaría de Salud, agregó.