La potestad del Presidente de la República de convocar a una cadena nacional a todos los medios que utilizan el espectro radioeléctrico, del cual el Estado es el administrador, es una herramienta de gestión y estrategia comunicacional que dio, el pasado 14 de julio, un excelente ejemplo de la fortaleza e importancia de este recurso, no solo para informar los planes, logros y ejecutorias gubernamentales, sino para difundir y exaltar la obra y los valores de las mujeres y los hombres y que han sido y son protagonistas de los momentos estelares de la Patria.
La «transmisión conjunta de radio y televisión» (así se dice en la presentación y despedida de las cadenas) del largometraje de Luis Alberto Lamata, Miranda regresa, permitió conocer aspectos poco difundidos de la vida del prócer y abrió las compuertas para nuevos usos y modalidades de esta facultad presidencial.
¿Por qué no pensar, entonces, en nuevas transmisiones conjuntas en las que, además de seguir dando a conocer el mejor cine nacional, haciendo coincidir su exhibición con fechas de celebración o conmemorativas (películas sobran), podamos también entrar en contacto con el excelente material audiovisual que están produciendo los equipos de Colombeia, Conciencia TV, Vive y numerosas instituciones que trabajan y se esmeran por darle a los medios el uso responsable y creativo que estos deben tener?
Ya se dio el primer paso: Miranda regresó…y no derrotado en La Carraca, sino digno y victorioso en cadena nacional.
«¡Sigamos haciendo Patria!».