-¿Señora, usted por qué marcha?
¿Qué por qué marcho? porque resulta que quieren cambiar la educación. ¡Quieren adoctrinar a nuestros niños!
-Pero ¿usted sabe en qué consiste la consulta por la calidad educativa?
-¿Calidad educativa? Sí Luis. Eso te lo crees tú solita. Esos lo que quieren es convertir las escuelas del país es una fábrica de comunistas. Tanto que se esfuerza uno por hacer de sus muchachos gente competitiva, orientada al éxito, que estudien en un colegio bien caro para no ser como la chusma, que tengan su casa, su carro, que vayan a una universidad de gente decente, ¡y ahora resulta que quieren venir a convencerlos de que el socialismo es bueno! Capaz se les ocurre obligarlos a sembrar, porque esa ente es así de miserable. Después me llegan los chamos todos sucios llenos de tierra, como si a uno no le costara enseñarlos a ser limpios, dar una buena imagen, ¿tú me entiendes? Quieren que anden todos zarrapastrosos como los muchachitos esos que andan sembrando lechuga en los Simoncitos, ¿tú has visto? Poniéndolos como unos campesinos a encochinarse todos en el patio de la escuela. Claro, así no tienen que gastar plata en comida buena. Pura pichirrería es lo que es este socialismo.
-¿Y conoce el cuestionario?
-No, mijita, pero me lo imagino.
-Algunas de las preguntas son: ¿Cómo te gustaría que fuera tu escuela?, ¿Qué te gustaría aprender? y ¿Cómo te gustaría que fueran tus maestros?
-¿Viste? ¡Pura paja comunista! A los niños hay que enseñarles sus matemáticas, su castellano, su geografía, esas cosas. Ahora resulta que los niños le van a decir a uno lo que quieren aprender. ¡A mi hijo lo voy a educar yo!