Ante la actual situación de desabastecimiento de alimentos inducida por la derecha venezolana, la Misión Árbol para contribuir en el impulso del Motor agroalimentario, se sumó al Plan de 100 días para la Agricultura Urbana, dando prioridad a la siembra de 13 rubros de ciclos cortos.
La presidenta de la Compañía Nacional de Reforestación (Conare) y de la Fundación Misión Árbol, Osly Hernández, precisó que los rubros fueron escogidos por el Ministerio del Poder Popular para la Agricultura Urbana todos de ciclos cortos, es decir, que el producto se obtiene entre tres y cuatro meses.
Estos rubros son: acelga, cilantro, cebollín, vainita, berenjena, calabacín, pepino, ají dulce, remolacha, zanahoria, lechuga, pimentón y tomate. Algunos de ellos figuran en los indicadores de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Para la incorporación de la Misión Árbol al Plan de Agricultura Urbana, afirmó Hernández que el presidente Nicolás Maduro planteó dos formas: la primera, dirigida a la producción de plántulas, lo cual permite acortar un poco el ciclo de producción en terreno, ya que al cultivarlas en viveros existe garantía de cuido; la segunda, es la producción de tierra que es uno de los problemas que enfrenta la agricultura urbana, puesto que en los apartamentos, oficinas y edificaciones en general no se dispone de la misma para estos fines.
Señaló que otro objetivo de la Misión Árbol es la siembra en los viveros de especies vegetales de ciclo corto para la producción de semillas.
“En este caso estamos hablando de los reservorios de semilla a un mediano plazo. Tener semillas de lechuga o pimentón, ya no captadas por alimentos sino bajo un tratamiento más tecnificado. La calidad solo se puede lograr en espacios controlados”, detalló.
Osly Hernández explicó que en estos momentos están desarrollando el punto y círculo con las brigadas ecosocialistas para conectar a las comunidades con tareas vinculadas a los viveros.
ZONAS PRIORIZADAS
Al referirse a las zonas del país escogidas para impulsar los cultivos agrícolas, detalló que las entidades están asociadas a las 10 cuencas priorizadas por el Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo y Aguas, ya que se debe tener en cuenta que la Misión Árbol surgió con el propósito de proteger las fuentes de agua.
Los estados priorizados son Mérida, Barinas, Aragua, Falcón, Lara, Monagas, Táchira, Zulia, así como el Distrito Capital, Cojedes, Guárico, Miranda, Bolívar, Anzoátegui, Carabobo y Sucre.
Destacó que las cuencas se priorizan por la función ecosocial que tienen, es decir, la mayoría de los ríos de estas zonas decantan en embalses que están conectados a dos sistemas: el hidroeléctrico o el consumo de agua para las grandes ciudades.
“La producción de alimentos tiene un ministerio que la garantiza. Nosotros en todo caso, estamos contribuyendo porque hay una emergencia mundial, no solo es Venezuela. La crisis es estructural del sistema capitalista que lleva un absurdo proceso de sobreproducción de alimentos que no es posible captar en su totalidad, por lo que mucha (producción) se pierde. Y en otras latitudes tenemos carencias o se da la hiperproducción de alimentos destinados a animales, no para el consumo humano”, argumentó.
LOS CULTIVOS
Sobre los cultivos, resaltó que hace dos semanas se inició la siembra en algunos viveros. “Cada equipo estadal va haciendo sus articulaciones buscando las semillas”, agregó.
Sin embargo, manifestó que la ministra del Poder Popular para la Agricultura Urbana, Lorena Freitez, fijó el próximo jueves 25 de febrero como fecha límite para efectuar un despliegue nacional de siembra de semillas de vegetales de ciclo corto.
Al requerirle un estimado en la producción, comentó que la misma estará determinada por la cantidad de semillas e insumos que logren obtener y sembrar. “Después del 25 de febrero podríamos dar una cifra de siembra y el nivel de rendimiento estimado”, subrayó.
Aclaró que posterior a esa fecha el proceso de siembra de semilla, no se detendrá, ya que está planificado y es necesario efectuar siembras cíclicas.“Una semana un proceso de siembra, a la semana siguiente otro proceso de siembra”.
Destacó que esa manera cíclica de siembra de semilla de un rublo permitirá disponer de cosechas frecuentes y no tener que esperar tres o cuatro meses para la producción de ese rubro en particular. “Como en el país no tenemos las estaciones del año, podemos efectuar la siembra de algunos rubros permanentemente”.
EL PUNTO Y CÍRCULO
En ese sentido, subrayó que en el Punto y Círculo hay cuatro tareas centrales de arranque, como son la identificación de familias que quieran colaborar con semillas. Otra forma, es que las personas participen con germinaciones de semillas, “entregan la plantita ya germinada”.
Una tercera forma de colaboración de las familias, es con la separación de los desechos sólidos de los orgánicos, éstos últimos permiten alimentar el compostero que debe tener todo vivero, a fin de garantizar la producción de tierra abonada. La cuarta manera de participar, es con la entrega de bolsitas recicladas de alimentos de un kilo, por ejemplo, de arroz, café o harina precocida, para sustituir la bolsita negra de polietileno, “a estas bolsitas se le abre unos huequitos y se llenan de tierra”. La sustitución de la bolsita, destacó, obedece a que la bolsita de polietileno “está costosa”.
OBTENCIÓN DE SEMILLAS
Actualmente en el cultivo de las especies vegetales, destacó que se utilizan a escala intensiva, los viveros institucionales, “donde Conare y Misión Árbol nos encontramos”, en los que la producción puede variar entre 50 mil, 100 mil, 200 mil y hasta 600 mil plantas por viveros al año. Estas cifras varían dependiendo de la cantidad de hectáreas y las condiciones territoriales del vivero.
Para elevar el nivel de producción, Hernández manifestó que están en proceso de negociación con el Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo y Aguas, con el objetivo de dotar a la Misión Árbol de algunos espacios de producción. “La misión ya produce en algunos viveros del ministerio, pero necesitamos la formalidad de uso de los espacios, por la actividad productiva y económica que se genera”, agregó.
Para la recolección de semillas, indicó que también utilizan en menor escala, otros dos métodos: primero, por medio de las 50 brigadas ecosocialistas existentes a escala nacional se captan semilla en los hogares, que son incorporadas a espacios pedagógicos a escala pequeña, los cuales están ubicados en los urbanismos de la Gran Misión Vivienda Venezuela.
Un segundo método, indicó, son las brigadas escolares, conocidos como los comités conservacionistas escolares, que tienen una meta de producción anual de 3.000 plantas, fundamentalmente de cuatro especies: frutales, forestales, vegetales de ciclo corto y medicinales.
Como algunas escuelas disfrutan del Programa de Alimentación Escolar (PAE), se trata de captar la semilla en el comedor para su reproducción o mediante mecanismos pedagógicos con las niñas, los niños y la comunidad educativa. En estos momentos están activas 300 escuelas a escala nacional.
LOS VIVEROS Y EL DESPLIEGUE TERRITORIAL
En cuanto al trabajo de las instituciones a su cargo, Hernández manifestó que Conare concentra su labor en los viveros y Misión Árbol, en el despliegue territorial comunitario. Los viveros, comentó, pueden ser utilizados de manera educativa con las comunidades.
En los viveros Conare pone a la disposición de las comunidades las orientaciones de los técnicos especialistas, quienes también dictan los talleres de recolección de semillas, el cuidado de plantas, la identificación de plagas, el control de elementos patógenos y el uso de los biofertilizantes, dijo.
Para desarrollar estas labores Misión Árbol cuenta con 22 coordinadores a escala nacional. Cada uno de ellos en su región dispone de un equipo de seis personas que se encargan de las áreas administrativa, profesional, técnico y obreros de campo.
“Con este equipo, los coordinadores en cada uno de los estados hacen las conexiones. La idea no es que Misión Árbol haga la tarea sola. Tenemos un acumulado de instituciones que tienen procesos de talleres y técnicas de distintos tipos, como Ciara, Fondas, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuarias (Inia), que pueden ser activados en función de nuestros objetivos”, detalló.
En ese sentido, expresó que en lo inmediato se impulsa el diálogo interinstitucional entre los citados organismos, así como garantizar la organización territorial popular y la atención al voluntariado de la Misión Árbol en todas las regiones.
En cuanto al funcionamiento de Conare la institución tiene oficinas en tres estados del país, cada uno con un vivero de alta capacidad, y su misión es garantizar la máxima producción de los mismos. “En este momento estamos previendo algunas inversiones, que haremos en conjunto con la Misión Árbol para optimizar la producción”, añadió.
Otro aspecto importante de Conare, es que ayuda al pago de los pasivos ambientales, ya que Pdvsa y Conare generan contratos para resarcir parte del impacto (ambiental) que realiza la empresa petrolera producto de su dinámica, en proyectos que sean cónsonos con las estrategias del país en materia ambiental.
En Venezuela hay 10 cuencas priorizadas, en las cuales se ejecutan proyectos de reforestación de muchas hectáreas requeridas para poder recuperar el material vegetal, dijo Osly Hernández: “con el capital directo de Conare sería imposible. Dada la deuda de Pdvsa al respecto, hacemos con ellos los proyectos y se realizan las reforestaciones”. En esa dirección, señaló que recientemente se efectuó una reforestación en el estado Aragua de 40 hectáreas, específicamente en la cuenca del río Aragua.