Grano de mostaza | Las mismas caras del terrorismo: ¡tras las rejas y por la paz! (Opinión)

La paz de nuestra sociedad hoy es la más trascendental tarea que tenemos que construir como pueblo sabio y digno.

La paz  así como la guerra, también son la continuación de la política por otros medios. El Jefe del Estado Nicolás Maduro Moros ha colocado este supremo interés de la paz entre sus tareas fundamentales.

Desde el inicio de su Gobierno ha invitado a todos los factores de poder para canalizar estos esfuerzos de corresponsabilidad; solo pocas mentes desbordadas de odio, perversión e intoxicación, con sus actitudes sociópatas,  niegan que esta posibilidad sea un valor fundamental de la aspiración ciudadana.

El pueblo conoce muy bien sus caras, quiénes son esas voces trasgresoras vampiresas que alientan las miserias de los guerreristas, los desastres y confrontaciones de todo tipo; quiénes vaticinan continuamente momentos apocalípticos y de muertes.

Se ha podido observar que estos grupos fanáticos, guarimberos y criminales están deliberadamente organizados malévolamente para operar sigilosamente en determinados lugares, ciudades y regiones del país con el fin de aterrorizar a la población.

El caso de un humilde trabajador motorizado que se degolló en Caracas, por el criminal acto de colocar guayas furtivas entre los postes de electricidad,  fue sumamente terrible. Igualmente la lamentable situación del adolescente liceísta tachirense, muerto durante protestas sin sentido. Nos conmovió a todos.

El gran significado de la grandeza del pueblo venezolano es su riqueza espiritual, sabiduría y heroísmo que no tiene distingo de ninguna clase. Es tiempo de sensatez y sindéresis, no de infortunios.

Tenemos que reflexionar y actuar más allá del hecho policial y legal. No podemos permitir que se incuben malignamente en la diatriba política nacional acciones propias del terrorismo y la muerte que tanto han agobiado pueblos hermanos en el mundo entero.

El terrorismo en cualquiera de sus formas es por esencia contraria a la paz y a la defensa de los derechos humanos.

La violencia política de estos grupúsculos busca en definitiva desestabilizar la Nación, infundir miedo en los ciudadanos y con la deliberada intención de derrocar los poderes de la República.

Ciertamente es indudable la presencia de actores políticos que le hacen el  juego perverso  a estas acciones criminales que atentan contra la paz y sosiego del heroico pueblo venezolano; es una demanda correcta de la sociedad  luchar contra ellos y aplicarles todo el peso del poder del Estado y sus instituciones para ponerlos merecidamente tras las rejas y castigarlos severamente. ¡Venceremos!

T/ William Fariñas