Modernización del sector petróleo y la relación con las petroleras estadounidenses

Entiéndase “modernización” como la adaptación al presente con visión de futuro en función a las particularidades de nuestro país y la sociedad mundial supeditada al recurso petrolero como la fuente primaria de energía de mayor calidad jamás conocida en la historia de la humanidad, que en el caso venezolano (la modernización del sector) está direccionada a la Nueva Época de Transición al Socialismo (3R.Nets) como lineamiento estratégico del Estado-Nación venezolano.

En conjunto con la calidad superior del hidrocarburo líquido con respecto a las otras fuentes primarias de energía, su agotamiento (reservas) que va impactando gradualmente en la capacidad de incremento de la oferta para seguir el crecimiento de la demanda global, condiciona la geopolítica mundial y plantea un pronunciado incremento en la inseguridad internacional que rodea a los principales países con reservas de petróleo, al igual que una profunda incertidumbre en los importadores.

Tres aristas

Siendo la República Bolivariana de Venezuela la mayor reserva del planeta de la fuente de energía de mayor calidad, la modernización del sector petróleo e hidrocarburos debe tener dentro de sus principales lineamientos tres aristas principales: Soberanía, Ingreso Nacional y Productividad (competitividad y seguridad jurídica).

Soberanía: lucha histórica del pueblo de Venezuela desde que se extrajo el primer barril de petróleo el 1 de marzo de 1883 (pozo Eureka), acentuada exponencialmente esta batalla donde la clase obrera ha sido vanguardia con la producción del primer barril transnacional en 1914 con el pozo Zumaque. Tiene el día de hoy como pilar fundamental el Decreto Ley 5.200, promulgado por el Comandante Inmortal Hugo Chávez el 26 de febrero de 2007, que consagra el 60% de las acciones de las Empresas Mixtas en el sector primario de petróleo en manos del Estado-Nación, siendo el componente fundamental de esta última figura conceptual (Estado-Nación): el pueblo de la Patria cuna del Libertador Simón Bolívar.

Ingreso Nacional: tiene como pilar monolítico la Ley de Hidrocarburos de 2001 modificada parcialmente en 2006 que estipula una Regalía de 33,3% más el Impuesto de Exportación de 0,1% y la radicación exclusiva de cualquier diferencia entre el Estado e inversionistas en tribunales venezolanos. Lo anterior que es reducido al escribir ha sido una ardua batalla histórica dada por nuestro pueblo y que ha costado golpes de Estado y magnicidios (consumados y en grado de frustración).

Productividad y Seguridad Jurídica:constituye un eje estratégico relacionado con los anteriores y que busca la venida de capitales y estabilidad de los presentes, como instrumento para el aumento pronunciado y radical en la producción de barriles como mecanismo de incremento del Ingreso Nacional.

Siendo el mercado de Estados Unidos el de mayor tamaño en el planeta, China el mayor importador e India un gigantesco mercado en expansión, seguido por Europa occidental, la modernización dado el contexto internacional debe dotar de instrumentos que eliminen o aminoren al máximo la incertidumbre en cuanto a un suministro oportuno permanente y seguro a todos los clientes que abastecen a los diferentes Estado-Nación que comercializan el hidrocarburo líquido o, están en camino de hacerlo con la República Bolivariana de Venezuela.

De la misma forma la Seguridad Jurídica teniendo de manera incólume lo establecido en el Decreto 5.200 y la Ley de Hidrocarburos, con el visto bueno riguroso del «profesionalismo» para que lo acordado sea de fiel cumplimiento a corto, mediano y largo plazo, como factor de estabilidad mundial, la modernización debe dotar de la Seguridad Jurídica necesaria a las empresas petroleras para el incremento de la producción y cumplir con sus mercados de origen, al unísono con las compañías de países exportadores que tienen estratégicas inversiones en nuestro país.

Aumentar el flujo de caja de las Empresas Mixtas en el área primaria de petróleo (exploración, explotación, transporte y almacenaje inicial) sujetas a la conquista histórica que puso fin a la nefasta y entreguista «Apertura Petrolera» de la década de los años 90 del siglo XX: la nacionalización (Decreto Ley 5.200) de 2007, es fundamental, asegurando un mecanismo pragmático y beneficioso para el Estado-Nación venezolano y los inversionistas mediante la «integración vertical» de las Empresas Mixtas, siempre hablando del sector primario de petróleo.

Con ello se busca dinamizar las «fuerzas productivas» preservando cada una de las conquistas históricas introducidas por el comandante Hugo Chávez y mantenidas, en medio de una bestial Guerra Híbrida contra el pueblo de Venezuela, por el presidente Nicolás Maduro Moros.

Para una integración vertical de las Empresas Mixtas se debe incorporar la comercialización del petróleo para completar la cadena desde exploración hasta la venta del recurso, donde el Estado tiene como mínimo un 60% del capital accionario, y el Socio B un papel crucial en la escogencia del mercado a surtir (suministro oportuno permanente y seguro supeditado a la relación entre el Estado-Nación sede de la compañía y su Gobierno), donde se incorporaría la figura del «valor fiscal del barril de exportación» para la determinación del pago de Regalía e Impuestos, siendo el 60% de los dividendos producto de la venta del hidrocarburo líquido por la Gerencia de Comercialización de cada Compañía Mixta para el Estado-Nación por ser el accionista único de Pdvsa, como consagra sabiamente en su artículo 303 la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela .

Dentro de este marco de referencia la relación con las principales tres empresas petroleras con sede en territorio de EEUU, todas originarias hasta su división en 1911 de la Standard Oil, es de alta complejidad y necesario entendimiento para la preservación de la paz en el Hemisferio Occidental, habiendo aceptado una de ellas el nuevo ordenamiento jurídico de 2007, y entrando en controversia mediante la nefasta figura de tribunales extranjeros las otras dos, con resolución de la misma por parte de una y en proceso la otra.

Pisar tierra (o la Tierra) en geopolítica es fundamental, por lo que no está de más recordar que los dos lobbies de mayor poder e influencia sobre la política exterior de Estados Unidos son el petrolero representado por el American Petroleum Institute (API) y el lobby sionista, siendo el armamentístico seguido por el farmacéutico parte en las decisiones, recordando que sin petróleo el poder militar se paraliza al igual que el transporte de insumos y despachos finales en farmacia.

Cualquier actor o actores del lobby petrolero que usted deje fuera de una negociación significa de manera instantánea la formación de un grupo de presión para desestabilizar en el mejor de los casos por un cambio de régimen, al igual que ceder en elementos estructurales como el Decreto Ley 5.200 o lo relativo a Ingreso Nacional y radicación de diferencias exclusivamente en tribunales venezolanos, equivaldría a la desintegración y desaparición del Estado-Nación venezolano.

Caso ConocoPhillips

La decisión de un tribunal estadounidense en relación sobre la ratificación según su ordenamiento jurídico de una anterior por parte de un tribunal igualmente extranjero contra la República a favor de la Compañía ConocoPhillips, por la forma y momento en que se da parece un recordatorio al estilo del viejo oeste que ellos están atentos a las negociaciones y resoluciones que se tomen con respecto a las relaciones entre Venezuela y EEUU, más allá de la desproporcionada cifra, que recuerda a los tribunales foráneos que validaron montos astronómicos para agredir a nuestra Nación durante el Gobierno del presidente Cipriano Castro, casualmente a comienzos de la «era petrolera».

De igual manera hay factores de poder global plutocrático con la capacidad de generar diferencias dentro de las cuales actúan y que deben entender que en Venezuela sus intereses económicos tienen plena seguridad jurídica y se amplían en la medida que se construye un ambiente de paz a escala internacional, siendo esta la intención manifiesta del Gobierno Revolucionario del presidente Maduro.

Los más de ocho mil millones de dólares que la empresa estadounidense ConocoPhillips reclama por la no aceptación de su parte de la nacionalización hasta en un 60% de sus activos en 2007 incluyen lo que en función al tribunal ha dejado de ganar la compañía por sus actividades no realizadas, método improcedente como ya se demostró en el juicio incoado por la empresa ExxonMobil en su momento.

Y, si analizamos que la ConocoPhillips era socio nuestro en lo que hoy es PetroSanFélix, Empresa Mixta sin socio por ahora situada en la «Faja Petrolífera del Orinoco Hugo Rafael Chávez Frías», que en «petróleo en el sitio» el área asignada a esa Empresa Mixta se encuentran un aproximado de 40 mil millones de barriles (cinco barriles por cada dólar del litigio), es lógico deducir, dado que la ConocoPhillips es una petrolera y no un banco al igual que la ExxonMobil, que ambas tienen su vista puesta en Venezuela, y nosotros en atraer inversiones, garantizar suministro y mantener las conquistas históricas del pueblo venezolano en Soberanía, Ingreso Nacional y solución de desavenencias exclusivamente en Venezuela.

Uno negocia con quien tiene diferencias, y mientras más fuertes sea su incidencia en la vida de millones de personas en Venezuela y EEUU, incorporar a las dos compañías estadounidenses, buscando crear una comunidad de intereses que transformen lo que ha sido un lobby proclive a enfrentamientos innumerables con sanciones criminales vigentes en un factor de armonía relativa en medio de las diferencias entre el Gobierno Nacional y el de Estados Unidos, en conjunto con la empresa estadounidense del sector primario de petróleo que aceptó en 2007 el ordenamiento jurídico de la República, el solo hecho de no excluir a ningún actor a priori es una victoria para la estabilidad.

La modernización del sector petrolero o es de visión holística o es instrumento improcedente para los altos destinos que la Providencia -producto del heroísmo del pueblo venezolano- nos tiene asignados, en la mayor armonía posible con todos los actores del mercado petrolero y la geopolítica global.

¡Leales siempre! ¡Traidores nunca!

T/ Fernando Travieso
F/ Cortesía
ftraviesoop@gmail.com
Puerto La Cruz / Edo. Anzoátegui