La monarquía española, otra vez en la palestra, con el inicio mañana lunes del juicio del caso Nóos, denominado así por el nombre de la entidad creada por el esposo de la hermana del rey de España, Iñaki Urdangarín, y por su socio, y que tendrán que responder de actividad delictiva.
Todo esto, ante las sospechas de que el Instituto “sin ánimo de lucro” Nóos, trató de atraer y desviar cerca de 6,2 millones de euros de las administraciones públicas de Valencia y Baleares, según informa este domingo la agencia española EuropaPress.
La indagación llevada a cabo al respecto hasta el momento ha revelado también la existencia de una compleja maraña de empresas ficticias empleadas para evadir impuestos.
18 personas tendrán que sentarse en el banquillo de los acusados, entre ellas, la infanta Cristina y su marido Iñaki Urdangarín y el socio de ése Diego Torres.
La hermana de Felipe VI, Cristina de Borbón, rechazada por la opinión pública y apartada de la familia real española, está acusada únicamente por el sindicato Manos Limpias (organización de representación de empleados de la función pública), que pide para ella 8 años de prisión como cooperadora necesaria en dos delitos supuestamente cometidos por Urdangarín.
Urdangarín, según informó el periódico El Mundo, citando a una persona del círculo íntimo de los exduques de Palma, ya está convencido de que deberá enfrentar prisión y conoce la gravedad de los delitos que le imputan por el polémico caso que, según muchos, llevó a la abdicación en junio de 2014 del rey Juan Carlos I en su hijo.
De hecho, esta situación le ha llevado desde hace un tiempo, agrega el rotativo, a someterse a un “tratamiento psiquiátrico, porque necesita antidepresivos”.
La Fiscalía solicita 19,5 años de prisión para Urdangarín (Manos Limpias eleva esta petición a 26,5 años de cárcel, el Partido Socialista del País Valenciano [PSPV] pide 11 años y la Abogacía de la CCAA balear 8 años) y 16,5 para Torres (Manos Limpias 22,5 años, PSPV 11 años, CCAA 8 años).
Torres asegura que la Casa Real estaba al tanto de todo lo que hacían en el Instituto Nóos y que todo lo que hicieron él y Urdangarin fue de buena fe.