El montaje es de la Fundación Rajatabla, Teatro Extremo de Madrid y Euroscena|

La Fundación Rajatabla se sube a la escena con una obra antipoder, El año de Ricardo, en coproducción con Teatro Extremo de Madrid y Euroscena. El texto de la multipremiada autora española Angélica Lidell, cuenta con la dirección del venezolano Ricardo Campelo Parabavides, quien lleva a las tablas esta historia que gira alrededor de la figura de Ricardo III.

Con la actuación de Valentina Garrido en el papel del Ricardo shakespereano, junto Mary Duarte y Yoelia Mora en los roles del ayudante Catesby, el público será interpelado durante una hora, a veces con sátira y en otras con frases aleccionadoras que vomita desde el rencor el personaje principal contra emblemas universales de la tiranía como Stalin, Lenin, Hitler, Mussolini, Franco o Tito.

Campelo, que ha desarrollado un trabajo en escena que mezcla el performance, la plástica y el audiovisual, hace uso de esta propuesta para darle vida al texto y “amplificar” los símbolos, como parte de los principios de Teatro Extremo, la compañía que fundó hace 10 años en España.

En el escenario, Garrido descarga fuerza desde las entrañas para hacerle frente a esta figura masculina. Ataviada con calzoncillos y tacones vertiginosos, representa en parte al machismo y a la tiranía de mujeres, como un “símbolo transgénero”, que según el director, hace alusión a una tendencia reciente, las de las tiranas, como la canciller alemana Ángela Merkel.

“La tiranía con el machismo es porque tenemos una historia muy larga con los hombres y hace muy poco que existe la tiranía femenina, es casi una cosa de transgénero. Se ha mezclado todo. Obama rompió con eso porque (hasta él) no habían negros en el poder”, dijo Campelo en declaraciones a los medios

A decir del director, en el mundo contemporáneo el “poder se ha convertido en un monstruo más complejo, que es femenino, masculino y no tiene raza ni religión”.

ANTE LAS ELECCIONES

Campelo -que con esta pieza volvió a la institución en la que se formó- cree que El año de Ricardo es “necesario ahora”, porque trata “sobre los tiranos y los posibles tiranos”, para reflexionar a propósito de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre.

“Evidentemente, hay gente que tiene mecanismos para perpetuarse en el poder y otros que quieren asaltarlo, y tienen muchas cosas, herramientas en común. Al final, es un grupo de gente que juega a las cartas con nosotros, pero ellos son un grupo de gente aparte, que juegan, deciden con quien hacerse un partido político, se afilian, se pasan de uno a otro bando y lo único que quieren es perpetuarse en el poder”, reclamó.

CONTRA LA COTIDIANIDAD

Campelo recalcó que su intención con esta pieza es valerse una vez más de arte para mostrar “una condensación universal de lo que pasa con los tiranos”, que la cotidianidad hace que se nos olviden.

“El poder debería ser los más invisible posible y el día a día nos hace olvidar como controlarlos a ellos. Creo -y por eso pongo una (cámara en escena), se hacen primeros planos- en la omnipresencia de los tiranos. Nadie tiene derecho a ser omnipresente en la sociedad, a poner su cara en gigante encima del edificio ni poder su firma en sitios. Nadie, ni porque lo pague ni porque haya sido elegido. Es un símbolo de tiranía”, opinó.

Para el director, la política debería estar oculta y ser una herramienta estrictamente organizativa, para ayudar a la ciudadanía. Insistió en que los lugares donde se ve mayor abuso del poder está siempre la rostro en primer plano sobre las personas.

Campelo no cree que el poder sea una enfermedad sino más bien “apetitoso”, y quienes se enquistan en esta cima matan, devoran, escupen, dividen, y destrozan a países enteros.

“Cuando el pueblo empieza a dividirse desde un discurso de poder, eso es tiranía, porque estás alejando a una parte de la población, independientemente de que seas de derecha o de izquierda. Al establecer un pensamiento único dejas afuera a otros que son compatriotas como tú. Ese es el primer principio de la tiranía. La política es todo lo contrario: unirnos a todos, trabajar en común, hace un montón de cosas que sirvan para todos”, demandó el creador.

Con El año de Ricardo, la Fundación Rajatabla mantiene su tradición de obras sobre el poder como El coronel no tiene quien le escriba, Señor presidente, Muerte accidental de un subversivo latinoamericano, La casa de Bernarda Alba, El fantasma de Hiroshima, entre otras.

CARTELERA

El estreno latinoamericano de esta obra será este viernes 13 de noviembre, y las funciones se extenderán hasta el 29 de este mes, en la Sala Rajatabla, ubicada entre la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte) y el Teatro Teresa Carreño, de jueves a sábados a las 7:00 pm y los domingos a las 6:00 pm.

Las entradas tienen un costo de 200 bolívares cada una y se venden en la taquilla de la sala.

Al culminar la temporada en Caracas, apuntó Ricardo Campelo Parabavides, el montaje tendrá su gira por España, adelantó.

El equipo técnico que lleva a escena la pieza lo completan Ricardo Campelo Parabavides en el diseño de dispositivo escénico y Enrique Tovar en su realización; el diseño de arte de Yoelia Mora; el diseño y realización de iluminación de David Blanco, la producción artística y ejecutiva de Jan Thomas Mora Rujano y Juan Carlos Rondón; con la asistencia de dirección de Mora Rujano y producción general de William López.

UNA DE SHAKESPEARE

El próximo año la Fundación Rajatabla y el Teatro Extremo de Madrid llevarán a escena una pieza de William Shakespeare, adelantó el director Ricardo Campelo Parabavides.

PARA EL SUENA CARACAS

La ópera de los tres centavos, interpretada por la Fundación Rajatabla y la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas (OSMC), será parte de la inauguración del festival Suena Caracas 2015, reveló ayer William López, de la agrupación teatral.

Texto/Várvara Rangel Hill
rangel-v@correodelorinoco.gob.ve
F/Luis Franco
Caracas