La obra es uno de los primeros títulos publicados por el sello editorial venezolano, escrito por Francisco Massiani cuando apenas contaba 24 años de edad. En la actualidad el texto es una referencia de la literatura juvenil de nuestro país
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A propósito de los 50 años de la primera publicación de Piedra de mar, y como parte de la celebración de las cinco décadas de Monte Ávila Editores Latinoamericana, esta institución adscrita al ministerio de Cultura está preparando una edición especial de la novela de Francisco Massiani que se ha convertido en una referencia de la literatura juvenil en nuestro país.
La información la dio a conocer la coordinadora editorial de Monte Ávila, Beira Lisboa, durante un conversatorio con Francisco Massiani celebrado ayer en la Sala Hugo Chávez de la Biblioteca Nacional, donde aún permanece la exposición Editando continentes, preparada justamente por los 50 años de la mencionada casa librera y en la que se instaló un rincón especial sobre Piedra de mar, uno de los títulos más vendidos del sello estatal (más de 100 mil ejemplares) y de lectura obligatoria en el programa de educación media en Venezuela.
LA HISTORIA DE LA HISTORIA
A mediados de los años 60 del siglo XX Francisco Massiani trabajaba con la revista Imagen cuando recibió una llamada del Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes (Inciba). El entonces presidente de esta institución antecesora del Conac y del actual ministerio de Cultura, Simón Alberto Consalvi, quería saber si tenía algo para publicar.
“Le mentí”, reconoció Massiani durante el conversatorio. Tenía tres novelas, escritas todas a los 21 años de edad: Renate o la vida siempre como un comienzo, creada en una semana en el Hotel Regente en Madrid, Fiesta de campo, escrita a su vuelta a Caracas, y El veraneante.
Massiani no dio cuenta de esos trabajos a Consalvi, pero de golpe, hablando con este, “los duendes”, versión lorquiana de las musas, comenzaron a dictarle parte de la historia que el escritor a su vez le fue contando al presidente del Inciba.
Tardó año y medio en escribir la novela que, como lo vaticinó Guillermo Sucre, entonces director de Imagen, fue uno de los primeros títulos de Monte Ávila.
VIVEN
Así como Piedra de mar permanece viva en la memoria de quienes la hemos leído, las personas que inspiraron los personajes aún viven. El protagonista, Corcho, es el propio Pancho, como le dicen sus amigos a Francisco Massiani; Lagartija es en realidad un amigo del escritor llamado Miguel Marcano, apodado Cicuta. “Kika es una hermosa dama que como esta casada no voy a decir el nombre. Carolina es una mezcla de ficción y realidad y José no se llama José”, es otro amigo de apellido García.
“Son muchos personaje y están todos vivos en realidad. Yo disfruté muchísimo esa novela”, confesó el autor.
De acuerdo al escritor de 74 años de edad, merecedor del Premio Nacional de Cultura, en el éxito de Piedra de mar influyeron Napoleón Bravo, que en un programa de radio que tenía invitó en varias ocasiones a leer “esta bella novela” y la profesora Cruz de Contreras, responsable de que la obra se incluyera en el programa de educación media de nuestro país como lectura obligatoria.
LO QUE VIENE
Durante el conversatorio el autor adelantó que ya tiene listos varios trabajos literarios aún inéditos, entre ellos un “relato largo que me gusta mucho” titulado simplemente Feliz y las novelas El amor nuestro y El mar, el barco y nuestro amor. Este último relato estará vinculado con otro que en conjunto probablemente se llame Lejos, muy lejos, pero muy cerca de mi corazón.